El regreso a la educación presencial hizo que los gastos en libros, útiles, uniformes, loncheras y matrículas se convirtieran en el grupo de gastos que más empujó la inflación mensual durante febrero. No obstante, en el análisis anual, los alimentos y, en particular la papa, se mantuvieron como los principales propulsores del costo de vida.
Solo en febrero los precios promedio del país subieron 1,63 % y en el año 8,01 %, datos que no se registraban desde hace seis años. En el caso de la educación, el aumento fue del 4,48 % mensual, jalonada particularmente por los gastos en formación preescolar y básica primaria, mientras que la llamada educación no formal fue la que menos se encareció. Los alimentos, por su parte, fueron el segundo grupo que más subió en febrero (3,26 %), pero se mantuvieron como los principales responsables del encarecimiento de la canasta familiar en el último año con un alza de 23,30 %.
La papa sigue imbatible como el alimento que más sube de precio tanto en febrero como en los últimos 12 meses. Mensualmente se incrementó 16,14 % y anualmente 142,28 %. Datos de Corabastos indican que, a nivel mayorista, en Bogotá la papa más cara es la criolla limpia, cuyo bulto de 45 kilogramos está a 220.000 pesos (libra a 2.444 pesos), le sigue el bulto 50 kilogramos de papa parda pastusa que está a 180.000 pesos y la más barata es la r-12 negra, con un bulto de 130.000 pesos (1.300 la libra).
Reemplazo caro
La actual carestía hace que muchos hogares se vean obligados a buscar sustitutos para la papa, pero el problema es que los dos primeros que podrían tener ese papel son el plátano y la yuca, que a su vez son el segundo y tercer ítem de la canasta familiar que más ha subido en el año terminado en febrero. El plátano ha subido 63,44 % y la yuca 60,54 %.
Las estadísticas que llevan en Corabastos muestran que el kilogramo de plátano guineo está a 1.500 pesos y el de hartón verde o maduro en 3.409 pesos. El más caro es el plátano hartón verde llanero canastilla, cuyo kilo vale 3.727. Paralelamente, el kilogramo de yuca llanera está a 2.333 pesos.
Los únicos tubérculos que han bajado de precio y que podrían sustituir a la papa y al plátano son la arracacha y el ñame, cuya cotización bajó 5,4 % en el último año.
Otra opción que tendrían los hogares sería no comer tubérculos y reemplazarlos por más arroz, alimento que hoy está 7,29 % más barato que hace un año.
La carestía de los alimentos también hizo que hoteles y restaurantes sean el segundo grupo de gasto que más ha subido de precios en el cálculo anual con 12,41 % y los cuartos de más alzas en el mes de febrero, con una variación del 2,22 %.
Impacto por estratos
Como se sabe, el aumento de la canasta familiar, y en particular de los alimentos, hace que el impacto no sea equitativo en toda la sociedad, sino que es más duro en las familias que devengan bajos ingresos, pues si pagan la comida no pueden atender otros gastos o deben reducir su consumo de alimentos por el alza generalizada de precios.
Los datos del Dane indican que para los hogares pobres la inflación alcanza 9,71 % anual a febrero, para los vulnerables (aquellos que con cualquier cambio de ingreso caen en la pobreza) de 9,66 %; para la clase media es de 8,21 % y para los de ingresos altos es de 6,36 %.
Esta situación la sienten con particular fuerza las familias de Santa Marta, Cúcuta y Popayán, que son las ciudades en donde más ha subido la inflación con 12,37 %, 11,05 % y 10,97 %, respectivamente. Bogotá se encuentra en la situación contraria con un alza de precios por debajo del promedio nacional (7,03 %).
Expertos como Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, se declararon sorprendidos por el dato de inflación de febrero (1,63 %), pues el promedio del mercado esperaba 1,27 %
En su concepto, estos resultados van a llevar irremediablemente al Banco de la República a seguir subiendo sus tasas de interés, que hoy están en 4 % y que sirven de referencia para las demás tasas de interés en el país. Olarte pronostica que a finales de marzo el Banco haría un incremento de entre 1 y 1,25 puntos porcentuales para dejar dichas tasas por encima de 5 %.
No obstante, advirtió que por base estadística es factible que en el segundo trimestre ceda la inflación, pues en el mismo período del año pasado los alimentos habían subido más de precios. Su cálculo, sin embargo, es que al final de 2022 no se va a cumplir la meta de inflación del Banco de la República, que está en un rango entre 2 % y 4 %, y que probablemente quede por encima de 5,5 %.