En los primeros siete meses de 2024, la industria aseguradora en Colombia desembolsó $14,2 billones en reclamaciones, un aumento del 43,8 % respecto al mismo periodo de 2023. Este crecimiento, registrado en medio de un contexto económico desafiante, evidencia la relevancia de los seguros como herramienta para enfrentar la incertidumbre financiera y proteger a personas y empresas.

El aumento también refleja un incremento en la emisión de primas, que alcanzaron los $31,32 billones entre enero y julio de 2024. La mayor parte de estas primas se concentra en los seguros generales, que abarcan el 30,5 % del total, seguidos por los ramos de riesgos laborales con el 13,6 %, seguros de vida grupo con el 12,1 % y autos con el 11,9 %. Este panorama muestra que la demanda de seguros se ha diversificado, abarcando áreas que impactan directamente en la vida cotidiana de los colombianos y el funcionamiento del sector privado.

El sector de seguros se diversifica mientras aumenta su uso entre los colombianos. | Foto: Getty Images

Gustavo Morales, presidente de Fasecolda, destaca el papel que cumple la industria aseguradora en la estabilidad del país: “Los seguros no son simples herramientas financieras. Son fundamentales para que las personas y las empresas puedan levantarse después de una pérdida, evitando que la economía se estanque”. En un año marcado por la inflación y la inestabilidad, estos pagos por siniestros -aquellos eventos que activan el seguro- han sido esenciales para que muchos colombianos continúen con sus proyectos y negocios sin mayores interrupciones.

El sector, además, ha tratado de estar al día con las nuevas necesidades que aparezcan en el mercado. El desarrollo de productos que protegen inversiones en energías renovables, por ejemplo, es una iniciativa que se alinea con las prioridades del país en la transición hacia un modelo energético más sostenible. En este sentido, las aseguradoras no solo están diseñando productos financieros, sino que también están siendo un respaldo para las inversiones que buscan combatir el cambio climático y transformar el modelo económico colombiano.

Otro frente de acción ha sido la atención a los sectores más vulnerables de la economía. El sector asegurador ha desarrollado productos específicos para pequeños comerciantes, trabajadores informales y sectores como el turismo rural, que han sido golpeados por las dificultades económicas. Estos esfuerzos buscan aumentar la penetración de los seguros en el país, un desafío importante dado que actualmente el sector solo representa el 3,2 % del PIB, muy por debajo del 9,3 % registrado en los países de la Ocde.

A pesar de los avances, también existen desafíos. Morales señala que uno de los principales retos que enfrenta la industria es la regulación. Las discusiones legislativas actuales tienden a tratar a las aseguradoras bajo un esquema similar al de los bancos, sin considerar las diferencias en modelos de negocio y exposición al riesgo. El presidente de Fasecolda ha insistido en la necesidad de contar con una regulación que reconozca las particularidades del sector para que este pueda seguir cumpliendo su función de protección y dinamización de la economía.

Además, el sector ha comenzado a adoptar normativas internacionales como Solvencia II y NIIF17, con el fin de fortalecer y garantizar una estabilidad en el manejo de riesgos. Estas reformas son necesarias para que las aseguradoras continúen desempeñando su papel como respaldo de la economía, no solo en términos de protección ante siniestros, sino también en la financiación de proyectos de infraestructura y deuda pública.