Mientras Estados Unidos se prepara para las elecciones presidenciales de noviembre, América Latina, y especialmente Colombia, siguen de cerca las propuestas de Kamala Harris y Donald Trump.

Según un reciente informe de la agencia calificadora Moody’s, estas elecciones podrían tener repercusiones profundas en varios aspectos clave de la relación bilateral, con efectos directos sobre el comercio, la migración y la seguridad en Colombia.

Kamala Harris y Donald Trump, candidatos para las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos. | Foto: Copyright 2024 The Associated Press. All rights reserved.

Kamala Harris y Donald Trump defienden dos enfoques notablemente distintos en política comercial, y según Moody’s, Harris mantendría los aranceles selectivos que implementó la administración de Joe Biden, enfocándose en fortalecer las relaciones con los aliados y procurando mantener una continuidad en los acuerdos comerciales con América Latina.

Mientras tanto, Donald Trump, conocido por su enfoque más agresivo, podría adoptar políticas comerciales unilaterales que generen tensiones adicionales en el panorama global. Trump ya utilizó aranceles como una herramienta de presión durante su primer mandato y, si regresa al poder, podría replicar esta estrategia.

En ese sentido, un escenario en el que los precios se mantengan competitivos y se respeten los acuerdos comerciales sería una ventaja para Colombia. En contraste, si se incrementan los aranceles y otras restricciones, los productos colombianos podrían perder la competitividad que han logrado ganar en el mercado estadounidense.

Estados Unidos vs. China: un enfrentamiento comercial que alcanza a Colombia

Un aspecto crucial que destaca Moody’s en su informe es la creciente influencia de China en América Latina, particularmente en Sudamérica. Colombia, aunque no es de los mayores exportadores a China, ya envía alrededor del 4 % de sus combustibles, minerales y piedras preciosas a este país asiático. Mientras tanto, China ha incrementado significativamente sus inversiones en infraestructura y energías renovables en la región, lo que ha generado tensiones con Estados Unidos.

Los roces entre China y Estados Unidos continúan, en especial, por su presencia comercial en regiones estratégicas como África o Latinoamérica. | Foto: SEMANA

La presión de Washington para reducir la dependencia de la región hacia China podría poner a Colombia en una situación difícil. Por un lado, Sudamérica importa más del 20 % de sus bienes manufacturados desde China. Esta interdependencia hace que para países como Colombia no sea conveniente alejarse del gigante asiático, ya que las inversiones y el comercio con China han sido claves para su crecimiento económico en los últimos años.

Además, si bien Estados Unidos sigue siendo el mayor inversionista en la región, el crecimiento exponencial de las relaciones comerciales con China complica el panorama. Según la calificadora, economías como la colombiana tenderían a diversificar sus mercados en lugar de alinearse completamente con uno de los dos y esta postura no beneficiaría a Estados Unidos en su esfuerzo por contrarrestar la influencia del gigante asiático.

Migración: un reto que continúa y que Colombia no puede ignorar

Uno de los temas más sensibles para Colombia sigue siendo la migración, tanto la de colombianos hacia Estados Unidos como la de migrantes que transitan por el país en su camino hacia Norteamérica. Moody’s advierte que, independientemente de quién gane las elecciones, el próximo gobierno estadounidense mantendrá una política migratoria estricta.

Durante la última década, la migración indocumentada hacia Estados Unidos ha disminuido, en parte debido a las políticas más rigurosas aplicadas en los últimos años. En la frontera con México, el número de cruces ilegales ha caído significativamente desde su punto más alto en 2023. Este control fronterizo también ha tenido repercusiones para Colombia, ya que muchos de sus ciudadanos envían remesas desde Estados Unidos, un flujo de ingresos crucial para el país.

La migración continúa siendo un desafío para Estados Unidos. | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA

En cuanto a la situación de los migrantes venezolanos, un endurecimiento en las políticas de asilo de parte de Trump podría incrementar la presión sobre Colombia, que ya ha recibido a millones de venezolanos en los últimos años. En contraste, si Harris llegase al poder, se podría esperar que continúe con un enfoque más humanitario hacia los inmigrantes, lo que podría aliviar parte de esa carga migratoria.

Energías limpias: una oportunidad creciente para Colombia

La transición hacia una economía de bajas emisiones de carbono es otra área en la que las elecciones estadounidenses tendrán un impacto en Colombia. Kamala Harris, si resulta elegida, buscaría continuar con las políticas ambientales de Biden, lo que incluiría un mayor énfasis en las energías renovables. Esta transición representaría una oportunidad para Colombia, que podría convertirse en un socio estratégico en la región para proyectos de energía limpia, sumando además que ese es uno de los intereses del Gobierno Petro.

La apuesta por las energías renovables no solo sería una estrategia para contrarrestar la influencia de China en la región, sino también una manera de generar nuevas inversiones y empleos en Colombia. En caso de que ganara Donald Trump, este ha prometido revertir muchas de las políticas ambientales actuales, lo que podría enfriar el interés por los proyectos de energía limpia y, por ende, limitar el crecimiento del sector en países como Colombia.

Lucha contra el crimen: una prioridad para Estados Unidos y Colombia

Finalmente, el informe de Moody’s subraya que la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico también seguirá siendo una prioridad para Estados Unidos, independientemente de quién gane las elecciones. Esto es especialmente relevante para Colombia, un país que ha estado en el centro de las iniciativas antinarcóticos durante décadas.

Tanto Harris como Trump mantendrían una postura firme en este tema, buscando reforzar la cooperación con Colombia para combatir a los carteles de droga. Sin embargo, las diferencias en el enfoque radican en cómo se manejará la lucha contra la corrupción y el fortalecimiento institucional en América Latina. Mientras que Harris podría adoptar un enfoque más colaborativo, Trump es más propenso a implementar medidas coercitivas, lo que podría tensar las relaciones diplomáticas entre ambos países.