La Reserva Federal de Estados Unidos (FED, banco central) se reúne esta semana para proceder a un nuevo incremento de tasas de interés, con la mira puesta en enfriar la economía para contener la inflación y al mismo tiempo intentar evitar una recesión, un ejercicio de equilibrio delicado.

“Quieren lograr lo que llaman ‘un aterrizaje suave’, tratando de evitar una recesión. La pregunta es si pueden lograrlo. Es difícil saberlo en este momento”, dijo a la AFP Julie Smith, profesora de economía de la universidad Lafayette, de Pensilvania.

El comité monetario de la FED se reunirá este martes y miércoles y procederá a un nuevo incremento de tasas de interés de referencia. Actualmente, los tipos de interés se mantienen entre 1,50 y 1,75 %, luego de dos años de tasas prácticamente en cero.

El organismo debe tratar de que una desaceleración voluntaria de la actividad económica no sea demasiado fuerte, para no golpear al mercado laboral, actualmente muy sólido.

La hipótesis de un alza de tres cuartos de puntos porcentuales es la preferida por los mercados. En junio, un incremento de esta magnitud fue el más alto hasta ese momento desde 1994. “Pienso que subirán las tasas 75 puntos básicos. Pero siempre podemos vernos sorprendidos por la FED”, anticipó Julie Smith.

La magnitud del aumento

Uno de los gobernadores de la FED, Christopher Waller, recientemente abrió la puerta a un alza de un punto porcentual. Los miembros del comité monetario “discutirán probablemente” esta hipótesis, según Smith, “simplemente porque las cifras de inflación son bastante malas”.

Pero “los otros parámetros (...) indican que los aumentos de tasas anteriores probablemente comenzaron a funcionar, al menos para frenar la demanda (en) el mercado inmobiliario”, dijo la analista.

Tras el alza anunciada en junio, las tasas de interés en Estados Unidos se mantienen entre 1,50 % y 1,75 %. | Foto: Jakub Porzycki/NurPhoto

El mercado inmobiliario registró una fuerte merma de operaciones a causa de los precios exorbitantes de las viviendas y de las tasas de interés que suben. Por el contrario, miles de ofertas de trabajo no encuentran candidatos, y el consumo se mantiene a pesar de precios inflados.

“Los datos económicos recientes sostienen un alza de tasas de 75 puntos básicos, aunque podría considerarse un aumento de 100 puntos básicos”, señaló Kathy Bostjancic, economista jefe de Oxford Economics, en una nota de análisis.

La secretaria del Tesoro de Joe Biden, Janet Yellen, señaló el pasado domingo que la economía estadounidense se “desacelera”, pero los datos no anuncian una recesión. “No digo que evitaremos definitivamente una recesión, pero creo que existe una vía para mantener el vigor del mercado laboral y bajar la inflación”, destacó.

Incertidumbre

El crecimiento del PIB de Estados Unidos en el segundo trimestre se conocerá este jueves y se espera una ligera alza, luego de un primer trimestre negativo (-1,6 % en proyección anual, la medición preferida en el país, que proyecta el crecimiento a 12 meses en las condiciones al momento de la medición).

Si se produjera una contracción, Estados Unidos estaría técnicamente en una recesión, al registrar dos trimestres en negativo. Pero para Yellen, una recesión “es una contracción generalizada de la economía. E incluso si (el PIB del segundo trimestre muestra cifras) negativas, no estaremos en recesión actualmente”, insistió.

Los precios de los alimentos, los alquileres y los autos no paran de trepar en Estados Unidos. | Foto: Copyright Tim Robberts

El exvicepresidente de la FED, Donald Kohn, estimó por su parte que “una ligera recesión”, con un desempleo mayor al 3,7 % previsto por la FED para 2022, “será necesaria para quebrar la espiral inflacionaria”, según sus declaraciones a la AFP. “Pero la incertidumbre es enorme”, añadió.

Ante precios crecientes de los alimentos, de los alquileres y de los autos, que no cesan de trepar en Estados Unidos, la FED sube desde marzo progresivamente sus tasas directrices.

La inflación volvió a marcar niveles históricos en junio, de 9,1 % a 12 meses según el índice CPI de precios al consumo. Un alza de tasas encarece el crédito y actúa por lo tanto sobre el consumo de los particulares y sobre la inversión de las empresas, y libera presión sobre los precios.

La inflación también llevó a que el Banco Central Europeo (BCE) subiera sus tasas el pasado jueves, por primera vez en diez años, en este caso en medio punto porcentual.

*Con información de la AFP.