Los más recientes resultados que entregó el Dane en materia laboral, correspondientes a julio, muestran datos esperanzadores. Sin embargo, también traen retos en el corto plazo que se convertirán en pruebas de fuego para el sector de trabajo.
Para el séptimo mes del año la tasa de desempleo fue de 11 %, lo cual representa una reducción de 0,3 puntos porcentuales frente al junio (11,3%) y una disminución de 2,1 puntos porcentuales frente al julio del año anterior, cuando llegó a 13,1%.
“Ese valor supone el regreso a la senda de recuperación del mercado laboral que se venía observando antes del sexto mes del año, cuando el desempleo aumentó con respecto a mayo”, según explica un análisis de Anif.
Varios datos reflejan la dinámica laboral. Por una parte, según un estudio de la firma Javier Hoyos Asesores, la reducción de la tasa de desempleo entre julio de 2021 y julio de 2022, se dio debido a que el empleo creció más que el número de personas que buscaron trabajo: 8% vs. 5,5%, respectivamente.
“Los nuevos empleos se distribuyeron de la siguiente manera: un 63% para las mujeres, y un 37% para los hombres. En términos absolutos, de los nuevos 1.638.000, puestos de trabajo, 1.029.000 fueron para las mujeres (creció el 12,9%); mientras que, en los hombres, la ocupación aumentó en 609.000, un 4,9% más. La tasa de desempleo de las mujeres bajó del 17,3% al 13,9%, y la de los hombres del 10,1% al 8,8%”, dice el análisis de esta firma consultora.
Anif, por su parte, también destaca que, de los 1,6 millones de nuevos ocupados frente a julio de 2021, un millón son mujeres. Es decir, de cada 5 nuevos puestos de trabajo generados, 3 fueron para la población femenina.
Este centro de pensamiento también resalta que, de las 344.000 personas que salieron del desempleo, 214.000 son mujeres. Esto significa que por cada tres hombres que superaron la desocupación, cinco mujeres también lo hicieron.
Además, de las 738.000 personas que ingresaron a la fuerza laboral, 514.000 son mujeres que se encontraban desarrollando -principalmente- labores de cuidado del hogar no remuneradas.
Para Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, en términos de educación, las personas que tienen formación básica primaria y secundaria son las que más están consiguiendo un trabajo y, sobre todo, se ha visto una mejoría en términos de género. “Las personas que más han salido del desempleo son mujeres y son las que más han aportado a la caída a esa tasa de desempleo”.
Sin embargo, en temas de brechas todavía hay desafíos. “Se debe reconocer que, aunque las cifras muestran un paso importante para la reducción de las brechas de género en el mercado laboral, aún queda un gran camino por recorrer. Por un lado, entre aquellas personas que se encuentran en la fuerza de trabajo, existe una brecha notoria en la tasa de desempleo. Mientras para los hombres la cifra es del 8,8% (10,1% en julio de 2021) para las mujeres es del 13,9% (17,3% en julio de 2021), es decir, una diferencia de 5,1 puntos porcentuales (7,2 puntos porcentuales un año atrás). En cifras agregadas, mientras que hay 13 millones de hombres ocupados y 1,3 millones desocupados, las mujeres son 9 millones de ocupadas y 1,5 millones de desocupadas”, agrega Anif.
Menos informalidad, pero...
La informalidad bajó del 59,5% a 58,4%; en los 23 principales centros urbanos, del 44,5% al 44,4% y, para las 13 ciudades, del 46% a 45,7%. Mientras tanto, la tasa de desempleo de los jóvenes (15 a 28 años) para el periodo mayo-julio fue del 18%.
Por sectores, los que más generaron empleo fueron: la industria, 279.000, con un aumento del 12,8%; la administración pública y defensa, educación y atención de la salud humana, 272.000, 11,2% más; el transporte y almacenamiento, 247.000, creciendo el 16,9%; las actividades artísticas, entretenimiento, recreación y otros servicios, 214.000, con un incremento del 14%; las actividades profesionales, científicas, técnicas y servicios administrativos, 189.000, 11,6% superior; y el comercio y reparación de vehículos, 187.000, creciendo el 5,1%.
