Colombia se mantiene firme en la transición hacia un modelo energético más sostenible y una neutralidad de emisiones para el 2050. Según el informe Movilización de la inversión en energías limpias en Colombia, desarrollado por El Foro Económico Mundial con el apoyo del Ministerio de Minas y Energía, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, empresas expertas en gestión de riesgos, y Ecopetrol, para el 2021, las energías renovables representaban el 25 % del suministro energético total del país y el 29 % del consumo final.

Entre estas fuentes, la energía hidráulica dominaba con un 14 %, seguida por la biomasa con un 12 %, los biocombustibles con un 2,5 %, la energía solar con un 0,1 % y la energía eólica con un 0,01 %.

Un punto importante del informe es el gran potencial que tiene Colombia para convertirse en potencia ante el desarrollo de energías renovables. Además, se destaca el esfuerzo del gobierno colombiano en diversificar y aumentar la participación de nuevas fuentes en el suministro energético. No obstante, también se exponen varios desafíos.

La Guajira se establece como el núcleo de la transición energética en Colombia, un proceso que requiere una inversión de capital considerable para lograr su consolidación. | Foto: Fundación Pies Descalzos

David Peña, Líder regional de Energy & Power para Latinoamérica en Marsh, señala: “Colombia tiene un notable potencial para el desarrollo de energías generadas con recursos solares y eólicos. Pero estos presentan enormes desafíos si se tiene en cuenta que están concentrados lejos de los centros de consumo. Para esto, es crucial incrementar las inversiones para los sistemas de producción, transmisión y distribución, así como para aumentar la flexibilidad del sistema eléctrico y manejar la variabilidad inherente de las energías renovables.”

El estudio hace un repaso de la red energética de Colombia, destacando la importancia de no depender únicamente de cambios legislativos para avanzar en la transición energética. En lugar de esperar nuevas políticas, el informe propone soluciones prácticas y a corto plazo para impulsar las inversiones en energías limpias y asegurar un desarrollo efectivo de proyectos alternativos.

Sobre estas observaciones, el informe sugiere cuatro soluciones, orientadas a fomentar un aumento significativo en las inversiones en energías limpias, como factor que garantiza que el país pueda desarrollar y expandir sus proyectos de energía alternativa de manera efectiva y oportuna.

Soluciones propuestas para impulsar la energía renovable en Colombia

1. Modelo de cooperación social para proyectos de energías renovables

El potencial de energías renovables en La Guajira, una región con recursos significativos, se ha visto limitado por la falta de infraestructura y las complicadas relaciones con las comunidades locales. Para abordar estos problemas, se han implementado modelos de participación destinados a mejorar las condiciones sociales y económicas en la región.

El modelo actual busca fortalecer la gobernanza y aumentar la confianza en los proyectos, lo que podría reducir la incertidumbre y atraer más inversiones. TRUST y otras partes interesadas están trabajando en un modelo de participación para obtener apoyo internacional y del sector público.

2. Liberación del potencial de los clústeres industriales

Los clústeres industriales en Colombia, como el de Cartagena, ofrecen oportunidades significativas para la inversión en energías limpias. La colaboración entre el sector público y privado podría fortalecer la competitividad regional y generar empleo. La iniciativa Transitioning Industrial Clusters del Foro Económico Mundial, que conecta agrupaciones comprometidas con la transición a cero emisiones netas, podría ser un modelo útil para maximizar el potencial económico y energético de estos clústeres en Colombia.

La colaboración entre el sector público y privado podría fortalecer la competitividad regional y generar empleo en la ruta hacia una producción energética más sostenible. | Foto: Nuttapong Punna

3. Línea de crédito para el hidrógeno limpio

Colombia tiene ambiciosos objetivos en el desarrollo del hidrógeno limpio, con planes para establecer un centro regional de producción y ofrecer costos competitivos de 1,70 dólares por kilogramo. Sin embargo, la falta de inversionistas y la demanda incierta han complicado el desarrollo del mercado.

Inspirado en el modelo de Chile, donde se recaudaron más de 1.000 millones de dólares para la producción de hidrógeno limpio, se propone implementar una línea de crédito similar en Colombia. Esto requeriría la creación de una institución local con capacidades técnicas y financieras para gestionar el fondo.

4. Mecanismo de seguros para proyectos de transición energética

Para mejorar la financiación y el perfil de riesgo de proyectos de hidrógeno, se propone un programa especializado de transferencia de riesgos. Marsh, empresa especializada en corretaje de seguros y administración de riesgos, por ejemplo, ha lanzado un mecanismo de seguro y reaseguro para proyectos de hidrógeno verde y azul, respaldado por aseguradoras como Liberty Mutual, AIG y Munich Re.

Este mecanismo ofrece hasta 400 millones de dólares en cobertura para riesgos relacionados con la construcción, explotación y carga marítima, entre otros. David Peña destaca: “En el ámbito de los seguros para proyectos de hidrógeno, los aseguradores de primera línea están trabajando para ofrecer una matriz clara de costos y riesgos, lo que permite una asignación presupuestaria precisa que reduce las incertidumbres a lo largo del proyecto.”

Lograr una mayor inversión extranjera frente a la transición energética en Colombia determinante para que el país siga avanzando en su propósito de ser exponente regional en sostenibilidad. | Foto: malerapaso

Atraer inversiones para la transición energética y el desarrollo de sistemas de generación alternativos no convencionales es crucial para asegurar un futuro energético sostenible y resiliente. Estas impulsan la adopción de tecnologías limpias y fomentan la innovación, crean empleos y fortalecen la independencia energética. Por eso, es fundamental que los sectores público y privado colaboren para acelerar la transición hacia una matriz energética más verde y eficiente, garantizando así el desarrollo económico y la protección del medio ambiente para las generaciones futuras.