Aunque es muy frecuente que sean las entidades del Estado las que pierdan las demandas, el Invías ganó un round. El Tribunal de Arbitramento del Centro de Arbitraje y Conciliación de la Cámara de Comercio de Bogotá, a través de un laudo arbitral, falló a su favor en el caso de una demanda alrededor del puente Pumarejo, que pretendía reclamar la no despreciable suma de 135.203 millones de pesos.
El demandante era el Consorcio SES Puente Magdalena, encargado de la ejecución del contrato inscrito con el número 0642, que se firmó en 2015.
El objetivo del documento contractual era la construcción de obras de infraestructura vial para la solución integral del paso sobre el Río Magdalena, específicamente en la vía Barranquilla–Santa Marta. Se trata del monumental puente Pumarejo, una estructura de 2,3 kilómetros de largo por 38 metros de ancho.
La vistosa obra requirió inversiones por 800.000 millones de pesos, y su funcionalidad es conectar a la capital del Atlántico con el departamento del Magdalena, y, por esa vía, llegar al interior del país. Como buena parte de los proyectos de infraestructura, ha sido motivo de conflicto.
En este caso, el Consorcio SES pedía que se condenara al Invías, por presuntos costos indirectos en los que habría tenido que incurrir, debido a que tuvieron una permanencia en la obra más amplia de la pactada originalmente en el contrato. Por lo tanto, tuvieron más gastos de los que fueron pagados por el contratante.
Según el Consorcio, utilizaron equipos por un tiempo superior a lo previsto, necesitaron equipos adicionales, lo que a su vez, demandó más mano de obra de la presupuestada.
Así las cosas, en la construcción del puente habrían ejecutado obras que no les fueron pagadas, por lo que, en 2021 interpusieron una demanda que es la que ahora falla el Tribunal de arbitramento de la Cámara de Comercio.
Explicaciones del fallo
De acuerdo con la información suministrada por la Cámara de Comercio, en el laudo proferido por el Tribunal, se declararon no probados los perjuicios solicitados por el Consorcio SES Puente Magdalena, y en consecuencia no se profirió ninguna condena contra el Instituto Nacional de Vías (Invías). Implica esto que fueron denegadas las pretensiones del consorcio, en relación con el resarcimiento de la suma de 135,2 mil millones, que eran lo que consideraban que habían gastado de más en el contrato. Según el fallo, tampoco hubo condena en el pago de costas (costos por abogados contratados en un proceso judicial).
Según el Tribunal, Invías demostró que “obró bajo los principios de planeación, eficiencia y transparencia durante la ejecución del contrato del emblemático nuevo Puente Pumarejo sobre el río Magdalena”, dice el fallo.
Algo de la historia
El 6 de abril de 1974 el presidente Misael Pastrana Borrero inauguró el Puente Laureano Gómez, ubicado a 20 kilómetros de la desembocadura del río Magdalena. La obra, diseñada por el italiano Riccardo Morandi, era motivo de celebración, pues conectaría a Barranquilla con la isla de Salamanca, en el departamento del Magdalena.
La construcción del puente había pasado por una intensa etapa de proyección y estudios. Los análisis establecieron que el gálibo –la distancia entre el agua y la estructura– debía tener 40 metros, pero al final tuvo solo 17; una decisión que frenó la expansión del puerto de Barranquilla.
Con el paso de los años quedó claro que el país debía impulsar el desarrollo de sus puertos, que se vio afectado por la decisión tomada en aquella época, y mejorar la conectividad hacia el norte de la costa Atlántica. Fue así como en 2015 el Instituto Nacional de Vías adjudicó el contrato para la construcción del Puente Pumarejo a la empresa española Sacyr.