Este miércoles 31 de julio, la Junta Directiva del Banco de la República tomará su quinta decisión de política monetaria del año: qué hará con las tasas de interés, que están en 11,25 %. La posición del Emisor es clave en momentos en que tanto el Gobierno como el sector privado han llamado la atención en la necesidad de reducirlas a una mayor velocidad, para impulsar la reactivación económica y destrabar los proyectos de inversión.

Pero también los miembros de la junta deberán analizar al repunte que tuvo la inflación en junio, después de 13 meses de caída y uno de estancamiento. La variación mensual fue de 0,32 %, mientras la anual fue de 7,18 % que, aunque fue casi 5 puntos porcentuales menor al resultado de junio de 2023, representó un crecimiento de 0,2 puntos porcentuales frente a mayo de este año.

Alimentos y costos de alojamiento impulsaron la inflación de junio, que cambió de tendencia y volvió a crecer. Dólar, regulados y clima, los principales riesgos.

Para el consenso de los analistas, entre ellos Corficolombiana, la expectativa es que en una votación dividida la junta del banco se decante por una reducción de 50 puntos básicos, convirtiéndose en la quinta reducción consecutiva este año que ubicaría las tasas en 10,75 %.

De acuerdo con un informe de Corficolombiana, se anticipa que la mayoría de los codirectores mantendrá la postura de cautela “y, antes de acelerar el ritmo de recortes de la tasa de interés, esperará a que la inflación retome su tendencia a la baja en el segundo semestre y las expectativas de inflación se consoliden dentro del rango objetivo”.

Para esta firma, el balance de los riesgos inflacionarios evaluado por la junta se ha mantenido relativamente estable desde la reunión de junio. “En primer lugar, aunque las minutas de esa reunión mencionaron que la inflación básica (excluyendo alimentos y regulados) continuó disminuyendo durante el segundo trimestre llegando a niveles cercanos al 6 %, también destacaron que la pausa transitoria del proceso desinflacionario observado entre abril y mayo permitió que el recorte de 50 puntos básicos en la tasa de interés nominal tuviera un efecto en la misma magnitud en la tasa de interés real”, señala el informe.

Recuerda que Leonardo Villar, gerente del Banco de la República, en la rueda de prensa de junio pasado, aseguró que solo se aceleraría el ritmo de recortes si la inflación continuaba su tendencia a la baja, pero en junio se registró el primer aumento de esta variable desde marzo de 2023, al pasar a 7,18 % desde 7,16 % en mayo.

Leonardo Villar, gerente del Banco de la República, en la rueda de prensa de junio pasado, aseguró que solo se aceleraría el ritmo de recortes si la inflación continuaba su tendencia a la baja, pero en junio se registró el primer aumento de esta variable desde marzo de 2023, al pasar a 7,18 % desde 7,16 % en mayo. | Foto: GUILLERMO TORRES REINA

Así mismo, las expectativas de inflación a 12 meses, que habían mostrado una fuerte disminución de 28 puntos básicos en junio, moderaron su descenso en julio (-7 puntos básicos) y se mantuvieron por encima de 4 %. En este punto, advierte Corficolombiana en su informe, existe una divergencia entre las expectativas del mercado y las estimaciones del Banco de la República, teniendo en cuenta que la más reciente proyección del equipo técnico indica que la inflación retornará al rango meta para mediados de 2025. Por otra parte, el crecimiento del PIB en el primer trimestre del año (0,9 % anual) superó las expectativas del equipo técnico del Emisor (0,3 % anual) y el promedio de analistas (0,1 %). Es probable, estima el análisis, que la recuperación se mantenga en el segundo trimestre, como lo sugieren los datos de crecimiento del Índice de Seguimiento a la Economía (ISE) en abril y mayo, con crecimientos anuales en su serie desestacionalizada del 4,0 y 2,5 %, respectivamente.

“La tasa de interés real es excesivamente contractiva considerando que la economía ya está por debajo de su potencial, es decir, la brecha del producto es negativa. En efecto, estimamos que actualmente la tasa de interés real ex ante –es decir, descontando las expectativas de inflación a 12 meses de la tasa de interés nominal– es 6,95 %, frente a una brecha del producto cercana a -0,3 %. En el último trimestre de 2019, previo a la pandemia, este par de variables rondaban el 0,84 y 0,45 %, respectivamente. Si la inflación retoma su tendencia descendente a partir de julio –como lo espera el equipo técnico del banco y el consenso de analistas– y las expectativas a un año terminan de anclarse dentro del rango meta, la preocupación de la Junta por la credibilidad en el cumplimiento de su objetivo tendrá un menor peso en las decisiones”, advierte el informe.

