La segunda reforma tributaria del Gobierno Petro pronto llegará al Congreso. Así lo anunció a SEMANA el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, quien, tras las filtraciones recientes de borradores no oficiales de la iniciativa, decidió salir a explicar lo que tienen hasta ahora para evitar más especulaciones.
Aunque no dio detalles específicos, aclaró que la propuesta final se la presentarán al presidente Gustavo Petro antes de socializarla y radicarla en el Congreso, y que además no lo harán por vía digital, dadas las recientes filtraciones, Bonilla sí mencionó las líneas rojas que traerá la reforma. Es decir, aquellos aspectos en donde no habrá modificaciones.
“No se va a tocar el IVA de productos exentos y excluidos. Tampoco se va a bajar el umbral de declarantes como personales naturales; es decir, serán las mismas reglas para ser declarantes de renta que tenemos en la actualidad”, aseguró, al tiempo que reiteró que pese a que es antitécnico no eliminarán ni modificarán el cuatro por mil.
Bonilla también manifestó su desacuerdo con el proyecto de Ley de un grupo de congresistas que quieren desmontar gradualmente el cuatro por mil. No solo no comparte la idea, sino que considera que “este es el peor momento” para hacerlo, porque hay dificultades fiscales.
Reiteró que es un impuesto fácil de recaudar y que, pese a que hay consenso sobre la necesidad de eliminarlo, no se ha encontrado la alternativa para poder reemplazarlo. “Lo que sí es cierto es que no lo vamos a aumentar”, puntualizó.
El ministro se refirió igualmente a las ideas que tienen en lo que respecta a la tributación de las personas naturales, a las cuales ya les subió la carga impositiva en la primera reforma del actual Gobierno (la aprobada en 2022). Descartó alivios para estos contribuyentes, como sí los planean para las empresas y agregó que le ha pedido a la Dian identificar dónde están las rentas no laborales, pues esas son las que quiere gravar más.
“Siempre terminamos cargando el peso en las rentas laborales y, pues, ya no hay de dónde más. Podríamos incluso pensar en aumentar la marginal un poco más, pero cuando miramos quiénes pagarían en ese sentido, son personas que tendrían que ganar laboralmente 1.300 o 1.400 millones de pesos. ¿Dígame quién gana 1.400 millones de pesos laboralmente?, solo el que tenga un sueldo de 100 millones al mes”, precisó.
En el contexto de las discusiones sobre cómo aumentar los impuestos a las personas naturales sin afectar más a los asalariados, se le preguntó a Bonilla sobre la posibilidad de que los pensionados también paguen el impuesto de renta, una idea que ha sido debatida en varias ocasiones en el Congreso.
El funcionario respondió que actualmente las normas indican que ese impuesto solo lo pagan quienes tienen mesadas de 45 salarios mínimos (hoy 58,5 millones de pesos) en adelante. “Eso ya quedó en la reforma pensional. Se ha discutido que en esa ley quedó el artículo un poco inconsistente, un poco flojo, porque no se puso que era mensual. Entonces se supone que es anual. Pero la decisión colombiana es que las pensiones mensuales hasta cierto límite no paguen impuestos”, aclaró.
Aunque las leyes vigentes establecen que la pensión máxima en el país hoy es de 25 salarios mínimos (32,5 millones de pesos), en la práctica no habría pensionados que paguen renta, pero Bonilla explicó que aún existen personas con esas mesadas millonarias, que vienen de los llamados regímenes exceptuados y especiales. “Ahora ya nadie llega ahí, pero los que están pensionados y aún viven, están ahí, y, además, heredan la pensión”, enfatizó.
Paralelamente, el jefe de la cartera de Hacienda dijo que están evaluando el impuesto mínimo, que es el que aplica a todas las empresas que no cuenten con una característica tributaria especial y, por lo tanto, deben pagar al menos un porcentaje mínimo de impuestos sobre sus utilidades contables), que hoy está en el 15 % y estudian la posibilidad de subirlo al 20 %.
Aceptó que aprobar ese cambio no es fácil, pero dijo que la discusión debe estar sobre cuál es la tasa efectiva que se tributa en Colombia. “Se tiene una tasa nominal del 35 %, pero la efectivamente pagada está alrededor del 20 % o 21 %. Entonces poner el 20 % es simplemente acoger lo que hoy existe en términos reales”.