La desaceleración económica con la que arrancó este año ha llevado a distintos sectores a buscar nuevas formas para dinamizar sus ventas y una de las que está en tendencia es la venta directa por catálogo. Este tipo de comercio se caracteriza por la venta de productos al consumidor final sin ningún intermediario y de forma externa, es decir, sin una sucursal física que reciba clientes.
El crecimiento de esta alternativa se ha dado de forma clara y consistente. Cifras aportadas por parte de la Asociación Colombiana de Venta Directa (Acovedi) indican que Colombia se posiciona en el top 15 del mundo en cuanto al uso de este canal.
Un reciente estudio de percepción de la Superintendencia de Sociedades, realizado con la firma Yanhass, indica que la venta directa tiene atributos que le dan ventaja, como la rapidez de la compra, la variedad de los productos y las facilidades de pago. Así mismo, los compradores sienten que pueden apoyar el emprendimiento, al tiempo que influye el factor emocional del contacto y relacionamiento entre comprador y vendedor.
Prueba del buen desempeño de este tipo de comercio es que durante el último año creció 8,1 %, con ventas que representaron más de 6 billones de pesos; mientras que, en todo el planeta, a corte de 2021, las ventas directas representaron ventas de 186.000 millones de dólares.
“El crecimiento del sector evidencia además que las zonas más apartadas del país han iniciado procesos de ventas a través de las diferentes plataformas de las compañías pertenecientes a este sector, el cual ha potencializado la comercialización integral de productos de bienestar en la periferia nacional y zonas que antes no participaban tan activamente en esta industria”, explicó Elizabeth Acuña, directora ejecutiva de Acovedi.
Los sectores más destacados en este crecimiento fueron las industrias de cosméticos y cuidado personal con 38,82 % y ropa y accesorios con un 34,38 %. Mientras que entre las marcas más destacadas con esta modalidad se encuentran: Herbalife, Natura, Novaventa, Rena Ware, entre las que hacen parte de Acovedi.
En cuanto al futuro de esta industria, el informe de la Superintendencia de Sociedades, previamente mencionado, aclara que los consumidores esperan que continúe el crecimiento gracias a la comodidad y accesibilidad que ofrece, pero que a su vez pueda crecer en materia de selección de productos, seguimiento de pedido y pagos a través de canales virtuales de fácil acceso.
Se espera que continúe la regulación de esta industria, con el fin de que se evite la práctica ilegal de ventas multinivel. Como lo puntualizó Acuña:
“Hemos venido impulsando fuertemente el entendimiento de nuestro sector como un referente ético, de actividad decidida, a la que hay que dedicarle tiempo e información exacta y veraz. Esto no es de ´varitas mágicas´ o milagros como los muy cuestionados esquemas fraudulentos de captación ilegal, que condenamos y estamos dispuestos a denunciar todos los días, amparados en la ley 1700 de 2013, que además referencia a Colombia como único país en Latinoamérica con esta norma de protección al consumidor”.
Las personas que venden por catálogo son mayoritariamente mujeres (84 %) y lo hacen como una alternativa económica que les permite emprender. Igualmente, se estima que los compradores de productos invierten en promedio $ 147.190, mientras que los vendedores independientes $ 610.773,
Según cifras del informe de la Supersociedades, 6,6 % de los vendedores se dedican a esta actividad una vez por semana; 30,8 % lo hace cada 20 días; 29 %, una vez al mes; y 27,8 %, dos veces al mes.
En cuanto a los motivadores de compra, el 24,1 % de los clientes de la venta directa dice que lo hace por ayudar al vendedor; el 34,8 % por las ofertas y el 38,5 % por los precios; asumiendo como variables trascendentales la comodidad por no salir de la casa y la facilidad de acceso.
Se estima que unos 2,5 millones de personas están relacionadas con esta industria en el país.