Una vez concluida la ceremonia de posesión del presidente de la República, Gustavo Petro, se dio paso a la toma de juramento del que será su gabinete, dentro del cual tomó posesión el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, en reemplazo de José Manuel Restrepo.
Ocampo había iniciado las tareas encomendadas, dentro de las cuales una de las más complejas es la del trámite de la reforma tributaria, que se ha venido construyendo para ser presentada este lunes, en horas de la mañana, según confirmaron luego de la ceremonia y entrada del nuevo gobierno en la Casa de Nariño.
El nuevo ministro de Hacienda es un reconocido economista colombiano, formado en la Universidad de Notre Dame (Estados Unidos), con doctorado en Economía de la Universidad de Yale.
Tiene 69 años y hasta antes de su designación en el cargo se desempeñaba como profesor de la Universidad de Columbia.
Un equipo preparado
El nuevo jefe de la cartera de las finanzas públicas trabajará con un equipo igualmente preparado para el tema económico y los retos que enfrentará.
Así, su viceministro general es Diego Alejandro Guevara, doctor en Economía, magíster en Ciencias Económicas e ingeniero de la Universidad Nacional de Colombia.
El viceministerio técnico lo ocupará Gonzalo Hernández, profesor titular de Economía de la Universidad Javeriana, Ph. D. en Economía de la Universidad de Massachusetts, entre otros cargos.
Entre tanto, la dirección de crédito público y tesoro nacional la ocupará José Roberto Acosta, economista de la Universidad Militar y abogado de la Universidad Nacional, especializado en Finanzas Corporativas del Colegio de Estudios Superiores de Administración, Cesa.
La dirección de la Dian la llevará Luis Carlos Restrepo, economista y exdirector del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana.
Las tareas económicas
Aunque es amplio el paquete de medidas que entraron en el listado de compromisos que anunció el presidente Gustavo Petro, como un decálogo, son muchas la que tienen que ver con el tema económico. No obstante, la reforma tributaria es el foco, toda vez que se requieren los recursos para cubrir el déficit fiscal y para financiar los programas, principalmente sociales y de impulso a la productividad, que fueron prometidos en la campaña electoral.
Para todo se necesitará, además de voluntad política, mucho dinero. Es así como, uno de los retos que han pedido varios economista, que no se puede menospreciar, es el de cerrar el profundo hueco fiscal, proyectado en 5,6 % del PIB en 2022, al que hay que adicionar el costo de financiar el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles, FEPC, con lo cual las necesidades financieras llegarían al 7 % del PIB, aún sin meter lo que se requiere para luchar contra la pobreza, generar empleo, impulsar la productividad del campo y la industria, como lo ratificó Petro en su discurso de posesión.
El freno de mano en todas las actividades que comienzan para el nuevo gobierno será la inflación, que se ubicó por primera vez en lo que va corrido del siglo, en dos dígitos: 10,21 %.