Colombia solo creció en 0,3 % en el segundo trimestre de 2023, lo que dejó en el país en general una preocupación. Ahora, lo ratifica el presidente de la Andi, Bruce Mac Master, al poner en el tapete varias estimaciones, con la cuales sustentó que es clave que esta nación crezca y, sobre todo, que lo haga con mayor generosidad.
Tras interrogar al auditorio que asiste al Congreso de la Andi en Cartagena, acerca de cuántos años se tardaría Colombia en ser un país de desarrollo. Tres de los asistentes, la mayoría de los cuales son empresarios y líderes en esta nación, dijeron que en 30 años, los demás no levantaron la mano.
Posterior a ello, Mac Master sacó impresionantes estadísticas: “Si Colombia sigue creciendo a un ritmo del 3 %, que es 10 veces lo que crecimos en el segundo trimestre, nos tardaríamos 65 años en tener el PIB de Singapur de hoy, pues ellos van a seguir en expansión”.
Para igualar un crecimiento del 6 %, nuestra nación se demoraría 33 años y para hacerlo a un ritmo de 8 % necesitaríamos 25 años, manifestó Mac Master.
Casi como un mantra, el directivo de la Andi insistió en que en el país “necesitamos crecer”, pero en especial, que crezca mucho.
Reformas, impactantes
Mac Master destapó en el evento una investigación que han adelantado en la Andi, en la que hacen una estimación de los efectos de las reformas, pero en particular, en la laboral. Se perderían 689.007 puestos si no se hacen ajustes, de los cuales 132.000 serían de asalariados.
“Estamos a tiempo de diseñar el futuro que soñamos, trabajémoslo bien”, sostuvo.
Una a una, Mac Master fue evaluando cada una de las variables que deben ponerse en la lupa. Detalló en el peligro de la baja en la formación bruta de capital, que impactará la inversión, lo que, a su vez, recorta las expectativas de crecimiento, que es precisamente lo que dice el directivo gremial que se ha ‘pordebajeado’.
Sobre la tasa de desempleo a la baja, con la cual se ha hecho fiesta en el país luego de la más reciente divulgación del dato por parte del Dane, Mac Master señaló si bien es bueno, no es como para tocar bombos y platillos, pues hay más de 2 millones de colombianos en desocupación y la informalidad es alta y, en ese sentido, recalcó que “un empleado informal es un trabajador sin derechos”.
Ojo con las señales políticas
Un panel sobre el crecimiento de la economía puso sobre el tapete el ingrediente político que impacta esa variable de la cual dependen temas claves que tocan lo social.
Marcela Eslava, de la Universidad de los Andes, enfatizó en que las señales que preocupan “sí son políticas”.
Mencionó que son mensajes que suenan generadores de antagonismo entre lo público y lo privado. En ese sentido, puso como ejemplo la reforma a la salud, que claramente plantea un enfrentamiento entre las dos partes.
El debate en el congreso empresarial continúa y está abordando todos los puntos que pueden frenar la evolución de este país.