Una tendencia a bajar pronósticos se está viendo a nivel global y las reducciones que hizo el Fondo Monetario Internacional, tanto para el mundo, como para Latinoamérica y Colombia, son bien fuertes.
En el 2023, la economía colombiana no crecería más allá de un 1 %, según el FMI, luego de haber estimado, en octubre, que la producción en nuestro país, que en 2022 fue bastante dinámica (7,5 %), crecería a un ritmo de 2,2 %.
La nueva proyección del FMI para Colombia (de abril de este año) está por debajo del pronóstico que habían presentado anteriormente: 1,1 %, según informe de octubre.
Recientemente, a nivel interno, el Banco de la República ajustó al alza su perspectiva para la economía del país. El Emisor, contrario a todo vaticinio, tenía antes una expectativa de 0,2 % para Colombia, y luego la pasó a 0,8 %, en la reunión de la junta directiva a finales de marzo.
Es una realidad que la economía global languidece y así será, de manera individual, en gran parte de las naciones. El organismo internacional estima que, en el mundo, la producción tendrá una variación de 2,8 % en comparación con el año anterior, y esa velocidad de motor apagado no será transitorio, se mantendría en 3 % al menos durante 5 años, estimó el organismo.
Se trataría entonces de la cifra más baja en décadas y el FMI la consideró como una perspectiva “anémica”.
En el caso de Colombia, para 2024, la velocidad aumentaría a casi al doble, pues el pronóstico para el próximo año es de 1,9 %.
Si por acá llueve...
El FMI, en términos de proyecciones, recortó todo lo que encontró a su paso. Así las cosas, la economía de América Latina y el Caribe no se expandirá más allá de un 1,6 % en este año, en comparación con el pronóstico anterior, que era de 2%. Para 2024, el continente al que pertenece Colombia tendrá una expansión de 2,2 %.
Por países y áreas económicas, la organización financiera pronostica un crecimiento que Brasil, en este año incrementará su PIB en 0,9 %; México en 1,8 %; Argentina en 0,2 %; Bolivia en 1,8 %; Colombia en 1 %; Ecuador en 2,9 %; Paraguay en 4,5 %; Perú en 2,4 %; Uruguay en 2 %, y Venezuela en 5 %. La contracción llegará a Chile, que tendrá una rebaja en su producción de 1 %. Sería entonces un nuevo año en el que nuestra nación no estaría tan arriba en el escalafón de países de la región.
Para el caso de Centroamérica, donde está el país de Bukele, progresará hacia un 3,8 % y el Caribe hacia un 9,9 % en 2023.
¿Qué pasa en Colombia?
El panorama interno de Colombia no dista mucho de lo que sucede en el mundo. El golpe proviene desde muchos puntos, pero, definitivamente, las tasas de interés aplicadas, como una política larga y restrictiva, en nuestro caso, han sido uno de los que ha dejado el mayor morado en la economía local.
Pero no falta el estartazo proveniente de la geoeconomía, no solo del contexto bélico en Ucrania, sino también, la reciente crisis financiera en Estados Unidos y Europa.
Por el lado netamente local, Colombia sigue recibiendo el coletazo de la incertidumbre, la cual proviene de las reformas que el gobierno de Gustavo Petro ha presentado ante el Congreso de la República, las cuales, tienen un fuerte componente social, pero también podrían tener un efecto en el empleo (reforma laboral) y en el mercado de capitales (reforma pensional), según han sostenido algunos analistas.
Emparejar las cargas, para que la economía retome la senda del crecimiento, al menos al nivel de su potencial, dependerá mucho de que la inflación haya tocado techo y, según han manifestado los propios integrantes de la junta directiva del Banco de la República, de la confianza de los colombianos en que las cosas con la política monetaria se están haciendo bien.