La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) ha pedido a los bancos centrales que adopten “acciones decisivas” en beneficio de las economías de sus países ante el contexto inflacionista actual, agravado por la situación de guerra en Ucrania y Rusia.

“Hacen falta acciones decisivas por parte de los bancos centrales: deben mantener el pulso de la economía y ajustar sus política si es necesario”, subrayó Georgieva en el discurso de apertura de las Reuniones de Primavera del FMI y el Banco Mundial.

En este sentido, la máxima representante del FMI indicó que los principales bancos centrales deben comunicar de forma clara los posibles riesgos derivados para países emergentes y en desarrollo a medida que endurecen su política monetaria.

Para el FMI, el ciclo actual de subidas de tipos de interés debe continuar. No obstante, el organismo ha alertado que en aquellos países donde los efectos adversos procedentes de la guerra sean mayores y la inflación siga subiendo, el ritmo de endurecimiento monetario debe ser “calibrado cuidadosamente”.

Por otro lado, el Fondo ha pedido acciones internacionales para evitar que en los países pobres se produzca una crisis de alimentos como consecuencia de su aumento de precio.

Georgieva considera que el mundo está afrontando una crisis (la de la guerra) que está sucediendo sobre otra (la de la covid-19). “Es como recibir el impacto de otra tormenta antes de que nos hayamos recuperado de la anterior”, ha explicado.

Así, la búlgara ha alertado de que existe un riesgo real de fragmentación geopolítica que podría eliminar todos los avances del desarrollo e integración mundial logrados “en los últimos 75 años”. En este contexto, el FMI considera que el mayor efecto positivo que podría haber sobre la recuperación global es el fin de la guerra.

“Mientras tanto, debemos hacer todo lo que podamos para ayudar a Ucrania y a otros países gravemente afectados”, agregó Georgieva.

¿Crecimiento en Latinoamérica?

Aún con esto, el FMI informó que prevé que el PIB de América Latina y el Caribe crezca un 2,5 % durante 2022 y 2023, según consta en su último informe de perspectivas económicas mundiales.

Para 2022, el Fondo ha corregido al alza la estimación, mientras que para 2023 el organismo ha revisado a la baja su previsión, en ambos casos en una décima.

En lo que respecta al comportamiento de las dos mayores economías de la región, Brasil crecerá un 0,8 % en 2022 y un 1,4 % en 2023, mientras que México se impulsará un 2 % este año y un 2,5 % para el siguiente.

El organismo con sede en Washington ha explicado que aunque la región mantiene menores conexiones directas con Europa, Latinoamérica y el Caribe recibirá un fuerte impacto por la inflación, que se estima que llegue al 11,2 % este año y al 8 % en 2023; y el endurecimiento de la política monetaria en varias economías del continente, especialmente en Brasil, donde el banco central incrementó los tipos en hasta 975 puntos durante el último año.

En el punto inflacionario, el FMI estima que Argentina y Venezuela, dos de los países con mayores tasas de inflación del mundo, cerrarán el año con un alza de precios del 51,7 % y el 500 %, respectivamente. Cabe destacar también que la institución multilateral proyecta que Venezuela registre un crecimiento del PIB del 1,5 % tanto en 2022 como en 2023.

*Con información de Europa Press.