Para Anif, “los puestos de trabajo aumentan en mayor medida en sectores de industria, servicios sociales, transporte y recreación y entretenimiento, más que en las otras ramas. Ese comportamiento refuerza la dinámica de la economía en los últimos meses, en la cual, la demanda interna de los hogares ha impulsado el crecimiento del producto. Es una buena noticia que el empleo comience a capturar ese aumento de demanda y se traduzca en más puestos de trabajo”.
Los desafíos
Aunque los resultados de julio han despertado interés y entusiasmo, el futuro no es tan claro y el mercado laboral tendrá que enfrentarse al menos a cuatro grandes retos.
Según Olarte, de Scotiabank, “para el futuro inmediato vemos que esa caída del desempleo se va a ralentizar. Estamos observando una desaceleración sana en nuestro concepto de la economía colombiana, haciendo que el desempleo se quede entre el 10,5 % y el 11 % en lo que resta del año”.
Después de un primer semestre histórico en crecimiento que llegó a doble dígito, para el segundo semestre vendrá una desaceleración que llevará el crecimiento a cerca del 7% al cierre del año, pero para 2023 la cifra puede ubicarse apenas en 3%.
¿Por qué se desacelerará la economía este segundo semestre?
Primero, por un tema estadístico, porque la base de comparación será mucho más parecida en estos últimos seis meses del año, con el mismo periodo del año pasado. El primer semestre tuvo un rebote por el efecto de los paros y bloqueos que el año pasado afectaron al sector productivo.
Y segundo, porque la inflación –también está llegando a niveles históricos no vistos desde finales del siglo pasado- empieza a pasar factura al consumo. Más ahora que se anuncian aumentos en los precios de la gasolina y el dólar se mantiene muy cerca a los 4.300 pesos.
A esto se suma, el efecto en el aumento de tasas del Banco de la República, que posiblemente en la reunión de finales de este mes, las lleve a cerca de 10%. Hoy está en 9%. Además, persisten las amenazas globales de caer en una recesión en países como Estados Unidos y algunos de Europa, por cuenta de los impactos que está generando el conflicto entre Rusia y Ucrania, los altos precios en el planeta y el aumento de tasas.
Efecto reforma tributaria
El otro gran reto en el país será el impacto de la reforma tributaria. Afectará la renta de las empresas y también la ganancia ocasional. Esto muy posiblemente generará una desaceleración en la inversión mientras las compañías y las personas naturales analizan los escenarios que les deje el texto de la reforma aprobada.
“Preocupa el tratamiento impositivo en la nueva reforma tributaria para algunos sectores como petróleo y minas, pues la carga impositiva para algunas empresas sería superior al 90%, lo que en la práctica llevaría a su marchitamiento y frenaría las nuevas inversiones en el sector. También la alta carga tributaria que recaerá en las personas naturales afectará el consumo y el ahorro y, por lo tanto, el crecimiento y el empleo”, dice el informe de la firma Javier Hoyos Asesores.
El tema laboral
De otro lado, para la primera legislatura del año entrante se espera que se presente el proyecto de reforma laboral por parte del Gobierno. Aunque la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, ha explicado que se trata de un proyecto consensuado y concertado con empresarios, trabajadores y academia, hay una gran preocupación entre empresarios por los efectos que tendría un cambio en los horarios de las jornadas diurna y nocturna, la forma de contratación y los cambios que vengan en materia de resolución de conflictos laborales.
Salario mínimo
Y, finalmente, uno de los temas clave en el mercado laboral será la discusión, al final del año, del aumento del salario mínimo, que para 2022 fue de más del 10%. Ahora, con una inflación desbordada, que puede llegar a final de año a más del 12% o 13%, el incremento salarial, puede alcanzar uno de sus puntos más altos de las últimas décadas.
Para muchos, más allá del aumento en sí, es necesario garantizar la capacidad adquisitiva de los colombianos. Por ejemplo, el aumento para este año, ya en agosto, desapareció por cuenta del incremento en la inflación.
Aunque hoy por hoy el empleo está volviendo a niveles prepandemia, el panorama es complejo y las soluciones estructurales para reducir, por ejemplo, la informalidad, todavía no son claras.