Colombia es un país de regiones y eso está claro tanto en el sector público, como en el privado. Municipios y departamentos han sido protagonistas de la reactivación económica y allí han participado entidades como la Banca de Desarrollo Territorial (Findeter), establecimiento que está detrás de muchas de las obras que hoy están en ejecución y con las cuales los gobiernos territoriales buscan desatrasarse de los efectos de la pandemia.
Sandra Gómez Arias, presidenta de Findeter, calcula que hoy en el país se están construyendo unas 500 obras, que incluyen vías, colegios, plazas principales, parques hospitales y centros de salud, cuyo costo bordea los 6 billones. “En esas obras nosotros desde Findender nos hemos vuelto un motorcito para regiones, pues no solo les ayudamos con el crédito, sino también en la estructuración de los proyectos”, explica y agrega que las obras son de infraestructura y de proyectos productivos.
En este último campo trabajan con el Ministerio del Interior para asesorar a los resguardos indígenas en temas productivos. Así mismo, Findeter participa en obras para alivianar el impacto de las inundaciones en La Mojana y en un tren que va a conectar a Bogotá con Zipaquirá.
“Por la pandemia, se pararon obras, pero luego en 2021 se hizo toda la estructuración de proyectos y ahora muchos están en las contrataciones, que es lo que está empujando la recuperación económica”, explica esta directiva.
Atendiendo a los pequeños
Al igual que las demás entidades financieras, Findeter tuvo un duro 2020, con caída de sus utilidades a 7.630 millones de pesos, pero en 2021 vivió una impresionante recuperación y sus ganancias subieron a 77.179 millones. En enero de 2022 mantuvieron el buen ritmo y alcanzaron un saldo positivo de 3.916 millones de pesos (248% más que un año atrás).
Gómez Arias explica que las utilidades no fueron entregadas al Gobierno, sino reinvertidas para poder financiar más obras y cerrar proyectos que estaban demorados. Destacó el trabajo en obras de agua y saneamiento básico, así como las de mejoramientos de vivienda. Ellos son el brazo ejecutor del Ministerio del ramo y se encargan de contratar los mejoramientos, que incluyen arreglar pisos, techos, cocinas o sanitarios.
Además de los créditos de redescuento, que entregan a través de la banca comercial, en 2020 Findeter sacó una línea de crédito de tasa compensada para municipios y departamentos, con la idea de llegar a las regiones más apartadas. La presidente de la entidad dice que en esa línea ya llevan colocados entre 3 y 3,5 billones de pesos, aunque los desembolsos se van haciendo a medida que se va ejecutando, esos recursos son los que están detrás de las obras que se están haciendo actualmente.
Aclara que para que un municipio se pueda beneficiar de esa línea de crédito, debe explicar en qué usará el dinero, pues la Contraloría le hace seguimiento a ese tipo de proyectos, que en su mayoría son para vías terciarias, mejoramientos de cascos urbanos y actualización de acueductos. Hoy solo los departamentos de Guajira y Chocó no les han hecho desembolsos, el primero porque está bajo la protección de la Ley 550 y el segundo porque tiene varios embargos.
“Este trabajo nos ha permitido pasar de 500 a 730 municipios atendidos, de los cuales 81% son de categoría seis (son los más pequeños del país con una población inferior a 10.000 habitantes). Ellos son los más necesitados de recursos y de acompañamiento para estructurar sus proyectos y llevarlos a la ejecución. Y, contrario a lo que se podría pensar, con esos municipios no tenemos cartera en mora, porque al no haber tenido crédito en el pasado, son los que más valoran esa financiación”, reitera la funcionaria.
¿Y Providencia?
Quizás uno de los proyectos más visibles de los que está encargado Findeter es el de la reconstrucción de Providencia, Sandra Gómez Arias asegura que ya se terminaron los arreglos de todos los escenarios deportivos, así como el dragado de represa de agua dulce, con sus respectivos tanques de almacenamiento de agua.
En el frente de las viviendas, hasta marzo el avance iba en 85% y la meta es completar las que faltan en abril. El aeropuerto esperan tenerlo terminado en junio, aunque habilitado desde mayo. Igualmente, ya están listos los colegios y en Findeter esperan quedarse hasta junio para verificar cómo quedan las obras tras la acomodación del terreno.
Gómez Arias considera que el balance de la reconstrucción es positivo, pues se repararon 1.787 casas, de las cuales 600 tuvieron que ser construidas de nuevo.