El pleno del Parlamento Europeo votará este miércoles 6 de julio la propuesta de la Comisión Europea de incluir el gas y la nuclear en la clasificación de inversiones en energías verdes, después de un debate parlamentario este martes en el que se han oído voces a favor y en contra.
El pleno de la Eurocámara ha estado dividida entre los rechazos a la propuesta de taxonomía del Ejecutivo comunitario de los socialistas europeos, los verdes y la izquierda europea, el posicionamiento a favor de los liberales europeos (Renew Europe) y las posiciones divergentes dentro de los ‘populares’, que barajan dar libertad de voto por las distintas sensibilidades entre sus delegaciones si bien el portavoz del grupo ha manifestado su intención de votar en contra del acto delegado.
“La Comisión presentó una norma que no es aceptable para una masa crítica de participantes en el mercado”, señaló el eurodiputado popular Markus Ferber que argumenta que “los inversores que quieren invertir en verde, no quieren financiar gas y nuclear” y que la taxonomía no cumple los criterios científicos, por lo que la formación votará en contra.
En su intervención inicial, la comisaria de Servicios Financieros, Mairead McGuinness, defendió la propuesta del Ejecutivo comunitario argumentando que se trata de un “instrumento voluntario para orientar a los inversores para alcanzar los objetivos climáticos” pero que “no es política energética”, algo que, recordó, depende de cada Estado miembro.
Además, dada situación energética derivada de la guerra de Ucrania, la comisaria indicó que se trata de “momentos de incertidumbre” y que hay países que han puesto en marcha centrales de carbón para “no quedarse sin suministro”, por lo que ha concluido que el gas y la nuclear son importantes para la transición energética.
Por su parte, la europarlamentaria de Izquierda Unida Sira Rego señaló que la propuesta de taxonomía de la Comisión Europea va en contra de las recomendaciones de los científicos y que defiende “los intereses de las grandes energéticas”. Así, instó a votar por el rechazo del acto delegado y tomar una decisión “que no hipoteque nuestro futuro”.
Con un posicionamiento contrario se pronunció el eurodiputado de Ciudadanos Luis Garicano que defendió que sin tecnología de almacenamiento de renovables “no tendremos suficiente energía” y “necesitaremos nuclear y gas”. En un paso más, dijo que “el gas es necesario en la transición, como quedó de manifiesto en esta guerra” y expresó que la calificación de siete años que plantea el Ejecutivo comunitario “es un buen acuerdo”.
Por su parte, la eurodiputada popular Pilar del Castillo aboga por una taxonomía que clasifique al gas y la nuclear como verde argumentando que en el caso del gas solo comprende hasta 2030 y que la nuclear solo considerará “aquellas centrales que cuenten con un fondo para su desmantelamiento y gestión de residuos”.
El eurodiputado socialista riojano, César Luena, indicó que la Comisión Europea “se equivocó” y destacó que “ni el gas ni la nuclear son verdes, es evidencia científica”. Además, mencionó que es “incoherente” con la “ley de clima, con el pacto verde y con la autonomía estratégica”.
El europarlamentario de Los Verdes alemanes, Michael Bloss, aboga por rechazar esta taxonomía y argumenta que nadie se la “tomará en serio” si incorporan el gas y la nuclear. Igual que otros europarlamentarios señala que beneficia los intereses de Francia y pidió que “no desbaraten más nuestra independencia energética de Putin”.
Ya a mediados del pasado junio, la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios y la comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo rechazaron la propuesta de taxonomía que considera el gas y la nuclear como actividades económicas sostenibles, con 76 votos en contra, 62 votos a favor y 4 abstenciones.
Si en la votación de este miércoles en el pleno de la Eurocámara, una mayoría absoluta de 353 eurodiputados rechaza la propuesta de Bruselas, la Comisión Europea tendrá que retirarla o modificarla.
*Con información de Europa Press.