José Antonio Ocampo sigue mostrándose como un ministro feliz, como lo ‘rotularon’ hace unos meses en una entrevista en el periódico El País de España.

Le ha tocado capotear una situación complicada, mucho más allá de la tramitación de una reforma tributaria, propuesta que catalogó como “la más liberal en la historia de Colombia”. Como anécdota de lo que han sido estos meses con este proyecto, el ministro contó que lleva entre 350 y 400 horas de discusiones en el Congreso, luego de lo cual, “nos hemos venido acogiendo a algunas propuestas”, sostuvo.

Al ser cuestionado sobre si se siente o no como ‘el ministro bombero’, apagando incendios en el Gobierno, o, como lo llamó un editorialista: ‘el adulto responsable del gabinete’, respondió: “Me han inventado todo tipo de cosas, hasta que voy a renunciar”, por lo tanto, invitó a que le bajen a las invenciones.

A la pregunta de si le reconocen la autoridad dentro del gabinete, con el buen humor que lo caracteriza, el funcionario recordó que en una de sus primeras entrevistas como ministro dijo: “No voy a hacer tonterías, ni voy a dejar hacer tonterías. Entonces, tómelo por allá”.

¿Se va o se queda?

Sobre el tiempo que durará en el cargo, teniendo en cuenta que está participando en el gobierno del presidente Gustavo Petro con una licencia otorgada por la Universidad de Columbia, Ocampo reiteró: “Paremos especulaciones. Esos tiempos ya se saben”.

La discusión del mínimo

En relación con el salario mínimo, discusión que empieza ya en el país, luego de la instalación de la mesa de concertación de políticas salariales y laborales, señaló que prefiere esperar la cifra que pongan los sindicatos y no accedió a comprometerse ni siquiera con un rango en el que debería moverse el incremento.

Hay que recordar que, para 2023, según las estimaciones de algunos analistas, el aumento no podría ser inferior a 15 % teniendo en cuenta que la inflación sigue al alza y podría cerrar el año con un número cercano al 12 %.

¿Hasta cuándo va la peluqueada de la reforma?

Es claro que la reforma tributaria entró con una cara en el Congreso de la República y la que tendrá cuando salga de ahí para ser ley, será otra totalmente distinta.

La última ponencia, con todos los ajustes que le han hecho, aún no termina de tener las puntadas finales. El ministro Ocampo confirmó que este jueves sigue la revisión de impuestos como el patrimonio, los impuestos saludables y los hidrocarburos, tres de los más polémicos en los últimos tiempos.

Por esa razón, no estaría el texto definitivo aún, pero la expectativa es que se esté radicando en la siguiente semana, como máximo, para el miércoles 2 de noviembre.

En las intervenciones de Ocampo durante el Foro sobre el tema tributario, que realizó SEMANA, el funcionario se refirió a lo sucedido hasta ahora con la propuesta, la cual ha tenido fuertes cambios: en el trámite, dentro de un proceso participativo, como se requiere en estos casos, los congresistas le han hecho ajustes, muchos de los cuales recogen lo que reclaman gremios y ciudadanos. “Esto es producto de un acuerdo político en donde hay una relación 3 a 1″, dijo, lo que significaría que la expectativa es que la reforma pase en el Congreso, luego de los ajustes que le han realizado.

Revive el tratamiento de pensiones como un ingreso distinto

Son varias las transformaciones que ha tenido el proyecto de ley. Como en anteriores ocasiones, se buscaba imprimirle simplicidad, equidad y progresividad a la forma de pagar impuestos en el país. No obstante, en el trámite de la reforma tributaria, las pensiones, que iban a ser gravadas a partir de los diez millones de pesos, vuelven a quedar como estaban, según confirmó el ministro. “Solo quedan pagando impuestos las que lo venían haciendo, que son las de más de 1.000 UVT”, manifestó. En la práctica, casi ninguna mesada pensional tendrá tributos, pues el equivalente a 1.000 UVT es hoy más de 38 millones de pesos. En consecuencia, en realidad las pensiones en el país no están gravadas, ni lo estará con la reforma en curso. Solo algunas que ya venían del pasado, con esos montos y tributando, seguirán aportando, pues en Colombia se le puso un límite a las pensiones y con ello, no pueden ir más allá de 25 millones de pesos.