Luego de la pandemia del Covid-19, las lesiones falsas, los accidentes simulados, los hurtos preparados o, el asegurar un vehículo por encima de su valor, fueron algunos de los tantos casos de fraude que a diario se han presentado en las compañías aseguradoras. Estos hechos cada vez vienen más en aumento y, han evolucionado debido a las necesidades económicas y a la “malicia innovadora” de algunas bandas criminales.
Colombia, por supuesto, no es ajeno a esta situación y según la Federación de Aseguradores Colombianos (Fasecolda), en el último semestre de 2021 se registraron 9.916 casos por $67.950 millones, lo que significó que por día se presentaron en promedio unos 54 fraudes que le costaron a las compañías $373.351 diarios.
Asimismo, el gremio señaló que la mayoría de fraudes se presentaron en el sector de seguro de vehículos, especialmente en la categoría del seguro obligatorio de accidentes de tránsito (SOAT), que encabezó la lista con 5.622 casos. Sin embargo, también se identificaron 533 casos por desaparición o robo de partes.
Martín Alvemo, CEO de Seguro Canguro, señaló que es un tema que se presenta por la desesperación financiera de muchos, su necesidad, desespero o porque ven la oportunidad de salir de una situación complicada, como los daños mecánicos de un vehículo”.
Y agregó que no hay que olvidar que existen tres categorías de fraude: “El interno, en donde un colaborador de la compañía busca defraudar o apropiarse indebidamente de activos de la organización; el externo, realizado por una persona externa a la entidad, que busca defraudar, apropiarse indebidamente de activos y, las estafas, que son la venta de seguros de entidades que no existen”.
Por otro lado, el experto decidió dar a conocer cuáles eran los cinco tipos de fraudes más comunes que se presentan en el sector asegurador de vehículos en Colombia y que afectan, no solamente a las aseguradoras, sino también a millones de colombianos:
Si no están en estado para ser asegurados: Esto es uno de los casos más comunes que suelen presentarse en las compañías y, se utiliza a través de métodos como el gemeleo o la manipulación de fotos del vehículo para luego falsificar o provocar un siniestro de pérdida total.
Los que tienen un valor comercial por debajo del valor asegurado: Ciertos propietarios buscan elevar el valor del carro o la moto, para así, poder tener acceso a seguros mucho más altos. Esto usualmente pasa con vehículos poco comercializados o aquellos que son de alta gama, y también con aquellas referencias que cuentan con costos de reparación muy altos.
Si está en perfecto estado para luego fabricar un siniestro: Este es uno de los más populares dentro del gremio y se puede presentar por casos en donde los usuarios acusan pérdida total o hurto. La mayoría de los que son señalados por robos se pueden encontrar con estrategias de clonación de placas y luego la venta; desmontar para ser vendido por partes o, también son ofrecidos en el campo para que no se detecten tan fácil.
Tener un daño mecánico: Algo que no cubren los seguros y que resulta ser tan costoso de arreglar que una persona desesperada prefiere fabricar o provocar un siniestro para recuperar el dinero, “esto es un fraude oportunista y es muy difícil de controlar”, resaltó Alvemo.
La venta de seguros falsos: Así como las empresas del sector sufren por estas situaciones, las personas también son víctimas de estafas. Hace poco, Fasecolda encontró más de 300 casos de usuarios que compraron SOAT con descuentos que se vendían bajo el nombre de la misma entidad.
Por esa razón, impulsó la campaña: #NoCaiga, e hizo recomendaciones como el desconfiar de pólizas con descuentos altos, no compartir datos personales a través de aplicaciones de mensajería instantánea o depositar dinero para cuentas personales.
De acuerdo a los datos recogidos en el Informe de Fraude en Seguros Friss 2022, en donde se reunió la opinión de más de 400 profesionales de seguros de todo el mundo, más del 20% de los encuestados llegó a la conclusión que los siniestros reclamados podrían ser fraudulentos.
Además, la creatividad y la persistencia en el fraude de siniestros es cada vez más ingeniosa y para el 41% de quienes respondieron, mantenerse al día con el modus operandi del moderno estafador fue su mayor desafío para atender eficazmente los desafíos frente a estos temas.