En honor a Sacagawea, la mujer indígena shoshone que desempeñó un papel crucial en la exploración del oeste de Estados Unidos, se introdujo en el año 2000 una moneda de un dólar que lleva su nombre. Hoy, casi 25 años después, muchas de ellas están valoradas en más de 140 mil dólares.
Este reconocimiento buscaba destacar su legado como guía e intérprete en la expedición de Lewis y Clark, una misión histórica liderada entre 1804 y 1806 que permitió cartografiar y establecer rutas en el vasto territorio adquirido por Estados Unidos tras la compra de Luisiana en 1803.
Para conmemorar su legado, la moneda de un dólar Sacagawea fue diseñada con un acabado dorado y entró en circulación como parte de un esfuerzo por renovar la circulación de monedas de un dólar en Estados Unidos. En el anverso se representa a Sacagawea llevando a su hijo Jean Baptiste, mientras que en el reverso se muestra un águila en vuelo, un símbolo de libertad y fortaleza.
En principio, la moneda se diseñó para ser de uso cotidiano, pero diferentes errores en su acuñación transformaron muchos ejemplares en piezas únicas y altamente codiciadas por los coleccionistas.
Uno de los errores más notables fue el de las monedas acuñadas sobre planchas previamente utilizadas para cuartos de dólar del estado de Massachusetts. Esta falla dejó visibles partes del diseño original del cuarto junto al retrato de Sacagawea, creando piezas híbridas únicas que llegaron a venderse por hasta 8.800 dólares en subastas. Otro error significativo ocurrió cuando algunas monedas Sacagawea fueron estampadas sobre planchas destinadas a las monedas de Susan B. Anthony, resultando en ejemplares con un acabado plateado en lugar del característico dorado. Una de estas piezas fue subastada por 16.800 dólares en 2022.
El “Cheerios Dollar” es otro de los errores más buscados por los coleccionistas. En el año 2000, algunas de estas monedas fueron distribuidas en cajas de cereal Cheerios como parte de una promoción publicitaria. Estas monedas, pertenecientes a los primeros lotes de producción, tenían un diseño más detallado en las plumas del águila en el reverso, lo que las hizo extraordinariamente raras. Una de estas piezas alcanzó un precio de 34.500 dólares en una subasta realizada en 2008.
El error más valioso, sin embargo, ocurrió cuando monedas de un dólar Sacagawea fueron acuñadas accidentalmente con el reverso de un cuarto de estado. Este error único, del que solo se conocen 18 ejemplares, fue el resultado de un error en la alineación de las planchas de acuñación. Una de estas monedas fue subastada en 2022 por la impresionante cifra de 144.000 dólares, estableciendo un récord en el mercado numismático. Para los coleccionistas, estas monedas no son simples accidentes, sino piezas que narran historias sobre los desafíos y peculiaridades del proceso de producción monetaria.
¿En Colombia ha ocurrido algo similar?
Casos de error de acuñación se pueden encontrar en todo el mundo. En Colombia, por ejemplo, se destacan las monedas de 200 pesos emitidas en 2010 para conmemorar el bicentenario de la Independencia, las cuales se popularizaron al presentar fallas como el escudo nacional invertido o detalles mal alineados.
Otro ejemplo interesante ocurrió con las monedas de 50 pesos, en las que se detectaron errores como bordes irregulares o fechas incorrectas. Aunque estas fallas no alcanzan los valores astronómicos de las monedas Sacagawea, son muy apreciadas por los coleccionistas locales debido a su rareza y a la historia que cuentan sobre los procesos de producción en Colombia.
Los errores de acuñación no solo incrementan el valor económico de las monedas, sino que también las pueden convertir en piezas de interés histórico y cultural.