Tres cosas han causado un desfase en las cuentas que había hecho el Gobierno con el presupuesto para Colombia en este año, lo que ahora lleva a un fuerte recorte en el monto que tendrá el proyecto de adición presupuestal que está haciendo trámite en el Congreso, y con el cual se tiene la expectativa de ayudar a financiar las necesidades del Estado.

Por un lado, de acuerdo con lo contado en SEMANA por la representante a la Cámara, Olga Lucía Velásquez, se recorta el monto, de 25 a 16,5 billones de pesos, lo que llevará a impactos que no son menores.

Según la congresista, el cambio en el monto de la adición presupuestal se los anunció el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, en la reunión privada en la que participan este miércoles 31 de mayo los parlamentarios y los encargados de la política económica en el Ejecutivo.

Dicha reunión se realiza para tratar de acordar lo que se pondrá de manera definitiva en la ponencia que se llevará a las comisiones terceras del Congreso, donde tendrá que ser aprobado el proyecto de adición presupuestal.

En total, el Presupuesto General de la Nación fue aprobado por 405 billones de pesos, a lo que le iban a adicionar 25 billones más para poder gastarlos en las necesidades de manejo de un Estado.

Esos 25 billones adicionales estaban en las expectativas financieras de Colombia, porque en esos momentos había internacionalmente un petróleo con precio más alto, y es bien sabido que los hidrocarburos le genera gran parte de los ingresos al país, tanto por renta petrolera como por impuestos.

Pero luego empezaron a darse circunstancias que son las que ahora llevan al desfase presupuestal y el cambio en la cifra en el proyecto de adición presupuestal.

Olga Lucía Velásquez, representante a la Cámara | Foto: Archivo personal

Por un lado, las necesidades de todas las entidades públicas serán mayores, puesto que hicieron las cuentas de su presupuesto con un Índice de Precios al Consumidor (IPC), de 8 %, como estaba previsto que sería la inflación en 2022, mientras que la realidad fue otra: cerró en 13,5 %. Eso implica que no les alcanzará la plata prevista, por ejemplo, para pagar las nóminas de cada entidad, pues los incrementos salariales tienen en cuenta la inflación más unos puntos adicionales.

Plan de Desarrollo plantea más necesidades de recursos

A ello se le agrega que, en el momento en el que se hizo el presupuesto de 2023 y fue aprobado en el Congreso, aún no estaba listo el Plan Nacional de Desarrollo, en el que hay otro montón de necesidades financieras.

Adicionalmente, el ministro de Hacienda busca separar las peras de las manzanas. Esto, teniendo en cuenta que en el proyecto de adición presupuestal se había incluido una partida para cubrir el déficit del Fondo de Estabilización de precios de los combustibles (Fepc), lo que a juicio de Bonilla, se hará, pero por otro lado, no con los recursos de la adición.

De hecho, el ministro de Hacienda ha sido reiterativo en enfatizar que la plata pública debe ir a financiar política social, no a dar subsidios en gasolina a los carros lujosos.

Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda. | Foto: GUILLERMO TORRES