En octubre de 2022, el Gobierno nacional decidió subir los precios de la gasolina, debido a un significativo déficit en el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), instituido para subvencionar el coste de la gasolina en el país y mitigar los elevados precios a nivel internacional.
En enero, el Gobierno anunció que la situación deficitaria del FEPC en relación con la gasolina se había normalizado, lo que significaba que no era necesario aplicar nuevos aumentos en el precio. Es importante señalar que los ajustes en el precio se llevaron a cabo de forma gradual, con incrementos mensuales que variaron entre $ 400 y $ 600, llevando el precio por galón de $ 9.300 a aproximadamente $ 15.100.
En ese sentido, aunque, en teoría, los incrementos en el precio de la gasolina ya pararon, para que el galón del combustible se nivelara con el valor internacional, es probable que haya un nuevo aumento.
Así lo explicó el ministro de Hacienda y Crédito Público, Ricardo Bonilla, quien dijo que en el Gobierno están vigilantes, pues los precios del petróleo se han trepado en las últimas semanas, lo que ha llevado a la TRM a la baja.
“Ya se desmontó el subsidio a la gasolina, que está pendiente es de los cambios del precio del petróleo, que estaba a US$ 76 y volvió a llegar a US$ 93. Eso es lo que tiene la tasa de cambio moviéndose alrededor de 3.800 y esperamos que no nos genere mayores impactos para tener que seguir moviendo el precio de la gasolina, porque, en la medida que sube el precio del petróleo y se combina con la baja de la tasa de cambio, tenemos que mirar qué tanto se afecta el precio real de la gasolina”, explicó el jefe de la cartera económica.
“Por ahora, la gasolina está quieta, y la vamos a dejar quieta. Es decir, sigue flotando”, agregó el funcionario.
De otra parte, donde no hay consenso para el incremento es en el diésel, a pesar de las mesas de negociación entre el Gobierno y los transportadores. Para Anif, el incremento del precio del diésel es ineludible. 3 de cada 4 pesos del déficit del FEPC en 2023 corrieron por cuenta de ese combustible.
Las estimaciones de este centro de pensamiento indican que implementar un incremento en los precios del diésel a partir de mayo, de igual magnitud al realizado para la gasolina, llevaría a una reducción del déficit de $ 5,8 billones para el cierre de 2024.
Además, hay una presión adicional: el precio del petróleo ha venido subiendo y ya superó la barrera de los 90 dólares por barril. Analistas como Bloomberg lo ubican, en el corto plazo, en 100 dólares.
“En algún momento tenemos que desmontar el subsidio al diésel y, ya que se desmontó el de la gasolina, se está pendiente de los cambios en el precio del petróleo”, dijo Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda.