Desde su puesta en marcha, el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y Estados Unidos no deja de causar polémica. A pesar de las oportunidades que significa un acuerdo de este calibre, que el país importe más de lo que exporta siempre será un motivo para decir que fue un fracaso y que dejó a ambos países en condiciones desiguales.
Por supuestas fallas en la negociación, la desventaja de varios sectores colombianos, el poco aprovechamiento de los beneficios comerciales y la falta de competitividad de las compañías locales, varios han propuesto renegociar el acuerdo con Estados Unidos. Luis Fernando Velasco, del Pacto Histórico, reveló que es un tema central del gobierno de Gustavo Petro en el marco de la agenda bilateral.
El senador, que seguramente hará parte del gobierno, mencionó el tema durante la reunión del equipo de Petro con funcionarios de la Casa Blanca. Al parecer, hubo disposición de los delegados estadounidenses de revisar el acuerdo junto con el gobierno entrante.
Sin embargo, muchos discuten sobre la pertinencia de la renegociación y los posibles riesgos, ya que existen beneficios para muchos. Cada año, cerca de 3.000 empresas exportan productos a Estados Unidos, los cuales se encuentran entre los 11.497 que pueden acceder al arancel cero.
María Claudia Lacouture, directora de la Cámara de Comercio Colombo Americana, asegura que una revisión del acuerdo para resolver diferencias entre las partes es una posibilidad. Estas revisiones se deben llevar a cabo en la Comisión Administradora del TLC.
Según la directora de AmCham, en esta instancia “se pueden buscar acciones encaminadas a mejorar las cláusulas dinámicas del acuerdo como la reducción de aranceles, cambiar las reglas de origen, cambiar el anexo de contratación pública y puede emitir interpretaciones sobre el acuerdo, entre otras”.
En cuanto a tiempos, montos y porcentajes para subir aranceles, no se pueden hacer modificaciones, afirma la directora.
La renegociación entraría a colación si estas diferencias no se pueden solucionar en la revisión: “Una renegociación es viable y hay que tener en cuenta en una negociación el principio de reciprocidad”.
No obstante, según Lacouture, existen riesgos. “Abrir esa puerta puede ser muy arriesgado. El TLC con Estados Unidos es hoy en día uno de los más generosos en oportunidades para las empresas colombianas”.
El foco, según la directora, deberá estar sobre la competitividad de las empresas colombianas. “En fortalecer las empresas, sus procesos productivos y aprovechar mejor las oportunidades tanto para llegar a Estados Unidos como para competir con otros mercados”, indicó.
“La discusión pública debe incluir cómo podemos aprovechar más el TLC, cómo se pueden agilizar los procesos de homologación, cómo se logra tener mayor cooperación para tecnificar y generar mayor competitividad a las empresas colombianas y allí hay muchas oportunidades que se pueden trabajar”, dijo Lacouture, poniendo como ejemplo alianzas público privadas para impulsar la empresa nacional.
Por su parte, Javier Diaz Molina, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), resalta esos riesgos que podría traer una renegociación del acuerdo.
“Deberíamos revisar algunos aspectos a través de la Comisión Administradora del acuerdo. Creo que Colombia tiene una serie de ventajas, por ejemplo, la posibilidad de tener ingreso con 0 % de arancel al mercado de los Estados Unidos con un agregado nacional del 35 %”.
Resaltó, además, que países como México, al renegociar, tuvieron que sacrificar beneficios como este.
Las empresas más vulnerables quieren revisión
Las empresas colombianas quieren acceder a estos beneficios que trae el corredor comercial entre Colombia y Estados Unidos. Acopi, que representa las micro, pequeñas y medianas empresas del país, resalta la importancia de la revisión de los tratados. Junto a este pedido, también recomiendan que se ayude a que las compañías nacionales tengan lo necesario para poder hacer parte del acuerdo.
“No solamente con Estados Unidos, sino todos los tratados que no hemos aprovechado. Toda revisión es buena, siempre será buena cuando hemos firmado tratados con países muy desarrollados”, dijo Rosmery Quintero, presidenta de Acopi.
Según Quintero, en Colombia existen debilidades que hacen que sus facultades “no alcancen los niveles para aprovechar al máximo”.
“No solamente es pensar en sistema arancelario, también tenemos, como país, que fortalecer todo el sistema de certificaciones para superar los obstáculos técnicos al comercio, que quizás son de las mayores dificultades para poder aprovechar esos tratados”, agregó.