Los recientes resultados de la inflación para el mes de mayo, publicados por el Dane, ratificaron la tendencia decreciente que traía en abril, tras llegar a su techo en el pasado mes de marzo.

Para mayo, la inflación fue de 0,43 % —por debajo de la estimada por los analistas, que se situaba en 0,64%—, mientras que en términos anuales fue de 12,36 %, una reducción frente al 12,84 % de abril. Con el resultado del quinto mes del año, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ubica en el nivel más bajo desde octubre.

Esta era una de las noticias más esperadas en el país, pues la reducción de los precios en Colombia tardó más que en otros países de la región.

De acuerdo con un informe de Corficolombiana, en mayo continuó la recomposición de la inflación, con presiones al alza concentradas en servicios y regulados, y una corrección importante proveniente de los alimentos. Así, la inflación mensual sin alimentos fue de 0,75 % y su variación anual ascendió a 11,59 %, un nuevo récord.

“El 74 % de los rubros del IPC registraron variaciones mensuales positivas, superior al promedio de 68 % registrado para el quinto mes del año entre 2010-2021. La inflación mensual de mayo fue de 1,4 veces su promedio para este mes, con presiones significativas provenientes de todos los grandes componentes, excepto alimentos”, agrega el informe.

Por esta razón, si bien el cambio de tendencia de la inflación ha sido un bálsamo en las cuentas de los hogares, todavía la inflación está en doble dígito y su regreso al rango meta del Banco de la República, de 3 % a 4 %, tomará tiempo.

Según el BBVA Research, la inflación de alimentos continuó a la baja, ubicándose en 15,6 % frente al dato de 18,4 % del mes anterior. Este resultado estuvo protagonizado por la disminución de la inflación de todos los rubros de la canasta, pero principalmente por disminuciones en la subcanasta de perecederos, asociado a factores de mayor oferta.

Para Anif, en la desagregación por divisiones de gasto se observa que siete divisiones se ubican por encima del promedio nacional (0,4 %). Liderando la presión inflacionaria se encuentra la división de transporte con una variación de 1,2 % y una contribución de 0,2 puntos porcentuales. El comportamiento del transporte corresponde al incremento de precios en la gasolina para vehículos, cuyo precio viene en aumento desde octubre de 2022 y este mes tuvo una variación de 4,6 %.

“Es una cifra que los analistas prevén que continúe al alza a lo largo del año y que se convierta en el nuevo indicador para tener en cuenta tras la disminución de precios de los alimentos. Según la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), el precio de la gasolina ha aumentado en $ 4.752 desde enero de 2022, lo cual afecta directamente alrededor de 17 millones de vehículos a gasolina que transitan en Colombia”, dice Anif.

El aumento en el precio de la gasolina se ha convertido en algo constante durante este año. | Foto: Peter Dazeley

Posteriormente, se encuentra la división de bebidas alcohólicas y tabaco con una variación de 1,1 % y una contribución de 2 %, que corresponde en gran medida al incremento en precios de la cerveza y el refajo, los cuales presentaron una variación de 1,1 %, según el análisis de ese centro de pensamiento.

En tercer lugar, se ubica la división de alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles, con un resultado de 0,9 %. La división tiene la mayor contribución mensual (0,3 puntos porcentuales), lo que la convierte en el motor de la inflación para el mes de mayo.

“En este caso, el incremento en precios corresponde principalmente a los arriendos, tanto imputados como efectivos, los cuales tuvieron variaciones de 0,9 % en ambos casos. Así mismo, en el caso de los servicios, la electricidad presenta una variación de 1,6 % y el suministro de agua 0,9 %”, agrega el análisis.

BBVA Research considera que la inflación básica aún muestra incrementos en términos anuales, alcanzando el 11,6 %. “Dentro de esta, la inflación de la canasta de regulados continúa acelerándose en términos anuales, alcanzando el 15,7 %, presionada por productos como gasolina, energía eléctrica y acueducto”, explica.

Corficolombiana, por su parte, destaca en materia de precios el área de servicios, con una variación mensual de 0,68 % (versus 0,61 % un año atrás) y anual de 9,06 %, nuevo récord, con aportes más relevantes de arriendos y comidas fuera del hogar.

Corficolombiana, por su parte, destaca en materia de precios el área de servicios, con una variación mensual de 0,68 % (versus 0,61 % un año atrás) y anual de 9,06 %, nuevo récord, con aportes más relevantes de arriendos y comidas fuera del hogar. Foto Guillermo Torres Reina / Semana | Foto: GUILLERMO TORRES

También resalta el papel de los regulados, cuya inflación mensual fue de 1,11 % (versus 0,75 % hace un año) y anual de 15,7 %, un nuevo máximo desde 2001. Esto, resultado principalmente de aumentos en los precios de los combustibles y de las tarifas de electricidad.

