SEMANA. Ustedes han hablado de un paro indefinido tan pronto suba el precio del diésel, como lo ha anunciado el gobierno. ¿Cómo sería?

Jorge Ignacio García. Hablamos de una inmovilización, porque en las condiciones que se da el incremento en el precio del diésel, según el ministro de Hacienda, no es operable la actividad que realizamos. El consenso, hasta ahora, luego de hacer un sondeo nacional que va en el 80 %, es guardar los vehículos. Se van a apagar los motores, porque no podemos seguir trabajando a pérdidas, porque los fletes no se pueden subir.

SEMANA. Entonces, no se trata de un paro con bloqueo de vías, como hemos visto en otras oportunidades.

J.I.G. No. Lo que vamos a hacer es parar los carros y guardarlos. Es todo. No es más.

Jorge Ignacio García, presidente de gremio de camioneros. | Foto: Cortesía

Piden que el gobierno haga obligatorio el pago de fletes en la coyuntura

SEMANA. A partir de cuándo apagarán motores, como dice, porque eso puede tener un efecto fuerte, si el transporte de carga es el que moviliza productos en todo el país. Podría haber desabastecimiento.

J.I.G. Sería a partir de la divulgación del decreto con el incremento. Pero mientras tanto, estamos haciendo un sondeo a nivel nacional, para tener en cuenta lo que dicen los transportadores del Socorro (Santander), Bucaramanga, los municipios del país. El 80 % dice que guardará los carros y esperará lo que suceda, pues, si no se pueden subir los fletes y los generadores de carga no pagan lo que es el costo, no se puede trabajar.

Queremos llamar la atención al Gobierno nacional para que haga obligatorio el pago de los fletes, porque nos tienen sometidos a oferta y demanda y no pagan lo que se debe pagar según los costos.

En los camiones viaja casi todo el alimento que abastece las despensas del país. | Foto: www.industrieblick.net

SEMANA. ¿Qué sería lo ideal, según ustedes, para que el pago sea el que debe ser, como usted dice?

J.I.G. Lo ideal sería por tarifa, con base en el Sice-Tac, el sistema de información que permite medir o calcular los costos de la operación de transporte de acuerdo con las características propias de cada viaje: tipo de vehículo, tipo de carga, origen/destino, horas estimadas de espera, cargue y descargue.

SEMANA. Si no hay revisión y regulación para que el generador de carga también pague parte del costo, el afectado sería el consumidor, que es el que siempre paga los platos rotos. Allí se afectaría la inflación.

J.I.G. Ese es el problema, que se transmitiría al usuario final. Se subiría el costo de vida.

SEMANA. ¿El gremio que usted lidera a cuántos camioneros representa?

J.I.G. Somos 30.000. Somos conductores independientes, somos conductores y propietarios. Hay gente que tiene sociedad: un camión entre dos socios, por ejemplo.

SEMANA. ¿Eso significa que también habría un fuerte impacto en el empleo?

J.I.G. El impacto sería alto y generalizado. Colombia tiene un parque automotor de 440.000 camiones con capacidad de movilizar -en promedio- 500 millones de toneladas por año. Se producen alrededor de 120 millones de toneladas por año, es decir, no hay carga para todo mundo.

En plata, la facturación anual de carga asciende a 18 billones de pesos promedio, por lo tanto, si buena parte de los camiones se apagan, se afectaría la economía en general.

SEMANA. ¿Qué es lo que más transportan con ese volumen de carga?

J.I.G. Alimentos, manufactura y carbón. Con los 3 millones de toneladas que no se transportarán, porque el presidente (Gustavo Petro) ordenó que no se le venda carbón a Israel, se dejan de hacer 88 mil viajes en tractocamión.

El paro no implica bloqueos. | Foto: Ninguno.

SEMANA. Si los conductores paran los camiones, qué alternativa tendría para sobrevivir.

J.I.G. No es algo sencillo, pero si todo el mundo lo hace, la falta de ese servicio tendría un impacto. Por eso esperamos tener una solución para que se cumpla con el pago de fletes en esta coyuntura. Así todo el mundo trabaja.

SEMANA. ¿Por qué insiste tanto en que los fletes no corresponden a los costos, cómo han sido esos incrementos si se supone que deben aplicarse si o si?

J.I.G. El problema es que muchos fletes en distintas rutas están desactualizados. Como hay sobreoferta de transporte de carga nos someten a oferta y demanda. Ahí quien pierde es el más débil. El que vive de un ‘camioncito’ tiene que regalarse por lo poco que le den, con la ilusión de que llega al punto de destino de la carga y allá consigue un viaje mejor. Así se mantiene y de esa forma nos estamos quebrando. Se trata de una economía ruinosa a mediano plazo en este sector.

SEMANA. ¿Cómo plantean que se solucione el problema de la sobreoferta del parque automotor?

J.IG. Lo que necesitamos es que se regule el parque automotor. ¿Qué significa eso?, que para que entre un camión nuevo se chatarrice un camión de la misma capacidad. Esa regulación sería beneficiosa para todos, para que exista un equilibrio a mediano plazo.

SEMANA. ¿Qué otros temas tienen pendientes los transportadores, porque el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, ya dijo que no habrá más acuerdo sobre el diésel?

J.I.G. Tenemos pendiente hablar de costos, de regulación, de infraestructura. Son muchos temas pendientes.