Desde octubre del año pasado, el Gobierno inició una senda de incremento en el precio del galón de gasolina que, hasta el mes de junio, ha subido 3.250 pesos, ubicándose en promedio en 12.364 pesos.
Esta estrategia se adelanta con el fin de disminuir el valor del subsidio a los combustibles en el país y reducir, así, el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), que está cerca a los 30 billones de pesos.
La medida aún no incorpora alzas en el precio del diésel, clave en el transporte de carga, mercancías y productos, pero sí ha tocado parte del transporte de pasajeros, como el servicio de taxis.
En ese sentido, en entrevista con SEMANA, el exministro de Hacienda José Antonio Ocampo calculó hasta dónde pueden ir los aumentos en el precio de la gasolina y explicó por qué se llegó a este punto.
Al consultársele la cifra en la que cree va a llegar el precio del galón de gasolina, aseguró que a 16.000 pesos.
La pregunta es si el colombiano aguanta ese valor. “Muchos de los que pagan gasolina son sectores de altos ingresos. En eso, el presidente estaba de acuerdo y por eso aceptó aumentar el precio de la gasolina, que fue una propuesta nuestra y se hizo a partir de octubre, con aumentos posteriores más fuertes”, dijo el exministro Ocampo.
Calificó de inaceptable la decisión del anterior gobierno de no incrementar los precios, cuando ya la pandemia había pasado. “En retrospectiva, fue inaceptable que la administración Duque decidiera no aumentar los precios de la gasolina sino en el último mes del gobierno. Me parece que fue una decisión política clarísima”, aseguró.
E, incluso, fue más allá. “El Gobierno Duque la embarró al no aumentar el precio a la gasolina. Más aún, dio una desafortunada declaración al final, cuando por fin aumentó el precio y dijo que el gobierno siguiente tenía que seguir ese derrotero. Pero ese no fue el derrotero de su administración, ya que nos dejó un déficit que era el 3 % del PIB, adicional al de más del 5 % del Gobierno nacional. Era un déficit enorme. Debió haber comenzado desde mucho antes a aumentar gradualmente el precio de la gasolina”, puntualizó Ocampo.
Esto lo respondió el exministro de Hacienda José Manuel Restrepo, quien hizo varias aclaraciones: “Como gobierno y con responsabilidad saneamos 17 billones de pesos del fondo de combustibles en 2018″.
Y agregó: “Con responsabilidad pagamos 14,2 billones de pesos para dejar saneado el fondo al primer trimestre de 2022. Dejamos en presupuestos “28,5 billones para necesidades posteriores y 19 billones de pesos para 2023″.
MinHacienda ratifica que la gasolina seguirá subiendo por cinco meses más
Con la aclaración de que por primera vez en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) se hace énfasis en las políticas de Gobierno y no solo en los temas técnicos, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, hizo una amplia defensa de las reformas sociales que tramita la Casa de Nariño en el Congreso. Al tiempo, dio un panorama alentador sobre el desempeño económico del país.
El MFMP no es otra cosa que la hoja de ruta de la política fiscal. Por ende, además de presentar las metas en cuanto a ingresos y gastos de la nación, también hace estimaciones sobre los factores determinantes para esas cifras, como lo son el precio del dólar, el del petróleo, el recaudo tributario y el crecimiento económico.
Mientras en diciembre pasado, en la Cartera de Hacienda creían que el país crecería 1,3 % este año, ahora estiman que podría llegar al 1,8 y a 1,5 % en 2024. La mejora se basa en factores como una menor inflación (este año quedaría en 9,2 %) y una tasa de cambio inferior a la inicialmente estimada para 2023. En diciembre creían que este año podría estar en 4.758 pesos, pero ahora la ven en 4.640, precio que, no obstante, está por encima del nivel actual de la cotización de la divisa (hoy por debajo de los 4.200 pesos).
También proyecta una reducción del déficit fiscal en 2023 como porcentaje del PIB (4,3 % frente al 5,3 % de 2022). Este ajuste permitiría un equilibrio primario por primera vez desde 2019, apalancado en el mayor recaudo de las reformas tributarias de los últimos dos años y de los altos precios del petróleo, que llevarían a ingresos históricamente altos.
El MFMP, sin embargo, hace un ajuste en cuanto a la expectativa del precio del barril de petróleo, que antes estimaba en 94,2 dólares para este año y ahora ve en 78,6 dólares. Ese menor valor del crudo tiene un gran impacto en las cuentas fiscales, pues fue uno de los responsables de una menor adición presupuestal para este año que, inicialmente, se planteaba en 23 billones de pesos y ahora va en 16,6 billones. Dichos recursos están pendientes de ser aprobados en las plenarias del Congreso y se ejecutarán en la segunda mitad del año.
Precisamente, el precio internacional del petróleo no solo tiene implicaciones desde el punto de vista de las exportaciones, sino también en los precios internos de la gasolina, que se han vuelto un dolor de cabeza para el Gobierno.
Esto porque debe atender el enorme hueco que tiene el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) que, según Bonilla, en el acumulado puede llegar a 50 billones de pesos. “Financiar ese dinero con el presupuesto implica quitarle recursos a la política social, por eso tenemos que tomar la medida dolorosa de subir los precios de gasolina”, dijo y agregó que esta política se mantendrá por cinco meses más.