De acuerdo con las estimaciones de Corficolombiana, en lo que resta del primer semestre, la recomposición de las tensiones inflacionarias continuará, con los servicios y los regulados generando presiones al alza hasta mediados de año, mientras que los alimentos se consolidarán como un importante factor desinflacionario. En el balance, la inflación continuará su senda de descenso.

Considera que para el segundo semestre la inflación caerá con más fuerza gracias a la apreciación anual del tipo de cambio, un dólar cuyo precio viene cayendo, y a una moderación de las presiones de servicios y regulados.

“Este proceso se interrumpirá en noviembre por la entrada en vigor de los impuestos saludables”, añadió Corficolombiana. Señaló que la inflación anual se mantendrá en dos dígitos durante casi todo el año y cerrará 2023 en 9,8 %.

A favor de la caída de la inflación, más allá de la reducción en los precios de los alimentos que la han impulsado, un dato se suma a esta tendencia: el Índice de Precios al Productor (IPP). Mientras la variación anual en mayo de 2022 era de 34,59 %, para mayo de este año cayó dramáticamente y se ubicó en terreno negativo, con -1,43 %.

Es una noticia relevante por dos factores: el primero, que los costos para los fabricantes están bajando y eso se reflejará en los precios a los consumidores de los productos terminados. El segundo, que el IPP ha sido uno de los principales indexadores, por ejemplo, de las tarifas de energía, y con su caída también se debe observar en algunos de estos precios.

Los alimentos fueron de los productos más afectados por la inflación durante este inicio de año. | Foto: Getty Images

“Con el IPP negativo, la inflación está cayendo más rápido de lo que subió. Así sucedió en Brasil. Eso significaría que la inflación puede quedar al final del año entre 8 % y 9 %, no en doble dígito como se preveía hace unos meses. Sería muy raro que el próximo año no terminemos al 3 %, 4 % o 5 %”, asegura Felipe Campos, gerente de Inversión y Estrategia Alianza Valores y Fiduciaria.

Las preocupaciones

Si bien los precios de los alimentos le han quitado presión a la inflación, hay factores que generan preocupación y uno de los más relevantes hacia el futuro inmediato es el impacto que pueda tener un fenómeno de El Niño.

La posibilidad de que comience en el segundo semestre ya está por encima del 80 %, “lo cual presenta un desafío para las hidroeléctricas, pues se dificulta la disponibilidad de energía y presiona al alza el nivel de precios”, señala Anif.

A su vez, para Corficolombiana, el fenómeno de El Niño “es un riesgo al alza para la inflación de alimentos y regulados”.

Para BBVA Research, se mantiene como riesgo el fenómeno de El Niño y los efectos que pueda tener sobre la inflación total. “Con todo y esto, no se prevé un retroceso en la disminución de la inflación, sino un menor ritmo de reducción”, advierte.

Las otras preocupaciones están relacionadas con el aumento en el precio de los combustibles, en especial del diésel, cuyo valor aún no ha tocado el Gobierno. Es una prueba de fuego no solo por el incremento en los precios que pueda generar para el transporte de alimentos, sino las tensiones sociales que se dispararían, por ejemplo, con los transportadores de carga, cuyas parálisis en el pasado, golpearon el ritmo de la economía.

De hecho, solo con el incremento que ha tenido el precio de la gasolina, ya los taxistas están anunciando paros para los próximos días. Hugo Ospina, líder del gremio Asoprotax, que agrupa buena parte del servicio de transporte público en varias ciudades del país, le señaló a SEMANA que están fijando la fecha de la asamblea que, a más tardar, se realizará el próximo viernes o el martes 20 de junio y ahí se definirá la hora.

Hugo Ospina, líder del gremio Asoprotax. | Foto: Revista Semana

No solo protestarán por la presencia de las plataformas digitales de transporte que, de acuerdo con el gremio, aún no son reglamentadas en el país. Ahora reclamarán por los costos incrementales del combustible.

El otro factor que podría generarle presiones a la inflación es el de los arriendos. La razón es que los nuevos contratos se fijan con el IPC del año anterior, que fue uno de los más altos en la historia reciente, de 13 %. En especial, cuando este rubro traía un rezago en los incrementos desde la pandemia y los dueños de los inmuebles tuvieron que hacer negociaciones con sus inquilinos o, incluso, mantenerlos desocupados en medio de la crisis.

A pesar de estas amenazas, sin duda, los resultados de mayo en materia de precios trajeron buenas noticias. “Desde Anif consideramos positivos estos resultados, por lo cual esperamos que la inflación se ubique alrededor del 9 % para el final de 2023″, puntualizó este centro de pensamiento.