Durante este inicio de gobierno por parte del presidente de la República, Gustavo Petro, se ha establecido un objetivo muy concreto, en materia ambiental, y de contaminación, no solo para los colombianos, sino también para las empresas que ejercen sus operaciones dentro del territorio nacional, como lo ha sido la reducción de emisiones de dióxido carbono.
Dentro de esta tarea, también ha jugado gran papel el manejo de carros y su tipología, ante los cuales se han generado algunas medidas para disminuir esta situación, como por ejemplo, el día sin carro.
Las afectaciones no son solamente ambientales, debido al alto grado de contaminación que hay en algunas zonas del país, puede llegar a generar fuertes enfermedades y afectaciones para la salud de la población. De hecho, según el reporte del Instituto Nacional de Salud (INS) de 2019, la exposición al aire y al agua de mala calidad causa alrededor de 17.549 muertes cada año, lo que representa aproximadamente el 8 % de la mortalidad anual en el país, encontrando entre las principales dificultades, afecciones cardiovasculares como ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y enfermedades del corazón.
Uno de los principales señalados ante esta situación, ha sido el transporte carretero, generando contaminación a través de elementos como: monóxido de carbono (CO), dióxido de nitrógeno (NO2), material particulado fino (PM2,5), dióxido de azufre (SO2), carbono negro (BC) y dióxido de carbono (CO2). Ante esto, fueron presentados algunos datos calculados por parte de Julieth Viviana Alfonso Ávila, magíster en Ingeniería - Transporte de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) en su investigación titulada: “Emisiones de contaminantes atmosféricos por el transporte terrestre por carretera en Colombia”.
“Para el cálculo de emisiones de 2019 se estimaron las emisiones analizando 6 de los principales contaminantes generados por los vehículos. Así, se identificó que los vehículos de carga son los que más aportan a las emisiones del transporte carretero en Colombia; representan el 55 % de las emisiones de BC, 53 % de NO2y 49 % de PM2,5″, afirma la magíster.
Ante este análisis, hay una gran disparidad, debido a que a pesar de que los vehículos de carga (camiones, volquetas y tractocamiones) son los que más reportan la generación de estos gases contaminantes, poseen un recorrido mucho menor, como también lo explicó Alfonso:
“Estos vehículos representan apenas un 8 % de los kilómetros recorridos anualmente en las vías colombianas frente a todos los vehículos registrados en sus diferentes tipologías” expresó la profesional.
Por otro lado, las motos ocupan el segundo puesto, generando un aproximado del 58 % de las emisiones, mientras que en el caso de los vehículos livianos, como taxis o automóviles particulares, esta contribución es del 62 %.
De esta forma, a través de este estudio, también se realizaron proyecciones respecto a como se podría comportar esta actividad contaminante hasta el año 2050, determinando que las emisiones de dióxido de carbono y dióxido de azufre aumentarán, mientras que las de carbono negro, monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno y material particulado disminuirán, situación explicada por la profesional:
“El aumento se debe a que el parque automotor seguirá creciendo y a que en el estudio se mantuvo constante el contenido de azufre en los combustibles. La disminución de los otros compuestos se presentaría por las cada vez más exigentes normativas con respecto a límites máximos permitidos de gases contaminantes, como por ejemplo la tecnología EURO”, aclaró Alfonso.
Así mismo, se espera que desde la cúpula gubernamental, se continúen generando medidas para disminuir esta problemática, situación ante la que la magíster también puntualizó algunas recomendaciones de manera final: “En el transporte carretero la mejor estrategia es la apuesta por una fuerte inserción de tecnologías cero emisiones como vehículos con hidrógeno, eléctricos enchufables y eléctricos con batería en un escenario con un parque automotor que no crece infinitamente en el tiempo, sino que paulatinamente disminuye debido a la reducción de la dependencia de las personas por el vehículo particular, lo cual determina un cambio de paradigma, ahora, hacia la movilidad sostenible”.