El interés de los colombianos -en este inicio de año- se dirige hacia la economía, tema con el cual, el mundo entero está alerta, con la expectativa de una recesión, en medio una situación particular para Colombia: un gobierno nuevo, con un paquete de reformas por delante, que requieren grandes debates, alejados de los discursos ideológicos, pues, al final del camino, según el mismo gobierno, el norte debe ser la paz total.
Esas palabras, de la directora de SEMANA, Vicky Dávila, dieron paso a la apertura del Foro Colombia 2023, organizado por este medio de comunicación, con el propósito de abrir el espacio para que los líderes de Colombia expongan sus ideas y reciban los mensajes del gobierno.
El ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, fue el encargado de abrir el debate y, en su intervención, se mostró optimista con lo que vendrá en el mediano y largo plazo.
Mencionó el contexto internacional como algo que sigue siendo complejo, sin embargo, una recesión global ya no se produciría, según lo que se ventiló en Davos (Foro económico mundial, en Suiza), sostuvo el ministro. En el entorno internacional, “el único elemento complejo es el límite que han puesto en Estados Unidos al endeudamiento”, dijo.
Pero la inflación ya está cediendo, lo que, sin embargo, no es garantía para que la Reserva Federal (FED) continúe en la misma senda que ha seguido hasta ahora: aumentar las tasas de interés, frenando así el consumo, las inversiones y, por consiguiente, toda la economía.
Esa circunstancia sigue dándole un coletazo a la economía global, mientras que ya en Europa se modera la inflación y se ven mejores vientos de cola. Inclusive, en China, donde hasta ahora estaban frenados, aplicando la política de cero covid, lo que llevaba de nuevo a parar la producción, han dado un viraje (flexibilizan la política de cero covid).
El crecimiento no será tan malo
De acuerdo con lo expresado por Ocampo, el crecimiento de la economía colombiana en 2023 fluctuará entre 2 y 2,5 %, cifra muy superior a la estimada meses atrás, que solo era del 0,5 %, luego de lo cual, se subió a 1,3 % y ahora, la proyección casi se duplica.
El país contará con más regalías (por la industria extractiva) para las inversiones en las regiones. De hecho, Ocampo habla de un aumento de 80 %. Lo que se da la mano con una baja en la inflación, luego de la escalada que tuvieron los precios en los últimos meses en el país. Este viernes, la junta directiva del Banco de la República tendrá reunión de junta, con expectativa de un nuevo incremento en tasas de interés, para seguir ayudando a reducir el costo de vida.
Otra de las expectativas que tiene Ocampo es que se moderen las importaciones, lo que, sin embargo, no causaría más problemas en materia de déficit.
“Por el lado externo, el ajuste se está haciendo y desde lo fiscal, hemos anunciado que bajaremos el déficit con el ajuste más alto de la historia”, agregó.
Eso, sin contar con que se reducirá aún más el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles. Este contexto es favorable para el cumplimiento de la regla fiscal (ley que obliga a tener unas finanzas públicas sanas), que se flexibilizó el año anterior, por cuenta de las necesidades que planteó la crisis sanitaria.
“El pago de la deuda será más lento”, expresó el funcionario, y “tendremos una deuda de alrededor del 55 % del Producto Interno Bruto”, lo que comparó con su anterior paso por el MinHacienda, cuando la cifra del endeudamiento solo fue de 15 %.
El ministro destacó que, luego de tres años, en los que el balance de la nación fue deficitario, se volverá a superávit primario.
De vuelta al grado de inversión
Según Ocampo, la combinación de las estrategias llevaría a que las calificadoras revisen con nuevas cuentas, lo que podría llevarlas a la devolución de la categoría de grado de inversión (sello que perdió Colombia durante la pandemia), que es importante para que al país se le abaraten los créditos externos.