Las exportaciones de Colombia hacia Estados Unidos aumentaron un 0,9 % en el primer trimestre del año al pasar de $3.186,5 millones de dólares entre enero y marzo de 2022 a $3.216,7 millones de dólares en el mismo período de este año, a pesar de una menor demanda de compras desde el país del norte, de acuerdo con los datos del Dane.
De acuerdo con la presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana, AmCham Colombia, María Claudia Lacouture, las ventas no minero-energéticas siguen siendo mayoritarias al representar el 61 % del total transado por $1.968,6 millones de dólares y presentaron un crecimiento de 3,9 % frente el primer trimestre del año pasado de $1.895,1 millones de dólares.
La promoción
Según Lacouture, la menor demanda de Estados Unidos obliga a “aumentar la promoción de nuestros productos en Estados Unidos para mantener el ritmo de las ventas y al tiempo que fortalecemos las políticas en Colombia que elevan la competitividad empresarial”.
De igual forma, es indispensable tener reglas claras y herramientas que permitan producir competitivamente en Colombia para aprovechar más los beneficios del tratado de libre comercio.
Agregó que “hoy vemos un decrecimiento de las exportaciones agrícola a Estados Unidos, donde AmCham Colombia identificó que el país puede aumentar sus exportaciones del sector agroindustrial en un 250 % en los próximos cuatro años en donde el mayor potencial está en productos como frutas, preparaciones alimenticias, productos de confitería, pescados, preparaciones de hortalizas y productos de panadería, entre otros”.
Además, destacó que “en un año de perspectivas de desaceleración económica, el comercio exterior es esencial para la generación de ingresos”.
La inversión
Hay que tener en cuenta que América Latina se enfrenta a una oportunidad única para convertirse en un centro de fabricación global. Debido a las tensas relaciones comerciales entre Estados Unidos y China, así como la priorización de cadenas de suministro que sean mucho más cortas, varias empresas están trasladando la fabricación e instalaciones a Latinoamérica.
Ricardo Triana, director ejecutivo de PMI para Latinoamérica, destacó que, según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo, esta deslocalización podría impulsar los puertos de bienes y servicios de América Latina en alrededor de $78.000 millones anuales.
Para el caso de Colombia, su ubicación estratégica, el tamaño del mercado, la conectividad, la infraestructura, la mano de obra y la calidad de los servicios son algunos de los factores que tienen en cuenta las empresas para trasladar sus operaciones al país.
Destacó que, sin embargo, para alcanzar el potencial como centro de fabricación global, Latinoamérica debe cerrar la brecha en los cargos de gestión de proyectos.
Se estima que para 2030, la región necesita alcanzar 5,9 millones de posiciones orientadas a la gestión de proyectos, una media de 119.000 nuevos directores de proyectos por año, según el Talent Gap Report de Project Management Institute (PMI).
Para la organización, el actual contexto económico demanda mejorar la cualificación de la mano de obra y dotar a una nueva generación de talentos de los conocimientos necesarios para la gestión de proyectos.
Agregó Triana que “para seguir siendo competitivos y alcanzar ese potencial, las empresas deberán centrarse en la contratación de solucionadores de problemas y constructores de relaciones que puedan ayudar a impulsar el cambio y ofrecer un valor estratégico”. Según el informe PMI Job Trends, sectores como el automotriz, farmacéutico, energía renovable, petróleo y textil ofrecen un gran potencial, con México y Brasil, países más propensos a beneficiarse si la región desarrolla todo su potencial como centro manufacturero.