La llegada de Gustavo Petro al poder en 2022 supuso un cambio abrupto en las relaciones comerciales y diplomáticas que el país tenía con otras naciones. Para nadie es un secreto que existe una alta afinidad del presidente de izquierda, con otros mandatarios de la misma línea política como Gabriel Boric, de Chile; Andrés Manuel López Obrador, de México, y Nicolás Maduro, de Venezuela.
La relación con este último mandatario ha sido una de las más polémicas, pues Venezuela ha sido uno de los países de la región que ha enfrentado la crisis económica más abrupta, rompiendo récords en los precios de los productos y servicios y llegando a tocar la hiperinflación.
Además de enfrentar una crisis política que no ha permitido que el mandatario actual salga del poder y que se lleven a cabo elecciones transparentes.
Ante el difícil panorama para el país vecino, Petro llegó a la presidencia con un deseo claro. El de reestablecer relaciones comerciales y diplomáticas que les permitan obtener ganancias y así superar la crisis, que también es motivada por los bloqueos comerciales que ha impuesto Estados Unidos.
Tras poco más de un año del proceso de restablecimiento de las relaciones, que inició exactamente en septiembre del 2022, ya se han podido evidenciar los primeros frutos en materia económica. El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia recientemente publicó un informe en el que detalló cómo se han comportado las exportaciones en el país.
El informe asegura que el año pasado, Colombia le vendió a Venezuela, a través de las fronteras como aeropuertos y puertos, un total de 673,4 millones de dólares, suma que representó un aumento del 6,5 % frente al 2022. Respecto al volumen, se despacharon cerca de 370.090,3 toneladas, lo que también significa un crecimiento del 8,4 %.
La cartera indica que, del total del valor mencionado, cerca del 95 % correspondió a bienes no mineroenergéticos, lo que representó una suma de 640,2 millones de dólares, que registró a su vez un crecimiento del 6,3 % frente al 2022.
Al respecto, Germán Umaña Mendoza, ministro de Comercio, aseguró que, aunque se han registrado logros significativos, todavía hay espacios importantes en los que se puede aumentar el comercio. “Por eso trabajamos articuladamente para promover la construcción de cadenas de suministro, que permitan aprovechar complementariedades económicas”, comentó.
El informe detalla que en 2023, la canasta exportadora a Venezuela estuvo conformada por una oferta variada de artículos. El principal fue el de los caramelos, dulces y confites, que representó un 7,1 % de la oferta total. Las exportaciones de estos productos crecieron un 21,9 % frente al 2022.
“Hemos avanzado de manera propositiva y positiva en el proceso de restablecer nuestra relación con Venezuela. Tenemos la profundización del Acuerdo Comercial de Alcance Parcial que sin duda ha impulsado esta relación”, agregó el líder de la cartera.
A la canasta exportadora del país también le siguieron los abonos minerales, que participaron con el 2,4 %, registrando un aumento del 13,4 %. Luego están las premezclas para la alimentación de los animales, que representaron igualmente el 2,4 % y tuvieron un incremento en sus exportaciones del 52,4 %.
“También se exportaron a Venezuela galletas saladas que representaron en el año el 2 % de lo vendido a ese mercado y crecieron 37,5 %. Le siguieron las demás bombas centrífugas que representaron el 2 % y registraron una variación en sus exportaciones de 21.858%”, indica el informe.
Frente a las exportaciones e importaciones registradas en los tres puentes fronterizos que existen entre los dos países, se registran transacciones por 310,5 millones de dólares, que representan 301.527 toneladas. Las cifras van desde el 26 de septiembre hasta el 30 de diciembre del 2023.