Se acerca la fecha para el debate en plenarias de Senado y Cámara del proyecto de reforma tributaria propuesto por el Gobierno nacional, y nuevamente los diferentes sectores de la economía hacen un llamado urgente para que se revisen con cuidado los nuevos impuestos que entrarán en vigencia el próximo año, una vez se apruebe esta iniciativa que pasó casi a ‘pupitrazo’ en su primer debate.
De acuerdo con quienes están en contra de esta reforma, el país atraviesa por un momento muy delicado por la inflación que no cede y a las constantes subidas de tasas que esto ha desencadenado; por esta razón, lo mejor es evitar cargar con nuevos tributos al ya golpeado bolsillo de los colombianos y de las empresas, que avizoran una época de vacas flacas el próximo año.
No hay que pasar por alto que hasta el mismo Banco de la República bajó sus proyecciones de crecimiento para 2023 a menos del 1 %, mientras que otras entidades como el FMI advierten que la recesión económica es inminente, ya que el costo de vida se resiste a bajar, pese a los esfuerzos de los bancos centrales en todo el mundo. No más el modelo económico de Bloomberg señala que grandes potencias como Estados Unidos se verán afectadas seriamente.
Ahora bien, la más reciente alerta al presidente Gustavo Petro y al ministro José Antonio Ocampo llegó por parte la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), que por medio de un comunicado a la opinión pública indicó que no es tiempo para nuevos impuestos en el país y que, por el contrario, hay que enfocarse en fortalecer el ahorro y evitar que se aumente la brecha de pobreza.
Durante la audiencia pública que se llevó a cabo este martes -18 de octubre- en la Comisión Tercera del Congreso de la República sobre la reforma tributaria, el presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, llamó la atención sobre el escenario económico que vive Colombia y el mundo, que ha cambiado vertiginosamente desde cuando se radicó el proyecto, el pasado 8 de agosto.
“La inflación va en alza, así como la tasa de cambio, que hoy registra el dólar por encima de 4.700 pesos. Creo que es el momento en el que representantes, senadores y Gobierno Nacional pueden considerar algunos aspectos de esta reforma, que impactarán negativamente al pueblo colombiano”, dijo el vocero de los comerciantes.
Según el dirigente gremial, vale la pena pensar si el recaudo de los 22 billones de pesos que busca el Gobierno, tiene que ser únicamente mediante nuevos impuestos, cuando se puede tener en cuenta otras salidas. Primero, con una meta más acorde a la situación del país y, por otro lado, haciendo uso de los activos improductivos de la SAE, entre otras posibilidades que minimicen el impacto de más impuestos.
“Las expectativas de mayores ingresos vía nuevos impuestos se pueden diluir en el comportamiento económico de las empresas y recaudar menos de lo que se pretende. Es el momento de reconsiderar porque esas variables que golpean el crecimiento económico aún se pueden corregir”, agregó Cabal, quien fue enfático en que una reforma mal administrada se puede traducir en un crecimiento de la pobreza y una desaceleración en la generación de empleo.
También afirmó que siempre que se ha querido gravar las pensiones nunca ha prosperado, porque hay que cuidar a los pensionados del país, toda vez que mientras todos los años el salario mínimo se incrementa, los salarios de los pensionados crecen solo el IPC, es decir que se ha ido creando una brecha en el tiempo.
“Desde Fenalco hemos dicho que los impuestos a las personas naturales y jurídicas afectarán gravemente el ahorro, el consumo y la inversión. Con la reforma tributaria se golpea fuertemente las rentas exentas de los asalariados, base fundamental del ahorro para construir un futuro. En vez de disminuir a un umbral tan bajo podría considerarse a la mitad”, explicó.
Los comerciantes propusieron que solamente se graven las pensiones llamadas suntuarias, que son aquellas a partir de 25 salarios mínimos. Igualmente se pueden reconsiderar los umbrales y la tarifa del impuesto al patrimonio, si se quiere revivir se puede hacer sin que golpee tanto a la clase media y a los trabajadores. Este gremio también aprovechó para recordar sus reparos contra los impuestos a las bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados, los cuales afectarán a las personas más pobres del país.