El Departamento de Comercio de los Estados Unidos agregó a 36 empresas chinas de alta tecnología, incluidos fabricantes de equipos de aviación, productos químicos y chips de computadora, a una lista negra de controles de exportación, citando preocupaciones sobre la seguridad nacional, los intereses de ese país y los derechos humanos.

La inclusión de las empresas asiáticos a este listado significa que es probable que se nieguen las licencias de exportación a cualquier empresa estadounidense que intente hacer negocios con estas. En algunos casos, las compañías con sede en otros países también deben cumplir con los requisitos para evitar que las tecnologías se desvíen hacia usos prohibidos por los controles de exportación.

La medida indica un endurecimiento de los esfuerzos del gobierno norteamericano (que iniciaron desde la pasada administración de Donald Trump y que han continuado en la administración Biden) buscan evitar que China, especialmente su ejército, adquiera tecnologías avanzadas como chips de computadora de última generación y armas hipersónicas.

Yangtze Memory Technology Co., un fabricante de chips de computadora con sede en la ciudad central de Wuhan, y su unidad de Japón se incluyeron en la lista por “presentar un riesgo significativo de involucrarse en actividades contrarias a la seguridad nacional o los intereses de política exterior de los Estados Unidos”, según el documento.

Se indica además que esta empresa fue incluida en esta lista negra porque supuestamente podrían actuar como proveedores de Huawei Technologies, el mayor fabricante mundial de equipos de red, y de Hangzhou Hikvision Digital Technology, otra empresa sujeta a sanciones estadounidenses.

A fines del mes pasado, EE. UU. prohibió la venta de equipos de comunicación fabricados por las empresas chinas Huawei y ZTE y restringió el uso de algunos sistemas de videovigilancia fabricados en China, incluido Hangzhou Hikvision, citando un “riesgo inaceptable” para la seguridad nacional.

Se dijo que las empresas del grupo de Tecnología de la Información Cambricon de Anhui, algunas afiliadas a la Academia de Ciencias de China y al grupo de Tecnología Electrónica de China, tenían “vínculos estrechos” con instituciones gubernamentales que apoyan a la industria militar y de defensa china, dijo.

Algunas de las empresas se incluyeron en la lista por estar en “riesgo de desvío” a otras empresas en la lista de entidades o están acusadas de exportar ilegalmente productos electrónicos estadounidenses sujetos a controles de exportación a Irán para uso militar. Así mismo, se incluyeron algunos de los principales proveedores de aviación para evitar que adquirieran conocimientos y productos que ayudarían al desarrollo de armas hipersónicas y otras capacidades militares de China.

Tianjin Tiandi Weiye Technologies Co. es otra que figura en la lista, según el documento, porque estaba implicada en vigilancia de alta tecnología, detenciones y otras violaciones de los derechos humanos de las minorías étnicas musulmanas en la región noroccidental china de Xinjiang.

Sobre estas medidas adoptadas por el gobierno norteamericano, hasta el momento no ha habido un pronunciamiento por parte del gobierno chino. Sin embargo, cuando se le preguntó el pasado miércoles sobre los informes de que Washington planeaba cambiar la “lista negra” comercial para incluir a más de 30 empresas, incluida Yangtze Memory Technologies, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin, dijo que es un trato discriminatorio e injusto contra empresas de otros países, y politizando y armando cuestiones económicas y de ciencia y tecnología”.

“Esto es una flagrante coerción económica y acoso en el campo de la tecnología”, dijo Wang, y agregó que también socavaba las actividades comerciales regulares. “No está en los intereses de China, Estados Unidos o el mundo entero”, apuntó.

A principios de esta semana, China presentó una demanda ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra Estados Unidos por sus medidas de control de exportaciones de chips de computadora, donde el Ministerio de Comercio chino dijo que Beijing lo hizo para proteger sus “intereses legítimos”, al tiempo que indicó, según reportes de la agencia oficial de noticias Xinhua, que tales controles eran proteccionistas y amenazaban la “estabilidad de las cadenas industriales y de suministro globales”.

*Con información de AP