El crecimiento interanual del PIB de Estados Unidos se situó en 2,4 % en el segundo trimestre del año, según el Departamento de Comercio, a pesar de que los analistas esperaban una cadencia más lenta. En los tres primeros meses de 2023 el ritmo de crecimiento fue mayor al 2 % registrado.
Aunque los economistas han venido advirtiendo de una posible ralentización a medida que la Reserva Federal (FED, banco central) estadounidense subía rápidamente los tipos de interés en el último año para frenar la demanda y reducir la inflación, la economía ha demostrado ser más resistente de lo esperado.
En el primer trimestre, el crecimiento del PIB se revisó bruscamente al alza, hasta el 2 % -desde una estimación inicial del 1,1 %-, impulsado por un consumo más fuerte de lo previsto. Este jueves, el aumento del PIB “reflejó incrementos en el gasto de los consumidores, la inversión fija no residencial y el gasto de los gobiernos estatales y locales”, entre otras áreas, indicó el Departamento de Comercio en un comunicado.
Pero aunque se produjo un “repunte de la inversión en inventarios privados y una aceleración de la inversión fija no residencial”, que contribuyeron a la aceleración del crecimiento del PIB, esta se vio contrarrestada en parte por la caída de las exportaciones así como del gasto público.
Otro dato clave para esta economía tiene que ver con los pedidos de bienes duraderos que volvieron a subir con fuerza en junio en Estados Unidos, por cuarto mes consecutivo, superando incluso las expectativas del mercado, en particular apoyadas en encargos de equipos de transporte, según datos publicados este jueves por el Departamento de Comercio.
El importe total de los pedidos ascendió a 302.500 millones de dólares, o sea un 4,7 % mejor que en mayo, mes para el que también se revisaron ligeramente al alza los datos (un 2 % frente al 1,7 % anunciado como previsión inicial). De esta forma, los encargos de junio superaron con creces las expectativas de los analistas, que esperaban un enlentecimiento del ritmo hasta apenas 1 %, según el consenso recogido por el sitio especializado briefing.com.
Excluyendo el transporte, cuya actividad sigue fuertemente ligada a los pedidos de aviones en el transporte aéreo y entregados de un mes para otro, la tendencia también se mantiene al alza, pero de forma mucho más modesta, con 0,6 %, de nuevo por encima de las expectativas de los analistas (+0,2 %) y en línea con el mes de mayo, que tuvo aumento similar.
Los ajustes de la FED
La Reserva Federal estadounidense aumentó el pasado miércoles en un cuarto de punto porcentual sus tasas de interés, para llevarlas a un rango de 5,25-5,50 %, un máximo en 22 años, tras una pausa en su reunión anterior.
Los directivos del banco central no precisaron si piensan volver a subir las tasas en los próximos meses o si este incremento, el undécimo desde marzo de 2022, es el último del actual ciclo de ajuste monetario.
“El comité continuará evaluando informaciones adicionales y sus implicaciones en la política monetaria”, se limitó a manifestar la FED en un comunicado al término de su encuentro de dos días.
Durante la conferencia de prensa posterior, el titular del banco central, Jerome Powell, se cuidó de dar indicios de cualquier tendencia: “Diría que es posible que subamos de nuevo las tasas durante la reunión de setiembre si los datos lo justifican. Y diría también que es posible que elijamos mantenernos en este nivel durante esa reunión”, y agregó: “Haremos evaluaciones minuciosas, como dije, reunión por reunión”.
Aumentan las restricciones
La política monetaria de la FED, dijo el titular de la institución, es “restrictiva y ejerce una presión a la baja sobre la actividad económica y la inflación”.
Tal como esperaban los mercados, la subida de tasas se ubicó en el nivel más bajo posible. Este mecanismo de lucha contra la inflación consiste en encarecer el crédito y desalentar así el consumo y la inversión, que presionan los precios al alza.
Esta estrategia parece dar frutos: la inflación cayó en junio a su nivel más bajo desde marzo de 2021, para colocarse en 3 % a 12 meses en junio, según el índice de precios al consumidor (IPC). Pero sigue por encima del objetivo de la FED, de 2 %, considerado un nivel sano para la economía. La FED, de todos modos, privilegia en su evaluación otra medida de la inflación, el índice PCE, cuyos datos para junio se conocerán el viernes.
Las tasas se ubicaban en niveles próximos a cero para estimular la economía durante la crisis por la pandemia del covid-19, hasta marzo de 2022, cuando la FED comenzó a subirlas ante una inflación en alza que marcó máximos en 40 años.
El mercado espera además los datos del PIB estadounidense para el segundo trimestre el jueves por la mañana. La expectativa es de un crecimiento de 2 % en proyección anual (la tasa proyectada si se mantuvieran las condiciones al momento de la medición). El FMI, que publicó el martes sus previsiones mundiales de crecimiento actualizadas sobre las últimas de abril, anticipa un crecimiento de la mayor economía mundial de 1,8 % este año.
*Con información de AFP.