Finalmente hubo humo blanco en la mesa de concertación salarial que adelantan desde hace varios días los voceros de las empresas y los sindicatos en el país, con acompañamiento del Gobierno nacional, para definir el aumento del salario mínimo en Colombia para el 2023, que quedará en $ 1.160.000, sin contar el auxilio de transporte. Actualmente, más de tres millones de personas, de un total de 22 millones de trabajadores, ganan este monto en el país.

De acuerdo con lo que se ha conocido al término de la reunión de este jueves 15 de diciembre, el pago mínimo para los trabajadores en Colombia aumentaría un 16 % el otro año. Esto teniendo en cuenta factores como la inflación y las proyecciones económicas para los próximos meses, que no son muy alentadoras por el momento. Así mismo, tanto centrales obreras como los gremios indicaron que no se puede bajar la guardia.

Para el caso del auxilio de transporte, este aumento será un poco más alto, pues según la información conocida por SEMANA sería del 20 %, unos 23.400 pesos. Así las cosas, este ítem pasaría de 117 mil pesos a 140.400 pesos el próximo año.

Además de esto, el acuerdo entre los sindicatos y los gremios establece compromisos como la revisión de la fórmula con la que se liquidan las tarifas de energía, esto con el fin de que bajen en los próximos meses. Así mismo, se pactó revisar las tasas de usura para lograr también un alivio al bolsillo de los hogares, que actualmente están sufriendo con el pago de créditos bancarios a intereses muy altos.

El presidente Gustavo Petro será quien anuncie los detalles de este acuerdo en las próximas horas. Cabe resaltar que esta es la novena ocasión (segundo año consecutivo) que las empresas y las centrales obreras se ponen de acuerdo para definir este incremento salarial en el país.

Vale la pena resaltar que estos acuerdos logrados en la mesa de concertación irán de la mano con otras medidas que viene adelantando el Ministerio de Hacienda para desindexar más de 200 productos y servicios que actualmente suben con el salario mínimo y tras el cambio pasarán a referenciarse con la inflación, que generalmente es menor al aumento que se da con la referencia salarial mínima.

¿Un punto medio?

No hay que olvidar que antes de llegar a este consenso, por un lado, las centrales obreras proponían un incremento del 20 %, pero el sector empresarial manifestaba que debía ser del 13 % al 15 %. Así las cosas, al parecer se encontró un punto medio antes del 30 de diciembre y se evitó que dicha decisión fuera expedida por decreto presidencial.

Durante estas negociaciones los trabajadores hicieron énfasis en que la devaluación del peso colombiano frente a la tasa del dólar, el aumento de las tarifas en los servicios públicos, en especial los relacionados con energía y gas, y el precio de los combustibles, han ocasionado que la calidad de vida sea económicamente baja con el salario actual, teniendo en cuenta que desde agosto la inflación se tragó el aumento que había logrado hace un año.

Entre tanto los empresarios señalaron que la situación económica del país no es la mejor en este momento y que esto no cambiará pronto, razón por la cual se debía ser muy precavido con el aumento salarial, ya que un alza desbordada terminará generando un aumento de la informalidad y el desempleo, puesto que apretará el bolsillo de las empresas, que apenas terminan de superar los estragos de la pandemia y el Paro Nacional.

En medio de la mesa de conversaciones, se aprobaron unas medidas complementarias al alza del salario: la desindexación de determinados productos y servicios, la manera de disminuir los costos de energía y solicitarle al Ministerio de Hacienda, la disminución de la tasa de usura.