La reforma laboral del Gobierno Petro, que tuvo un intento fallido en la legislatura pasada y que en la actual ya fue aprobada en dos de los cuatro debates que requiere para convertirse en Ley, sigue generando preocupación tanto en el sector privado, como en los centros de pensamiento y en los partidos políticos.

El encarecimiento de las horas extras y de los despidos sin justa causa se mantienen como las principales preocupaciones de la iniciativa, pues esto elevaría los costos laborales de las empresas en momentos de desaceleración económica y en medio de una fuerte informalidad laboral que, en vez de corregirse, probablemente aumentaría.

El expresidente Álvaro Uribe, líder del Centro Democrático, en sus acostumbra reflexión de los fines de semana, que suele publicar en su cuenta de X, se refirió a este tema e hizo algunas propuestas alternativas que podrían ayudar a mejorar el mercado de trabajo.

Argumentó que los últimos tres aumentos de salario mínimo -uno del presidente Duque y dos del presidente Petro-, los trabajadores ganaron 36 puntos, lo cual es positivo para la economía, pero se afecta cuando a las empresas les cargan tantos impuestos. “Colombia hoy, para los que pagan impuestos, es un país altamente agravado en el mundo. ¿Por qué no se rebajan los impuestos y se aumenta el salario? Lo que nosotros hemos dicho es que es mejor un peso en salarios que en impuesto; mejor un peso en inversión de la empresa que en impuestos pagados al Estado”, sostuvo.

De la misma manera, destacó que se acogiera la propuesta de su partido político con respecto a los trabajadores de plataformas como Rappi y Uber, a quienes “se les debe garantizar la seguridad social, pero que no someterlos al código del trabajo”.

Ojo a los aprendices

Álvaro Uribe también alertó sobre el cambio en la contratación de los aprendices que está propuesto en la reforma, el cual llevaría a muchos empresarios a preferir pagar una cuota que contratar al aprendiz. Esta ha sido una advertencia que también han hecho los abogados laboralistas, quienes han dicho que ese cambio, que implicaría contratar a los aprendices igual que a un empleado regular con cesantías, primas y vacaciones, encarecería el costo de cada aprendiz en un 50%.

El exmandatario también calificó como “mala” la eliminación del contrato sindical, como lo propone esta reforma del gobierno. “El contrato sindical permite que haya acuerdos de producción, de terciarización entre la organización de trabajadores y la empresa. Ha sido muy útil, crea fraternidad, mejora la empresa, mejora los trabajadores”, precisó.

En lo que respecta a los recargos por horas extras, dijo que ya son excesivos en Colombia y que con la reforma subirían más. “Por ejemplo, el único país que nos gana en horas de recargo es Panamá, que tiene 12 horas, pero el recargo es apenas del 13%. Venezuela tiene 10 horas, con un recargo salarial del 30%. Brasil tiene 7 horas, Perú tiene 8 horas con un recargo del 35% y México 10 horas. Colombia quedaría con 11 horas, el más alto después de Panamá y con un recargo del 35%”, insistió.

Este panorama sería más complicado aún si se tiene en cuenta la cantidad de días feriados que tiene el país. Son 18. “Si bien Chile que tiene 19, allá el recargo por día feriado es del 30% y aquí es del 75% y quedaría en el 100%. México tiene 9 días feriados, el recargo es del 35%. Brasil tiene 10 días feriados y el recargo es del 20%”, anotó el exmandatario y en este aspecto pidió especial atención para el gremio de los restauranteros, agremiados en Acodres.

La laboralización de los aprendices encarecería los costos para las empresas.

“Tienen más de 400 mil trabajadores, un alto porcentaje informales. Es un gremio altamente generador de empleo, pero el año pasado disminuyó 27%, y este año ya ha disminuido 28%. El 80% de los pagos de ese gremio son por recargos nocturnos y dominicales”, dijo Uribe, lo que implicaría que sería duramente golpeado con la reforma laboral.

Agregó a sus propuestas que “en lugar de esta nefasta reforma se cree una nueva prima que ponga a remar a los trabajadores y a los empresarios en la misma dirección. No a confrontarlos, no a buscar evadir”. La idea sería que aquellos sectores de la economía que tengan un crecimiento del 30% o más paguen una prima adicional, lo cual estimularía al trabajador y al empresario. “Los acerca más, como tiene que ser. Nosotros estamos por la economía fraterna, por el mejoramiento en el largo plazo de los trabajadores y de las empresas. Nosotros no estamos por el odio de clases”, subrayó.