Las tarifas de energía han representado un problema para millones de colombianos desde hace varias décadas. Una combinación de varios factores han impulsado los precios de la energía a precios muy altos en zonas como el Caribe colombiano.

Colombia depende en gran medida de la generación hidroeléctrica, que representa cerca del 70 % de su capacidad instalada. Por ello, durante fenómenos climáticos como El Niño, las sequías reducen la disponibilidad de agua en los embalses, lo que obliga a recurrir a plantas térmicas, que son más costosas y contaminantes.

Por otro lado, en el mercado regulado, los precios se establecen bajo supervisión estatal, mientras que en el no regulado los precios son negociados entre generadores y grandes consumidores. Esto crea discrepancias en las tarifas según el tipo de usuario.

El Gobierno avanza en medidas y acuerdos con empresas del sector eléctrico para reducir los costos de la tarifa eléctrica en el país, especialmente en la región Caribe. Foto El País. | Foto: El País

Gobierno Nacional anuncia nuevas tarifas para energía en Colombia

A través de una resolución de la Creg, la 101 066 de 2024, y con la modificación de los precios de escasez del cargo por confiabilidad, el gobierno nacional logró fijar un tope tarifario a los precios de la electricidad que se negocian en la bolsa del mercado de energía colombiano.

Asegura que mientras hasta ahora la bolsa de energía funcionaba con un único precio de escasez, precio tope de venta, para todas las plantas generadoras de energía en el país, esta medida consiste en diferenciar tipos de planta de cara a la definición de un nuevo precio. Estas son dos:

  • Grupo de plantas con precios altos. Plantas que operan con gas, gas importado o combustibles líquidos (ACPM, Fuel Oil, etc.) y que tienen un costo de operación alto. La mayoría requieren el uso de combustibles importados (cuyo precio lo fijan variables exógenas al mercado colombiano) y son requeridas para abastecer la demanda en periodos de sequía o por restricciones de la red.
  • Grupo de plantas con precios bajos. Plantas que operan con recursos renovables (agua, sol, viento) o carbón como recurso principal. Este grupo de plantas son aquellas cuyo costo de operación es el más económico y la mayoría del tiempo son usadas para abastecer a la demanda.
La mayor parte de los hogares no ha visto alivio en las tarifas de energía. La deuda de la opción tarifaria no se ha solucionado y el Estado les debe subsidios a las empresas, que no tienen caja para seguir comprando energía. ¿Dónde están las fuentes no convencionales?

Dicha propuesta traería para los usuarios dos precios diferenciados. El primero sería un precio tope mucho más bajo que estará asociado a las plantas que generan energía a través de carbón y fuentes renovables.

El segundo sería el precio de escasez tradicional que solo aplicará para tecnologías más costosas y cuyos precios están asociados a precios internacionales. Dicha diferenciación permitirá mantener un precio eficiente en la energía que se produce a costos bajos y competitivos.

“Mientras al finalizar octubre el precio de escasez rondaba los $945 kWh, con esta nueva medida tendremos un nuevo precio de escasez para las plantas de precios bajos de $359 kWh”, indicó el Ministerio de Minas.

Por su parte, el ministro de Energía, Omar Andrés Camacho, indicó: “Esta medida tendrá efecto inmediato en las tarifas de energía de las y los colombianos. Hoy el mercado de la energía es más justo con los usuarios, quienes llevan años exigiendo este tipo de acciones”.

El Ministerio también precisa que el nuevo tope a los precios de generación es un gran avance en el mercado eléctrico colombiano.

“Los precios en bolsa, donde se compra alrededor del 20 % de la energía del país, eran altamente ineficientes, ya que estaban determinados por las plantas menos competitivas, haciendo que la energía hídrica y solar se pagara a precios hasta 10 veces más altos de su costo real de producción”, aseguran.

Se estima que en el segundo semestre de 2023 llegaría el fenómeno de El Niño, el cual genera preocupación porque podría presionar los precios de la energía en la bolsa y las negociaciones de los contratos futuros.