Los precios de los bienes y servicios están mostrando dos comportamientos dispares en el país. Por un lado, los productores vienen presentando disminuciones con respecto a la comercialización de sus productos; en contraste con los consumidores que están experimentando alzas por la adquisición de los artículos relacionados con la canasta familiar.
Esto llevó al presidente de la República, Gustavo Petro, a manifestar que esta situación podría estar explicada por un fenómeno especulativo, que frente a lo cual sostuvo que “hay que controlar”, para evitar que se siga afectando el bolsillo de los colombianos.
“Esperemos que la inflación que disminuye frente al precio del productor se traslade al precio al consumidor. Sino tendríamos fenómenos de especulación que hay que controlar”, dijo el jefe de Estado en un trino publicado en las últimas horas, en reacción a un mensaje difundido por el economista Jorge Restrepo.
De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane), el Índice de Precios al Productor (IPP) -que registra la evolución de los precios de venta para el fabricante- registró una variación en los dos primeros meses del año del 1,15%; evidenciando una caída de 2,71 puntos porcentuales frente a igual periodo del 2022 (3,8%).
Además, si se compara con la variación anual, se observa que de febrero de 2021 a febrero de 2022 se situó en 31,07 %; mientras que entre febrero de 2022 a febrero de 2023 se encuentra en 13,17 %. Es decir, que en los últimos 12 meses se ha presentado una disminución de más de 17 puntos porcentuales en los precios al productor colombiano.
Sin embargo, otro panorama se presenta con el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que para el segundo mes del 2023 se ubicó en 1.66 %, evidenciando un incremento de 0,3 % respecto a igual periodo en el 2022. Mientras que en el acumulado anual, en referencia a los últimos 12 meses, se sitúa en 13.28 %, reflejando un aumento de 5.27 % si se compara con el año pasado. Esto se explica, en gran medida, por el incremento que presentan los alimentos, continúan registrando altos precios; por lo que son lo que más está agudizando el costo de vida entre los colombianos.
Dewin Pérez Fuentes, magister y Ph.D en Ciencias Económicas, explica que mientras el IPP mide los precios al por mayor (tonelada), el IPC lo hace desde el punto de vista del comercio al por menor (unidad, libra o kilo). Sin embargo, como la comercialización de los bienes y servicios no se da directamente entre el productor y el consumidor, dentro de la cadena de distribución que lleva los productos al ciudadano, se está presentando alguna perturbación o situación que está ocasionando que los precios de venta al público estén disparados.
“Una caída en los costos de producción y en los costos de compra de los comercializadores, se deberá reflejar tarde o temprano en una disminución en los precios de los productos al por menor”, indicó.
Señaló además que ya en el país se está presentado especulación de precios y que esta es la razón por la que los ciudadanos no estén viendo disminuciones en la compra de bienes y servicios, pese a que los precios para quien los produce está descendiendo. “Si el comerciante le compra la tonelada de papa al campesino más barata y si no se está viendo reflejado esto al consumidor final, significa que el comerciante está generando una sobre ganancia, porque los costos de compra se le están abaratando, pero no lo está trasladando al público”, apuntó.
El experto consultado por SEMANA considera que el punto de equilibro entre los precios al productor y los precios al consumidor se estarían evidenciando a partir del segundo trimestre del año.