El impuesto de renta de personas naturales en Colombia tendría una profunda transformación en el proyecto de reforma que tramitará el Gobierno ante el Congreso, cuya radicación está prevista para el martes 23 de marzo, según mencionó el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla.
De acuerdo con declaraciones entregadas por el viceministro Juan Alberto Londoño en medios radiales, los ciudadanos empezarían a aportar un impuesto muy bajo de renta a partir de ingresos superiores a $ 4′000.000, es decir, un poco más de cuatro salarios mínimos de 2021.
Adicionalmente, el funcionario indicó que lo que sí será ampliado es la base de personas que tendrán que presentar su declaración de renta, pues se está contemplando la posibilidad de que hagan ese trámite a partir de ingresos de $ 2′000.000.
De todas maneras, nada estaría en firme hasta que se presente oficialmente la iniciativa, pues el Gobierno tendría al menos tres escenarios alrededor del impuesto de renta, de los cuales escogería el más viable.
Declarar y pagar el impuesto no es lo mismo, es algo en lo que ha insistido el Gobierno desde hace mucho tiempo. La declaración se presenta para que la Dian pueda tener la información de cómo se movieron los dineros en el país y así poder fortalecer su labor de fiscalización.
Por ejemplo, un declarante (que no paga, pero declara) puede reportar el pago de un dinero hecho a alguien que, al presentar su declaración de renta, no incluyó ese ingreso. Si este segundo ciudadano tiene que pagar el impuesto, por no incluir el ingreso recibido baja su tributo a pagar. Eso es lo que detecta la Dian con los declarantes que no pagan.
Entre tanto, el pago del impuesto se les pide a las personas que el Gobierno estima que pueden hacer un aporte a la bolsa pública, tras haber generado su ingreso en el país. En este sentido, lo que ha dicho Londoño y ha sido ratificado por la Comisión de Expertos Internacionales que realizó un informe sobre los beneficios tributarios que debe eliminar o mantener Colombia, es que hay espacio para que se cambien las actuales circunstancias: el pago del impuesto de renta hoy empieza desde ingresos superiores a $ 5′000.000. “Alguien que gane $ 4′000.000 estoy convencido de que debe pagar impuesto de renta”, le dijo Londoño en La FM.
No obstante, las recomendaciones de la comisión de expertos son apretar más duro. Es decir, ingresos inferiores, a aportar también, según un cálculo realizado por el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana.
La crítica al proceso
La comunicación oficial alrededor del tema de los impuestos, por su carácter tan técnico, siempre ha sido fallida en Colombia.
En momentos de presentación de las reformas tributarias, en particular, los funcionarios empiezan a tantear el terreno para establecer lo que podría ser viable ‘políticamente’ y, por lo tanto, introducido en la normatividad sin que tenga dificultad para ser aprobado en el Congreso.
El resultado de esa estrategia termina generando una distorsión que conduce a que las propuestas tributarias lleguen al Legislativo en un estado lamentable: muy distinto a lo que determinan los técnicos que sería lo correcto.
Es esa una de las razones por las cuales Colombia, en décadas, no ha podido enderezar su sistema tributario, el cual fue catalogado por los expertos internacionales como inadecuado: lleno de inequidades, complejidades, injusticias, evasión y con gabelas que solo benefician a los más pudientes. Los comisionados extranjeros subrayaron con claridad: “Los impuestos no deben seguir en manos de políticos”.
Algunas cuentas
En ese contexto, alrededor de lo que será la reforma tributaria que presentará el Gobierno la próxima semana, la incertidumbre es total.
En estos momentos, el impuesto de renta se aporta a partir de una base gravable (distinto al ingreso) que arranca en 1.091 UVT, lo que implica que al contribuyente le cobran 1 peso a partir de 39′612.028 pesos (base gravable anual). El ingreso que recibe ese ciudadano entonces debe ser superior a los $ 5′000.000 (unos 60 millones al año), teniendo en cuenta que, en la actualidad, los ciudadanos tienen la posibilidad de utilizar algunos beneficios para llegar, desde su ingreso, a la base gravable sobre la cual aportarán el tributo.
En ese punto es en el que se tendrá que poner el foco, pues la comisión de expertos tributaristas, que enfatizó precisamente en esos beneficios tributarios, recomienda quitar muchas de las gabelas que tienen las personas naturales para pagar un menor impuesto.
En el horizonte de la reforma tributaria también hay que tener en cuenta que los colombianos aportan el impuesto de renta a través de lo que podría llamarse ‘cuotas’ y técnicamente es la retención en la fuente.
Se trata de un aporte mensual que les descuentan a las personas y que luego se suma, cuando estas presentan la declaración de renta. Si el contribuyente, por las condiciones establecidas hasta ahora para ser declarante de renta, termina sin saldo a pagar, la retención en la fuente queda allí, sujeta a una devolución, que pocas personas reclaman.
En consecuencia, habrá que esperar cuál será la propuesta oficial, tanto en la tabla de retención en la fuente como en la del impuesto de renta, y tanto el arranque en la base gravable sobre la cual se empezará a pagar el impuesto, como en las tarifas progresivas que se determinarán, de acuerdo con el ingreso.
En definitiva, lo que realmente determina el impuesto a pagar es el valor de la base gravable que quede consignado allí, el cual se fija en UVT (Unidades de Valor Tributario) y no en ingresos mínimos absolutos.