La economía colombiana atraviesa un momento complicado, donde muchas familias han tenido que ir priorizando los gastos esenciales. En este contexto, invertir en servicios como gimnasios tiende a pasar a un segundo plano. A pesar de esto, Smart Fit, una cadena internacional de centros de acondicionamiento físico, fundado en Brasil en 2009, ha logrado competir en el sector con una alternativa accesible para quienes buscan cuidar su salud y bienestar sin comprometer sus finanzas. Su modelo de negocio, que combina precios asequibles y servicios de alto nivel, le ha permitido mantener un crecimiento constante en el mercado nacional.

Desde su llegada a Colombia en 2016, Smart Fit ha alcanzado más de 190 sedes en Colombia, distribuidas tanto en grandes ciudades como en municipios más pequeños. Este año, la compañía cerrará con la apertura de 30 nuevas sedes, algo que los posiciona como una de las cadenas más grandes a nivel nacional.

Smart Fit atribuye su crecimiento, además de los precios accesibles, a la creciente tendencia global hacia la "construcción muscular". (Imagen de referencia). | Foto: Getty Images

“Queremos democratizar el acceso al ejercicio físico. Nos enorgullece que nuestras sedes, en lugares como Florencia o Riohacha, ofrezcan la misma calidad que las de Bogotá o Medellín”, asegura Camilo Sarasti, country manager de Smart Fit en Colombia, Panamá y Costa Rica.

Sarasti explica que el modelo de negocio de Smart Fit se basa en la escala y el volumen de usuarios. Aunque cada sede requiere una inversión significativa de aproximadamente un millón de dólares, la cadena logra rentabilizar estos espacios a través de una alta base de clientes.

“La clave está en el volumen. Al tener una base instalada tan grande y una alta utilización de nuestras sedes, podemos ofrecer precios asequibles sin comprometer la calidad”, detalla Sarasti.

Camilo Sarasti, country manager de Smart Fit para Colombia, Panamá y Costa Rica. | Foto: Smart Fit

A diferencia de lo que ocurre en otros sectores, donde la restricción económica se ha sentido, Smart Fit ha logrado sortear los desafíos económicos del país con éxito. Según Sarasti, “cada vez más colombianos entienden que cuidar su salud no es un lujo, sino una necesidad”. Este enfoque ha permitido que la clientela no solo se mantenga estable, sino que crezca constantemente, impulsada por el interés en el bienestar físico y mental tras la pandemia.

En cuanto a lo que se espera para 2025, Smart Fit tiene planes de expansión tanto a nivel nacional como internacional. En Colombia, la compañía proyecta la apertura de más de 30 nuevas sedes, repartidas en Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, y municipios como Duitama, en Boyacá. Por otro lado, a nivel global, tienen previsto incursionar en Asia y África.