En el marco del Congreso Naturgas se revivió el debate por una posible importación de gas natural desde Venezuela, teniendo en cuenta que el gobierno del presidente Gustavo Petro ha dicho que no volverá a entregar contratos para la exploración y producción de hidrocarburos en el país.
Si se acaban las reservas de gas natural, que actualmente alcanzan para ocho años, el plan del Gobierno es acudir a las importaciones, no solo a través de plantas de regasificación en el Caribe y el Pacífico (en proceso de adjudicación) sino también desde Venezuela.
La conexión con el país vecino se hace por medio del gasoducto Antonio Ricaurte, que se construyó en 2007 y se usó para exportar gas natural desde Colombia durante siete años, desde 2008 hasta 2015. Esta infraestructura costó, en su momento, 335 millones de dólares.
Pero desde 2015 este tubo no se volvió a usar, por lo que actualmente no está en óptimas condiciones para utilizarse. “La industria ve con buenos ojos que esta infraestructura se recupere porque puede servir, no para depender del gas natural de Venezuela, sino para mantener una confiabilidad en el sistema eléctrico y el abastecimiento de gas en Colombia” aseguró la presidenta de Naturgas, Luz Stella Murgas.
Es decir que este gasoducto podría funcionar como un seguro para Colombia en momentos cuando se registren daños operativos durante un fenómeno de El Niño o cuando el gas local no sea suficiente para abastecer las plantas de generación de energía eléctrica, que representan el 25 % del consumo nacional de este combustible.
Sin embargo, la presidenta de Naturgas también destacó que no existe una infraestructura que permita conectar este gasoducto con el principal campo de producción que está del lado occidental en Venezuela. Habría que hacer inversiones para poder tener una infraestructura adecuada que conecte los dos gasoductos y que permita traer gas natural a Colombia.
“Si desarrollamos el potencial de reserva que tenemos, creo que va a haber más oportunidad de que Colombia exporte gas natural a Venezuela y otros países, más que nosotros dependamos de la importación de gas natural de Venezuela”, dijo Luz Stella Murgas.
Además, manifestó que no vislumbra una dependencia del gas venezolano “ni en el mediano ni en el largo plazo”, porque la gran producción en Venezuela está en el oriente del país y no existe una infraestructura que conecte esos campos con Colombia.
Importar gas por el Pacífico
El gobierno del presidente Gustavo Petro buscará adjudicar en 2023 la construcción de la Planta de Regasificación del Pacífico, un proyecto que intentó sacar adelante la administración de Iván Duque en octubre en 2021, pero fracasó porque ninguna empresa mostró interés en desarrollarlo.
Se tiene previsto que las empresas interesadas presenten sus ofertas económicas el 3 de marzo de 2023 ante la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme), que se tomará varios días para revisarlas y anunciar al posible ganador el 31 de marzo.
Sin embargo, habrá una oportunidad para presentar contraofertas el 11 de abril por lo que, tras un proceso de evaluación, el 8 de mayo del próximo año se estaría anunciando a la empresa que estaría a cargo de construir esta planta de regasificación en el municipio de Buenaventura.
Para llevar el gas natural que se les compre a otros países hacia el interior de Colombia, el inversionista deberá construir un gasoducto entre Buenaventura y Yumbo (Valle del Cauca), el cual ha sido considerado el gran cuello de botella para la entrada en operación a tiempo de este proyecto.
La planta de regasificación debe comenzar a operar 58 meses después de que sea adjudicado (mayo de 2023), es decir, hacia marzo de 2028. De esta manera, se busca que Colombia diversifique sus fuentes de suministro de gas natural ante las bajas reservas de gas que posee y que actualmente alcanzan para solo ocho años.
El costo total del proyecto se calcula en unos 700 millones de dólares, pero la incógnita que aún persiste es quiénes van a pagar esta inversión y en qué proporción. Algo que sí está claro es que a los colombianos les cobrarán, vía tarifa, esta plata, pero aún no se conoce la magnitud del aumento.