El plan del Gobierno, anunciado por el Ministerio de Hacienda, de llevar al Congreso un proyecto de ley para flexibilizar la regla fiscal, la cual establece límites en el déficit fiscal con el objetivo de tener unas finanzas públicas sostenibles, no ha sido bien recibido.
A las preocupaciones de los analistas locales se sumaron las de las calificadoras de riesgo como Moody’s, firma que considera que cambiar la regla fiscal podría llevar a un deterioro en las métricas de deuda, “lo cual afectaría negativamente la fortaleza fiscal del Gobierno poniendo presión sobre el perfil crediticio soberano”.
Ahora el turno fue para Leonardo Villar, gerente del Banco de la República, quien, al presentar el informe anual de su entidad ante la Comisión Tercera de Cámara, aseguró que la regla fiscal se diseñó no hace mucho tiempo y genera una confianza importante en el país; por ende, modificarla puede generar ruido en los mercados internacionales y en el mercado nacional. Ese ruido se referiría a que habría un aumento en los déficits y en los niveles de venta hacia futuro, “lo que podría generar aumentos en las tasas de interés que enfrenta el país en el exterior. Creo que hay que tener un gran cuidado”, precisó.
Al respecto, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, quien también estuvo en el debate en la Comisión Tercera, dijo que no es preciso hablar de que se flexibiliza la regla fiscal, pues nadie sabe todavía cuál es el proyecto que se va a radicar, así que por ahora solo serían especulaciones.
“Estamos construyendo un paquete de proyectos para traer al Congreso, los cuales entran por estas comisiones, y curiosamente en este caso buscaríamos adelantar la vigencia de la regla fiscal, que como está hoy dice que entra en vigencia en 2026, y queremos que lo haga en 2025. Ese cambio lo tiene que aprobar el Congreso, no se aprueba por decreto, eso generaría otras condiciones y nos abre un espacio fiscal en 2025″, afirmó el ministro en tono enfático y agregó que en su cartera están modulando y mirando cuáles son los resultados de ese cambio y que no implicaría romper la regla fiscal, sino que estaría dentro del marco de esta.
No sería fondo de pensiones
Por otro lado, Villar se refirió a la propuesta que se aprobó en el segundo debate de la reforma pensional, con respecto a que sea el Banco de la República el que administre el fondo de ahorro del pilar contributivo, en el cual se guardaría una parte del aporte mensual de los actuales cotizantes, para así poder pagar la mesada de los pensionados del futuro.
El funcionario aclaró que esto no implica, de ninguna manera, que el Banco de la República maneje pensiones ni cotizaciones, ni que opere como un fondo de pensiones, sino la posibilidad de que administre un ahorro muy grande del Gobierno, para atender el déficit de Colpensiones. “El proyecto plantea que se conforme con un ahorro nacional, que se contabilice separadamente, y da la posibilidad de que se entregue al Banco de la República para que lo administre y eso se tendría que realizar con mucho cuidado, en concordancia con las funciones constitucionales del Banco, sirviendo como agente fiscal del Gobierno”, enfatizó.
El Banco de la República ha realizado esa labor de agente fiscal con el Fondo de Ahorro y Estabilización Petrolera (Faep) y el Fondo de Ahorro y Estabilización del Sistema General de Regalías (Fideicomiso FAE) y según Villar lo ha podido hacer porque dichos fondos tienen unos lineamientos claros para administrar sus recursos.
Villar dijo que la entidad prepara una comunicación con respecto a su posición frente al manejo de los recursos del nuevo fondo de ahorro pensional, el cual requerirá de un aval explícito del Congreso y que definitivamente debe pasar por el principio de que la responsabilidad del Emisor es solo como administrador, no sobre las pensiones futuras, ni sobre las cotizaciones.