Durante el último año, la economía colombiana ha presentado una desaceleración preocupante. El primer trimestre del año estuvo fuertemente marcado por una baja en las cifras de PIB. Además de ello, el escenario no ha sido el más favorable para el crecimiento de las finanzas públicas, pues la inflación aún permanece en niveles elevados y sobre el 7 %. Indicadores como el desempleo también preocupan, pues este ha empezado a tomar una tendencia ascendente.
Los datos no han sido alentadores ni para los analistas ni para los empresarios o comerciantes, que han tenido que enfrentar un escenario más tortuoso en sus ideas de negocio. Aunque algunos organismos externos han alertado sobre la posibilidad de que la inversión se vea afectada, ahora el Departamento de Estado de EE.UU. fue el nuevo organismo que elevó una advertencia al país, luego de la publicación de un nuevo informe.
Este organismo del gobierno estadounidense realizó un análisis sobre el clima de negocios en Colombia, en el que resaltó cuáles son los cambios que están impactando la inversión. Con corte al 2023, el informe destaca que la desaceleración económica y el desarrollo de la política pública son los principales hechos que han limitado la atracción de mayor inversión en el país.
“Aunque la Inversión Extranjera Directa se mantuvo fuerte en 2023, la administración Petro ha promovido el concepto de soberanía nacional en sectores económicos clave, lo que ha generado altos niveles de incertidumbre dentro del sector privado”, indicaron en el informe.
Agregaron además que el crecimiento de 0,6 % en la economía colombiana, registrado para el 2023, mostró una desaceleración sustancial después de dos años de fuerte recuperación postpandemia. Además de ello, se acompaña de un menor dinamismo en la inversión. Entre los hechos que contribuyeron a la aguda desaceleración se encuentra una disminución del 25 % en la inversión, tasas de interés elevadas y un clima empresarial deteriorado.
¿Qué hechos están deteriorando la economía colombiana?
El informe asegura que la protección de derechos de propiedad intelectual, la informalidad laboral, la inseguridad y presencia de grupos al margen de la ley en cadenas de suministro legales, así como la corrupción, sobresalen como las mayores debilidades que hay para la atracción de la inversión en el país.
“Durante la administración de Petro en Colombia, los inversionistas de varios sectores mencionan la falta de consulta efectiva y oportuna con las agencias reguladoras en decisiones que los afectan. Los inversores interesados señalan preocupación por alta rotación de personal y pérdida de experiencia técnica en organismos gubernamentales, así como ausencia de liderazgo de casi dos años en agencias regulatorias clave”, indica el documento.
En contraste, hay varios hechos que, aseguran, indican una fortaleza para la inversión, como el mercado de más de 50 millones de habitantes, la abundancia de recursos naturales y el crecimiento de una clase media cada vez más educada.
Uno de los hechos más desalentadores que se resaltan en el documento es que, por primera vez en 10 años, el Departamento de Estado omitió la inclusión de una frase en donde destaca a Colombia como destino atractivo para la inversión extranjera, como si lo venía haciendo desde 2015.
Desde la Cámara Colombo Americana, AmCham Colombia, hubo un pronunciamiento al respecto, en voz de María Claudia Lacouture, quien aseguró que el informe mencionado refleja la necesidad de generar acciones que permitan impulsar el crecimiento económico y generar empleo formal y de calidad.
“AmCham Colombia hace un llamado a menos mensajes y más acción; moderar la polarización política y garantizar el pleno respeto a las instituciones colombianas por parte de todos los actores, que son esenciales para garantizar una recuperación de la inversión privada”, dice la entidad.