Aunque muchos hogares dicen que aún no sienten la baja en los precios de los productos de la canasta familiar y todavía se declaran ‘ahogados’ por la carestía, el Dane reveló que la inflación de los últimos 12 meses, hasta mayo, fue de 12,36 %, con lo cual, por segundo mes consecutivo, el indicador sigue por una senda reduccionista, lo que podría llevar a que el Banco de la República inicie también la reducción de las tasas de interés de referencia.
El comparativo con el mes de abril muestra que hubo una disminución ligera, frente al 12,92 % que se registró en ese mes anterior. En marzo, entre tanto, los números eran preocupantes, de 13,34 %.
Con relación con el acumulado de 12 meses que se tenía en mayo del año anterior, aún falta terreno para que se tengan los indicadores de ese momento, cuando el indicador era de 9,07 %.
Sin embargo, cuando se mira de manera individual el mes de mayo, que en este 2023 tuvo una inflación de 0,43 %, si se ve la diferencia, pues en mayo de 2022 la inflación ya entraba en esa senda ascendente y se ubicada en 0,84 %.
Para el año corrido, la inflación en Colombia, hasta mayo, fue de 5,83 %, cifra también inferior a la que se evidenció en los 5 primeros meses de 2022: 6,55 %.
Papa y plátano, del pico al descenso
Alimentos tuvo una variación negativa de 0,85 % en el mes de mayo y aportaron negativamente al indicador (le restaron 0,17 % en el quinto mes), luego de haber sido el componente que más presionó el IPC durante meses. Productos como la papa y el plátano empezaron a mostrar con mayor visibilidad la tendencia de quiebre, pese a que se mantienen con inflación en terreno positivo.
Las carnes siguieron teniendo un costo alto para los hogares en general, pero la de cerdo en particular tuvo una inflación negativa. Dentro de otros alimentos, la cebolla larga y la cabezona también bajó de precio, de acuerdo con la información presentada por el Dane. De igual manera, la subrama de condimentos y hierbas tuvieron un bajonazo, principalmente impulsados por el cilantro, que registró una variación negativa, según confirmó la directora de la entidad de las estadísticas, Piedad Urdinola.
Varios fueron los analistas que le apostaron a que la inflación en mayo tuviera una nueva reducción, como respuesta a la caída en los precios de los alimentos, que son uno de los componentes más fuertes en esa variable. En el horizonte queda ahora la presión que pueda ejercer el incremento gradual en el precio de la gasolina, el cual viene aplicando el gobierno para tratar de cerrar el déficit que hay en el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles, desde donde se subsidiaba el precio del hidrocarburo cuando estaba caro en el mercado internacional.
De hecho, ya se empexó a ver el efecto de esta medida, puesto que el transporte, en mayo, fue el que puso la mayor contribución al incremento del IPC total, al aportar 0,28 % y registrar una variación de 1,19 % en el mes.
También está la incertidumbre acerca de lo que pasará con el aumento que tendrá que darse en el ACPM, el cual, puede ser un detonante de nuevos incrementos de la inflación general, toda vez que es el combustible que utiliza el transporte de carga, con lo cual, le pegará de manera directa al costo de todo lo que se requiere en la vida cotidiana (adquisición de bienes y servicios).
La categoría de los arriendos también causa preocupación. Según las estadísticas del Dane, en mayo, este componente (alojamiento, agua, electricidad y gas) registró una inflación de 0,92 %.
¿Qué pasó en las ciudades?
En el territorio nacional, la ciudad en la que más se encareció el costo de vida en mayo fue Sincelejo, con una inflación de 0,94 %. En el extremo opuesto se ubicó Tunja, que presentó una variación negativa, de -0,10 %, en el quinto mes del año.
Esto dijo el ministro de Hacienda
Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda, se refirió al dato entregado por el Dane y dijo que “se cumplen los pronósticos que veníamos anunciando. La inflación está en senda de bajada. Se redujo en casi 100 puntos en comparación con marzo”, anotó.
En el dato, de acuerdo con lo expresado por Bonilla, se refleja ya la contracción de la inflación de alimentos, lo que obedece a que “hay un mejor abastecimiento en el país. Los productos como frutas y verduras vienen bajando de precio, hay más cosecha y están llegando a las centrales de abasto y a las tiendas. El país está abastecido y los colombianos están comprando”.