Uno de los sectores que no la pasó para nada bien en este 2022 fue el de los agricultores, quienes por culpa de las problemáticas derivadas de la escalada del dólar, la inflación y el invierno, tuvieron que enfrentar grandes retos para poder mantenerse a flote y pese a que cerraron con buen paso este año, sostienen que hay mucha incertidumbre de cara a lo que vendrá para los próximos meses en el país.

Adicional a todos los inconvenientes ya mencionados, este sector de la economía también tuvo que sufrir los estragos originados por la guerra entre Ucrania y Rusia, teniendo en cuenta que la nación ucraniana es uno de los mayores productores de fertilizantes en el mundo y esta es una materia prima fundamental para sacar adelante los cultivos. El alza de precios en los fertilizantes y abonos puso a prueba las finanzas y poder de resiliencia de los campesinos desde el mes de febrero.

Ante esta situación, el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Jorge Enrique Bedoya, aseguró que la industria agropecuaria en Colombia tuvo que enfrentar la “tormenta perfecta” este año. Además, este vocero destacó que el mundo no tuvo tiempo para recuperarse de las afectaciones que trajo consigo el confinamiento derivado del covid-19, situación que sumada al Paro Nacional en el 2021, no permitió que la reactivación económica se diera como debía.

Jorge Enrique Bedoya, Presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia | Foto: Semana

“Allí se empezó a consolidar ‘la tormenta perfecta’ que ha acompañado a la producción de alimentos durante prácticamente todo el 2022. Costos de insumos en dólares en niveles inimaginables; un fenómeno inflacionario a nivel global materializado también en nuestro país; y un incremento en la tasa de cambio que la llevó inclusive a niveles superiores a los $5.000 pesos por dólar a mediados de noviembre, cuando habíamos iniciado el año alrededor de los $4.000 e inclusive cuando llegó a ubicarse en su nivel más bajo ($3.706) en la primera semana de abril del 2022″, dijo Bedoya.

Para este vocero de los agricultores, también se debe tener en cuenta que el país vivió “una depreciación del peso superior al 20 %, un exceso de demanda en la economía evidente y una inflación incesante, la junta directiva del Banco de la República terminó el año con su octavo incremento de las tasas de interés, llevando así la tasa de la política monetaria de 3 % en enero, a 12 % al cierre de este 2022″.

Todo esto derivó, según él, en un incremento de los costos de crédito para los productores de alimentos, dificultando aún más la capacidad de financiarse para poder sacar adelante sus cultivos y dejándolos expuestos a las afectaciones que trajo consigo la temporada invernal de este año, que según el Ideam, podría extenderse hasta el primer trimestre del año que está a punto de comenzar.

“Desde el sector agropecuario creemos que el Gobierno tiene una enorme oportunidad, no solo con el presupuesto aprobado por el Congreso para la siguiente vigencia fiscal, sino también con la tan anunciada adición presupuestal, para fortalecer los instrumentos que mitiguen y, por qué no, que resuelvan el impacto que ha tenido la tormenta perfecta que el agro ha vivido en este 2022″, agregó el Presidente de la SAC.

Dentro de los retos o puntos claves a tener en cuenta, de cara a lo que viene, el gremio agricultor destacó el subsidio a la tasa de interés, el aseguramiento de la producción agropecuaria, el apoyo para el costo de los insumos, la recuperación y fortalecimiento de la red terciaria, entre otros, requieren presupuestos muy por encima de los que se tuvieron en el presente año.

“Las perspectivas económicas globales para 2023 no son las mejores, y mientras se mantenga la invasión de Rusia a Ucrania, el costo de nuestros insumos es incierto. Y si la economía colombiana se desacelera y se reduce el consumo de los hogares sin tener certeza del comportamiento de los costos de producir comida, puede llevar al sector a un terreno bastante complejo”, dijo Jorge Enrique Bedoya.

La Sociedad de Agricultores de Colombia resaltó que cierran el año 2022 en medio de grandes desafíos y reciben el 2023 con gran incertidumbre. Así mismo, recordaron que el gobierno tiene los recursos para actuar y esperan que, de manera decidida, si es necesario, los utilice por el bien del agro y de los consumidores colombianos.