Una iniciativa para ayudar a los países de América Latina y el Caribe a mejorar su proceso para obtener las vacunas contra la Covid-19, presentó este jueves el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver-Carone.
Se trata de un instrumento financiero que el líder del organismo internacional catalogó como ‘una garantía de crédito parcial’.
La propuesta no es otra cosa que un colchón financiero que “brindará garantías para contingencias y obligaciones, ya sea con los países o con las farmacéuticas”, explicó Claver-Carone en rueda de prensa.
La intención del presidente del BID es que la iniciativa ayude a las negociaciones bilaterales, pues el objetivo es “resolver las preocupaciones de las empresas farmacéuticas sobre el costo potencial de las responsabilidades relacionadas con el uso generalizado de las nuevas vacunas contra la Covid-19″.
Según precisó Claver-Carone, el instrumento propuesto es un intento para empoderar a las naciones en desarrollo, en sus debates sobre las vacunas y proporcionarles un instrumento de garantía único, destinado a mejorar los términos y condiciones del suministro de las vacunas.
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“No cabe duda de que la capacidad de recibir y distribuir vacunas es una carrera que determinará en gran medida el futuro económico y social de los países de todo el mundo. Los países de América Latina y el Caribe deben recibir el apoyo necesario para obtener las vacunas que son fundamentales para poner en marcha las economías de las Américas”, afirmó Claver-Carone.
Según manifestó, la idea surgió en respuesta a las preocupaciones expresadas por muchos de los 26 países miembros prestatarios del BID. Para el timonel del organismo financiero, “la nueva iniciativa podría cambiar la realidad de muchos países y mejorar el acceso a las vacunas, acelerar la recuperación regional y mitigar los riesgos para las empresas farmacéuticas que quieran hacer negocios en América Latina y el Caribe”.
Claver-Carone enfatizó en que cada caso ha sido diferente, pero describió las exigencias contractuales de las farmacéuticas, como cada vez “más y más onerosas” en detrimento de naciones “desesperadas” por tener la vacuna.
Contó que hace un mes, el presidente de Perú, Francisco Sagasti, mencionó la negociación con las farmacéuticas como un “gran problema”, una realidad que Claver-Carone pronto comprobó que era “un factor común” en toda la región.
“La mayoría de los países con los que hemos hablado han dicho claramente que necesitaban ayuda con estas negociaciones bilaterales”, señaló.
Este “respaldo financiero” que ofrece el BID también pretende ayudar a diseñar e implementar reformas regulatorias que faciliten la adquisición y la distribución de vacunas, dijo el organismo.
Un año después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara la pandemia por el nuevo coronavirus, América Latina y el Caribe, con solo el 8 % de la población mundial, registra el 27 % de las muertes globales por covid-19.
Varios países de de América Latina empezaron a vacunar en diciembre, como Argentina y Chile. Entre los que arrancaron la tarea en enero se cuentan Bolivia, Brasil y Panamá; mientras que Colombia empezó en febrero y Uruguay en marzo.
Con información de AFP