De otro lado, dentro de las decisiones que adopte la Junta Directiva del Banco de la República tendrán un papel protagónico el ajuste fiscal anunciado por el Ministerio de Hacienda y la posibilidad de hacer recortes de gasto adicionales si fuera necesario. De acuerdo con Corficolombiana, si bien es positivo el esfuerzo que ha demostrado el gobierno por reducir el gasto, la responsabilidad fiscal afectará el crecimiento económico, por lo cual considera que el Emisor ponderará más en los próximos meses el rol contracíclico de la política monetaria.

El estudio explica que, aunque los datos más recientes de actividad económica real sorprendieron al alza, preocupa que se debe principalmente al buen desempeño del sector de administración pública. “Hacia adelante, el componente de remuneración salarial –clave en la medición del valor agregado de este sector– tiene una base estadística más alta en el segundo semestre del año, por lo cual anticipamos que administración pública moderará su contribución al crecimiento del PIB nacional”, señala.

Agrega que el Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE), excluyendo administración pública, creció en su senda desestacionalizada 1,0 % en mayo (vs. 4,0 % del ISE total) y se contrajo 0,1 % en junio (vs. +2,5 % del ISE total). Además, en lo corrido del año hasta mayo las importaciones de bienes de capital y las de bienes intermedios, variables que permiten anticipar el desempeño de la inversión, cayeron 6,6 y 4,6 %, respectivamente.

“Esto sigue señalando que buena parte de la economía colombiana mantiene crecimientos muy bajos y soporta un relajamiento más rápido de la tasa de política monetaria. Por otro lado, los miembros (de la junta del Emisor) que votaron por una reducción de 75 puntos básicos en la reunión de junio argumentaron que el componente energético del Índice de Precios al Consumidor (IPC) enfrentará menores presiones en los próximos meses”, dice el informe.

El gobierno decidió implementar la opción tarifaria mediante la cual asumirá la deuda causada con las empresas de energía durante la pandemia para los hogares de estratos 1, 2 y 3. Según estimaciones de los gremios de energía y gas, este alivio podría implicar una reducción entre el 7 y el 19 % de la tarifa actual. | Foto: Getty Images

Aclara que en mayo el gobierno decidió implementar la opción tarifaria mediante la cual asumirá la deuda causada con las empresas de energía durante la pandemia para los hogares de estratos 1, 2 y 3.

Según estimaciones de los gremios de energía y gas, este alivio podría implicar una reducción entre el 7 y el 19 % de la tarifa actual. Por su parte, aunque el Ministerio de Hacienda anunció un ajuste en los precios del diésel a finales de junio, esta medida inicialmente está dirigida a los grandes consumidores, con un efecto en la inflación total estimado en tan solo 2 puntos básicos.

“Aunque nuestros cálculos sugieren que eliminar el subsidio de este combustible para toda la economía tendría un efecto sustancialmente mayor en la inflación (entre 70 y 100 puntos básicos), el ministro Ricardo Bonilla aseguró que el ajuste de los precios locales con los internacionales será gradual y se extenderá más allá de 2024. En conjunto con lo anterior, el congelamiento en los precios de los peajes seguirá aliviando las presiones inflacionarias del grupo de regulados de cara al segundo semestre del año. Finalmente, la inflación de arriendos, rubro determinante en el proceso desinflacionario dado su peso en el IPC total (25 %), consolidó desde mayo una senda bajista en línea con nuestra expectativa, al retroceder desde su máximo histórico de 8,29 % en abril a 7,99 % en junio”, argumentó.

Corficolombiana espera que la desaceleración en la inflación de este componente se mantenga hasta cierre de año cuando alcance niveles cercanos al 7 %. Bajo este contexto, anticipa que la Junta Directiva del Banco de la República acelerará el ritmo de recortes a 75 puntos básicos desde septiembre, “por lo cual revisamos nuestra proyección de la tasa de política monetaria para cierre de 2024 de 8,00 a 8,50 %. Esta senda es consistente con una reducción de la inflación anual del 7,18 % registrado en junio a 5,60 % a cierre de año”, concluye.

César Pabón, director ejecutivo de Investigaciones Económicas de Corficolombiana. | Foto: Semana