España no refleja un panorama ajeno al resto del mundo. Su inflación creció a pasos agigantados y cerró, para diciembre de 2021, en 6,5 %. A pesar de que la cifra es menor a la estimada inicialmente (6,7 %), el costo de vida de los españoles subió drásticamente, representando la mayor alza desde mayo de 1992, dijo este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La situación es alarmante pues ese país registró una baja de 0,5 % en su IPC para el 2020, que, para febrero de 2021 marcaba 0,0 %; sin embargo, presentó un alza continua para ubicarse, posteriormente, en 6,5 %.

El aumento en los precios de la energía y la gasolina son los principales detonantes de la cifra récord de inflación. Los ciudadanos y empresarios españoles han sido los más afectados frente a un encarecimiento de la canasta familiar y el costo de vida. Incluso, la situación ha repercutido en las cadenas de producción de bienes y servicios en el país, según el INE.

Por ejemplo, en tan solo un año, los costos han aumentando drásticamente y el coletazo económico que han recibido los ciudadanos en sus bolsillos ha sido inminente. El precio de las viviendas se ha disparado un 23,3 %, debido al gasto en calefacción. El transporte, por su parte, también está por las nubes tras registrar un aumentó de 10,9 %, mientras que el costo de los alimentos y las bebidas no alcohólicas subió un 5 %.

Otros productos que también presentaron un alza fueron los combustibles líquidos (45,4 %), el butano y el propano (33,3 %) y el aceite de oliva (26,7 %), producto insignia de ese país.

España se ve inmerso en la fuerte subida de precios que evidencia el continente Europeo. Para 2021, la inflación de la región fue de 5 %, la más alta desde 1997. A pesar de que la subida de los precios de la electricidad supera al de la Eurozona, Alemania, Bélgica, Irlanda y Dinamarca presentan un aumento importante en este servicio básico.

El precio de las viviendas se ha disparado un 23,3 %, debido al gasto en calefacción. El transporte, por su parte, un aumentó de 10,9 %. | Foto: Copyright Dazeley

El caso de Colombia

Según en Departamento Administrativo de Estadística (DANE), la inflación anual para el país se ubicó en 5,62 %. Según el presidente Iván Duque, la inflación de Colombia “es una de las más bajas si se compara con la registrada en países de América Latina y de la OCDE durante el año pasado”.

El mandatario, pese a su política económica, ha sido blanco de críticas de diversos sectores de la población por el aumento del salario mínimo en 10,07 %. Y es que muchos economistas estiman que esa situación causaría presiones inflacionarias y podría generar un fuerte impacto en el bolsillo de los colombianos.

Algunos productos de la canasta básica familiar como la carne de res, la carne de aves, la papa, la leche y los aceites presentaron un alza significativa que “hacen parte del común denominador del encarecimiento”, afirmó el director del Dane, Juan Daniel Oviedo, hace algunos días.

Una de las situaciones que llama la atención es que 18 de las 23 ciudades que se contemplan en el informe sobre inflación tuvieron un IPC anual por encima del dato promedio nacional en diciembre. Santa Marta volvió a estar a en el primer lugar con 8,99 %; seguida por Cúcuta, 8,69 %, y Popayán, con 8,42 %. Por el contrario, Bogotá cuenta con la inflación más baja entre todas las ciudades: 4,62 %.

En una conversación con el portal Valora Analitik, Munir Jalil, economista jefe para la región Andina de BTG Pactual, dijo que durante enero de 2022 la inflación en el país ya habría sobrepasado el 6 %, para ubicarse en 6,2 %.

La tendencia inflacionaria en el país no es un caso aislado a la región. Por ejemplo, Argentina registró una de las tasas más altas del mundo, con 50,9 %; México cerró el 2021 con una tasa de 7,36% y Chile con una de 7,2%, la más alta en 14 años.

*Con información de la AFP.