Los pronósticos de crecimiento de la economía en Colombia, tanto para 2022, cuyo dato se conocerá oficialmente en unas semanas, al igual que los de 2023 y 2024, han cambiado del cielo a la tierra.

En octubre, de acuerdo con lo señalado por el Banco de la República en su informe de Política Monetaria, se pensaba que la economía en el año que terminó iba a tener un ritmo de 7,9 %, pero ya las proyecciones van en 8 % y hasta más, para luego retomar impulso en 2024 y llegar hasta un 1,3 %.

Los alimentos llevan nueve meses consecutivos con una ata inflación.

¿Habrá recesión?

Todo ahora es distinto. Mientras la economía del año que terminó crecerá más de lo esperado, en 2023 se contraerá más en comparación con los pronósticos que se tenían en octubre en este país.

En una nueva aparición de la junta directiva del Banco, no solo redujo la proyección estimada de crecimiento económico para 2023, a 0,2 %, sino que vuelve ahora el fantasma de la recesión, pues, el mismo Emisor mencionó que podrían venir dos trimestres seguidos, en la primera mitad del año, con crecimientos negativos, lo que, sin embargo, sería una fuerte desaceleración. Con base en ello, la probabilidad de una recesión es del 53 %, cifra que no es menor.

Las señales que están llegando, cada vez que sale a la luz pública un nuevo dato, apuntan a unas dificultades locales que ya son muy diferentes a las globales, pues, en el mundo, según lo expusieron muchos de los participantes en el reciente foro económico de Davos (Suiza).

Aunque el peso se ha valorizado frente al dólar, podría cambiar la tendencia. | Foto: si

Si la gente no consume, las empresas no producen ni contratan

Para Camilo Pérez, director de investigaciones económicos del Banco de Bogotá, tras presentar su informe de revisión de perspectivas económicas, habló de la acentuación del pesimismo de los consumidores y del retroceso en la disponibilidad de los colombianos a comprar vivienda. Esas características podrían ser generalizada, pues, quien se atreve a comprar o a invertir, con créditos caros y el Banco de la República subiendo aún más las tasas de interés.

Todas esas variables van poniendo el freno de mano en la economía que, si bien era lo que buscaban los expertos del Banco de la República, con el incremento en las tasas de interés, la clave está en que no se les vaya la mano.

Peor aún, porque en Colombia, la inflación no ha entrado todavía en la senda reduccionista. El 2022 cerró con 13,12 % y, aunque de forma más moderada, continuaba el alto costo en los precios de los alimentos. De hecho, el Banco de la República revisó al alza las expectativas de inflación, “tanto para 2023 como para horizontes de 2 y 5 años”, dijeron en las minutas de la reciente junta.

Y no es para menos. Todo sigue caro, las tasas de interés detienen a los consumidores. La industria siguió creciendo, pero 15 de sus subsectores mostraron freno, lo mismo que el comercio. Y las matrículas de vehículos nuevos se descolgaron hasta un 20,2 % (negativo).

La reducción en la construcción de vivienda podría impactar el empleo. | Foto: Libre de derechos

Pilas, a cuidar el empleo

La preocupación es con el empleo, que ya empezó a sentir el coletazo. En diciembre, que es una época tradicionalmente de alta contratación, la tasa de desocupación se ubicó en 10,3 %, y en las 13 principales ciudades del país, que es donde más oportunidades laborales hay, fue de 10,8 %.

Con todo ello, el año en que los colombianos volverían a ver un mejor panorama ya no sería este, ni el próximo, sino el 2025. Por lo pronto, analistas económicos del Banco de Bogotá estiman que la posibilidad de que se dé una recesión es del 20 %. La cifra podría seguir subiendo, teniendo en cuenta que se vienen situaciones que podrían afectar aún más: elecciones territoriales, por ejemplo; radicación de reformas en el Congreso, y, en general, decisiones, entre otras.