Tras la celebración el Día Mundial del Perro (el 21 de julio), se evidencia que cada vez más hay una marcada preferencia por los animales de compañía. Actualmente, los hogares destinan más recursos a comprar alimentos para sus mascotas que a adquirir pañales. En 2022, se registró un crecimiento histórico en la adquisición de este tipo de comidas, con un aumento del 10 % en el número de hogares compradores, según un informe de Kantar. En 2023, más de la mitad de los hogares ya se sumaron a esta tendencia.
Sin embargo, los precios de varios alimentos para animales durante el comienzo de este año estuvieron elevados por diferentes razones, como la inflación y el encarecimiento del dólar.
En NIQ, anteriormente NielsenIQ, estiman que para abril de 2023 el precio de los alimentos concentrados presentó un aumento del 23,7 % respecto al año anterior. De igual forma, en ese mismo periodo los consumidores aumentaron su gasto en este tipo de productos en un 23 %.
Esta situación llevó a que en el Congreso se esté tramitando un proyecto que busca que estos productos se abaraten y que las familias puedan aliviar un poco su bolsillo.
La iniciativa fue propuesta por el representante a la Cámara, Wilmer Castellanos y la idea es eliminar el IVA que pagan los alimentos concentrados. Ya el proyecto fue aprobado en primer debate en la Comisión III de la Cámara de Representantes y pasa a plenaria.
Pese a lo anterior, con la baja del costo de vida, algunos compradores ya manifiestan que en los últimos meses la comida de sus mascotas ha sido más económica.
Andrea Murcia, dueña de dos perros de raza grande manifestó que “Los precios varían, en los últimos seis meses han disminuido en comparación con el año pasado, sin embargo, se debe tener presente que los precios cambian si la comida es normalita, semi-premium o premium. Por ejemplo, a mis perros al comienzo les daba una comida muy baja en nutrientes por economía, me gastaba alrededor de 100.000 mensuales con ellos, ahora les doy una comida semi-premium que se ajusta a sus necesidades y a las mías, esta oscila entre 200.000 y 240.000 pesos mensuales”
Ante el aumento en los precios, los amantes de los caninos empezaron a buscar alternativas para su alimentación, cambiando a marcas más económicas, comida hecha por ellos mismos o comprando en establecimientos en donde venden al por mayor.
De acuerdo con un análisis de Kantar, el mes pasado, el 52 por ciento de los hogares con perros dijeron que complementaban la dieta de alimentos concentrados de sus mascotas con golosinas caseras, un estilo de alimentación que los ayuda a desempeñarse mejor o satisfacer las necesidades dietéticas especiales de una mascota.
Según NIQ, actualmente existe una dinámica muy competitiva en el volumen de ventas de este tipo de alimentos, sin embargo, los secos son el producto estrella de la categoría pues representan 98 de cada 100 pesos de las ventas. El segmento economy lidera este tipo de ventas con más del 70% de participación en el mercado, mientras que el canal especializado representa más del 50% de ventas en esta sección.
Por otro lado, personas con establecimientos comerciales enfocados en las mascotas confirman que en los últimos meses está comida ha bajado, viendo nuevamente a sus clientes comprar cantidades grandes. A esto se suma la tendencia creciente de espacios públicos que permiten el ingreso de mascotas, como los centros comerciales.
“Los precios de la comida tanto canina como felina ha bajado notoriamente en los últimos meses, pues teníamos concentrados que se encontraban entre 20.000 un kilo, ahora, ese mismo concentrado está en 15.000 pesos. Pero se debe tener en cuenta la clasificación del alimento porque no es lo mismo comprar un alimento lleno de harina a uno que tiene miles de nutrientes, ya depende de los gustos del comprador” Indicó Stiven Perdomo, vendedor de comida para mascotas.
Vivianne Medina de Kantar división Insights, comentó que “ante estas nuevas necesidades, se exige una mejor adaptación de la oferta hacia estos miembros de las familias. Ya no se trata sólo de lugares pet-friendly, sino de productos y servicios que reconozcan que los perros y gatos han llegado a ocupar el lugar de los hijos para aquellas personas que no desean o no pueden tener niños”.
Ahora los espacios pet friendly buscan la manera de vender cosas para que los animales se sientan incluidos al acompañar a sus dueños en su día a día.