Tanto en diciembre como en el acumulado de todo el 2021, los alimentos presionaron el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que en el último mes tuvo una variación de 0,73 % y en todo el año fue de 5,62 %, según el informe presentado por el Dane en la noche del miércoles 5 de enero.
Esta cifra es más de 3 veces la registrada en 2020, el año de referencia de la crisis sanitaria, cuando la inflación cerró el año en 1,61%. En cuanto al IPC de diciembre, el dato del último mes de 2021 casi duplica el de igual mes de 2020, cuando fue de 0,38%.
Las papas, los huevos, la carne y la leche, están entre los productos que más aportaron al dato, tanto de diciembre, como del año 2021. Los precios de arrendamiento, que es otro de los rubros que pesa en el gasto de los hogares, tuvieron un comportamiento estable, de acuerdo con el reporte.
Un elemento sobre el cual hay que poner la lupa es el de los alimentos, pues aportó la mitad del total de la cifra, la cual, fue ligeramente superior a la que se utilizó en la mesa de negociación tripartita en la que se tomó la decisión de hacer un incremento del salario mínimo, de 10,07%. Hay que recordar que la inflación anual proyectada para hacer el cálculo del aumento del salario mínimo que regirá en 2022 fue de 5,3 %.
Diciembre, mes de carestía en algunos productos
Durante diciembre, cuando es tradicional que los hogares colombianos salgan a demandar más productos, principalmente relacionados con las celebraciones de fin de año (vestuario, alimentos, bebidas alcohólicas, regalos) las mayores variaciones se presentaron en las divisiones alimentos y bebidas no alcohólicas (17,23 %); mientras que también hubo aumento en los precios de servicios en restaurantes y hoteles (8,83 %). Eso implica que la comida, tanto en la casa, como fuera de ella, fue una de las impulsoras de la inflación del mes.
En cambio, el Dane destacó lo ocurrido con el vestuario, uno de los segmentos que estaban incluidos en el Día sin IVA del 3 de diciembre. Según la autoridad de las estadísticas, el vestuario se pudo adquirir más barato, no solo por la jornada sin el impuesto, sino también por los descuentos adicionales que activó el comercio para que los colombianos pudieran adquirir las prendas de vestir de la temporada.
El transporte fue otro componente que tuvo precios elevados en diciembre. La variación en ese mes fue de 0,86 %, cifra que se ubicó por encima de la inflación de ese mes.
Ojo a lo sucedido en las ciudades
Una de las situaciones a destacar es que 18 de las 23 ciudades que se contemplan en el informe sobre inflación tuvieron un IPC anual por encima del dato promedio nacional en diciembre. Se destacan los números de Santa Marta, donde la variación fue de 1,90 %; y Valledupar y Cúcuta, con 1,37 %. En el extremo opuesto se ubicó Bogotá, con 0,46 %, es decir, casi la mitad de la cifra nacional en ese mes.
A diciembre, con la inflación anual, Santa Marta volvió a estar a la cabeza, con 8,99 %; seguida por Cúcuta, 8,69 %, y Popayán, con 8,42 %. En el extremo opuesto volvió a ubicarse Bogotá, con la inflación más baja entre todas las ciudades: 4,62 %.
Comparable con 2016
La inflación en 2021, según las estadísticas del Dane, es comparable con la que el país tuvo en 2016, cuando se realizó el paro camionero que registró bloqueo de vías y escasez de alimentos, lo que llevó a un IPC total de 5,75%.
Los pobres, más afectados
Las franjas socioeconómicas conocidas como pobres y vulnerables fueron los más golpeados con los incrementos en los precios al consumidor. Estos dos segmentos tuvieron una variación en la inflación de 6,85 %; mientras que para la clase media el incremento en el costo de vida fue de 5,78 %, y para los de ingresos altos, de 4,39 %.
¿Qué viene?
Según análisis del BBVA, en los próximos meses se espera que “la inflación continúe al alza, alcanzando su pico en el primer trimestre del año algo por encima del 6,0 %”.
Los expertos del BBVA agregan que “las razones del alza son una normalización de precios por políticas implementadas por el gobierno, la indexación a de precios a una inflación más alta, el incremento del salario mínimo muy por encima de la inflación y un efecto rezagado de la reciente devaluación del tipo de cambio en los precios y el incremento internacional de los insumos”.
La expectativa es que, “en el segundo semestre del año, veríamos una desaceleración de la inflación que iría de la mano de una desaceleración en los alimentos y con esto cerraría el año cerca del 4,5 %”.