Como es habitual, con la llegada del último mes del año se reactiva la discusión sobre el aumento del salario mínimo que tendrán unos dos millones de trabajadores del país, que devengan ese sueldo. Muchos buscan que el incremento sea elevado para hacer frente a los precios disparados de bienes y servicios en la economía.

Sin embargo, esta no sería la mejor estrategia. Desde hace años, los analistas han advertido que el aumento exacerbado del salario mínimo podría golpear directamente el bolsillo de los consumidores, al aumentar las presiones inflacionarias a través de un exceso de efectivo circulando en la economía.

En algunos casos, los aumentos del salario mínimo han sido del 10 %, pero la inflación ha aumentado un 13 %, por lo que este fenómeno económico absorbe el incremento y los trabajadores terminan ganando más, pero pagando más por productos y servicios, por lo que su poder adquisitivo no se modifica.

Foto de referencia sobre monedas y billetes colombianos | Foto: © 2022 Kryssia Campos

El Banco de la República ha sido uno de los organismos que ha tenido que hacer frente a la inflación y desde 2021 inició una escalada en la tasa de interés, con el fin de reducir la inflación que se vive en el país, encareciendo el crédito y desincentivando la circulación de más dinero en la economía.

La tasa de intervención pasó de estar en un 1,75 a un 13,25 %, lo que claramente golpeó el bolsillo de los colombianos que contaban con créditos en entidades bancarias y que no tenían una tasa fija.

En medio de la discusión sobre el incremento del salario mínimo, se han conocido diferentes opiniones sobre ese proceso. Recientemente, una de las codirectoras del Banco de la República se refirió al alza de este valor. Se trata de Bibiana Taboada, quien aseguró a El Tiempo que actualmente hay una complejidad para definir el aumento.

Asegura que el sector empresarial tiene grandes preocupaciones por un incremento abrupto y que la idea actual es evitar que la inflación cause una especie de erosión en el alza salarial que hará el Gobierno.

La funcionaria explica, con un ejemplo simple, cómo sería la afectación con el incremento. Apunta a que si el salario sube un 10 % y todos los precios de la economía crecen a ese mismo ritmo, al final los trabajadores no ganarán algo adicional.

Carretilla elevadora de operación del trabajador en el almacén | Foto: Getty Images

Si, por el contrario, el aumento es más conservador, de un 8 %, por ejemplo, los precios de la economía también incrementan de una manera más leve, a un 6 %, por lo que el trabajador sí vería un alza real de un 2 %.

La mesa de discusión del salario mínimo lleva poco más de una semana y el pulso por el aumento se ha vuelto cada vez más tenso. Los gremios solicitan incrementos desmedidos y los empresarios han respondido negativamente a esas peticiones.

Recientemente, se dio una nueva puja entre el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes, Jaime Alberto Cabal, y el mismo Ministerio del Trabajo, en cabeza de Gloria Inés Ramírez. La ministra lanzó un duro sablazo contra Cabal al asegurar que este se encontraba cómodo con la precarización laboral.

“Lamentamos profundamente la decisión que ha tomado Fenalco, que siempre ha estado criticando, pero, sobre todo, descalificando esta reforma. Podemos entender que el doctor Cabal no tenga interés en que esta reforma se dé. Sabemos que él está muy cómodo con la precarización que tiene, en particular el sector que lidera”.

Servibanca se encarga del control de efectivo y mantenimiento de los cajeros. Foto: Juan Carlos Sierra - Semana. | Foto: Semana

Durante una comisión tripartita que se llevó a cabo este 12 de diciembre, se destaparon las cifras de los trabajadores. Los voceros de las centrales obreras hablaron hasta de un 18 % como punto de partida para negociar. No obstante, se mostraban dispuestos a negociar, claro está, con sus argumentos sobre la deuda social que hay con los trabajadores, según su perspectiva.