Con la transición energética es mucho lo que está en juego. No se trata solo de llegar a identificar quién tiene o no la razón con las cifras de las reservas que hay en el país para garantizar el abastecimiento. Se trata también de buscar las piezas que reemplacen los huecos que quedan en el rompecabezas.
Por esa razón, no es tan sano que se haya generado una confusión monumental alrededor de las reservas de gas y petróleo en Colombia, luego de los mensajes enviados por la ministra de Minas, Irene Vélez, en Davos, Suiza, en el sentido de que no se permitirían nuevas exploraciones.
El tema se volvió obligado en el Foro Colombia 2023 que se realizó en Bogotá, organizado por SEMANA.
Francisco Lloreda, presidente de la ACP (Asociación Colombiana de Petróleo), en entrevista con SEMANA, puso en el debate los números, que sustentan que, una transición energética no es algo que se pueda hacer de la noche a la mañana ni de manera desarticulada.
El incremento esperado del parque automotor en las próximas décadas; la dificultad para reemplazar rápidamente los recursos que dejará de aportar el sector de hidrocarburos, al migrar el país hacia fuentes energéticas menos convencionales, son algunos de los interrogantes que señala el dirigente gremial, como necesarios para poner en la balanza de las decisiones. Por ello, Lloreda invitó al gobierno del presidente Gustavo Petro a seguir la ruta de la concertación.
Una diferencia de carácter técnico
SEMANA: Los colombianos tenemos la percepción de que hay cierto enfrentamiento con las cifras de los hidrocarburos, ¿cómo recibe el gremio ACP la información entregada por la ministra de Minas, la cual ratifica que las reservas de gas y petróleo son suficientes, alcanzan para llevar a cabo la transición energética?
Francisco Lloreda: No es un enfrentamiento de cifras. Tiene que ver más con el uso de la información de las cifras, porque con base en estudios que ha hecho el gobierno le han anunciado al país y al mundo entero que no se van a hacer nuevos contratos de exploración de hidrocarburos, porque aquel estudio establece que está garantizada la autosuficiencia en petróleo y gas del país a 2032-2042. Es ahí donde hay una diferencia de carácter técnico.
Si uno considera los distintos tipos de reservas, recursos, muchos de ellos no están garantizados, consideramos que ese no puede ser un argumento para afirmar con contundencia que tendremos petróleo y gas hasta esa época y, por ende, no firmar más contratos.
SEMANA: Lo cierto es que hay una confusión en el país. Los ciudadanos no han podido establecer quién tiene la razón, ¿cómo ve este gremio las cuentas para el abastecimiento de estos hidrocarburos en los próximos años?
F.Ll.: Es cierto, no son temas fáciles de entender. Muchos colombianos se deben estar preguntando si se trata de darle la razón al uno o al otro. Ojalá con el gobierno se logre un entendimiento, de cómo debe ser la triple transición que necesita Colombia. Hablo de triple, porque hay que incluir el punto de vista energético. Colombia ya cuenta con una generación eléctrica que es limpia, a base principalmente de hidroeléctricas, gas natural...
También están entrando energías eólicas. Tenemos un gran desafío en la transformación del parque automotor, que es uno de los componentes en el que nos vamos a tardar un tiempo. Hay un desafío en cómo vamos a sustituir -si es la decisión de país- los ingresos de la industria a nivel nacional: los dividendos de Ecopetrol, las regalías para las regiones. Hay que definir cómo hacer esa transición productiva en el campo para fomentar otras actividades como el turismo, y cuánto tiempo tomará eso. En ese contexto, no se pueden tomar decisiones aisladas porque repercute lo uno en lo otro.
No podemos generar una crisis macroeconómica en Colombia, ni quebrar los departamentos, ni dejar sin empleo a 19 departamentos donde está presente la industria de petróleo y gas.
SEMANA: Ustedes dicen que los tiempos que tiene el gobierno para la transición energética no dan. ¿Cuánto tiempo creen que se requiere?
F.Ll.: No lo sé. Lo que tengo claro es que no son 4 años, no son 10, ni son 15. La Agencia Internacional de Energía, además de todos los analistas internacionales, consideran que, incluso, al año 2050, con todo el esfuerzo que se haga a nivel global, entre el 60 y 70 % de la energía del mundo seguirá basándose en el petróleo, el gas y el carbón. Hoy esa cifra es del 80 %. Serían entonces unos 30 años. No es algo que se pueda hacer de la noche a la mañana. Toma tiempo, planificación, decisiones concertadas, tiene costos.
SEMANA: ¿Cuál es entonces la salida?
F.Ll.: Lo que hemos dicho es que seguimos dispuestos a trabajar con el gobierno para que esto se haga bien y las preocupaciones que nos asaltan surgen cuando se van tomando decisiones separadas que van a terminar generando unos impactos que no son los deseados.
El parque automotor será de 50 millones
SEMANA: El gas, en particular, ha sido mencionado como un combustible que tiene un alto componente social, porque lo usa mucha gente que no tiene otra fuente, entre otras razones. ¿Cómo estamos en Colombia para abastecer la demanda de gas? ¿Debería ser el gas un tema prioritario en el contexto de la transición energética?
F.Ll.: En cada uno de los energéticos debemos ver cómo avanzamos. El gas natural es un energético fundamental, pero es que también se ha anunciado que no se suscriben nuevos contratos de exploración de gas. El petróleo es fundamental, por las divisas que genera, y porque también tenemos un parque automotor de 18 millones de vehículos que va a crecer a 50 millones y se mueven básicamente con combustibles a base de gasolina y diesel. Todo eso hay que ponerlo en la balanza y ver cómo lo articulamos. Nuestro interés es trabajar con el gobierno en esa triple transición de la cual ha hablado también el ministro de Hacienda, para que no nos vayamos a equivocar.